CIUDADANO
ILUSTRE
JAIM ETCHEVERRY
Por
la Redacción de Villa Crespo Digital
17
de mayo del 2019
"¿No
queréis educar a los niños por caridad?
¡Hacedlo por miedo, por precaución, por
egoísmo! Movéos, mañana será
tarde", sentenció Guillermo Jaim
Etcheverry, tras recibir en la Legislatura porteña
la distinción de Ciudadano Ilustre de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Con esas palabras,
el homenajeado parafraseó algo que dijo Domingo
F. Sarmiento en 1849, pero a la vez planteó
el dramático momento de crisis que vive la
educación argentina.
Jaim
Etcheverry, a los 76 años de edad, fue declarado
Ciudadano Ilustre por la mayoría absoluta de
los diputados porteños, por iniciativa de la
legisladora Paula Villalba (Vamos Juntos) en coautoría
con varios colegas de la misma bancada. Esta noche,
con un acto en el salón Eva Perón del
palacio parlamentario, se le hizo entrega del diploma
y la medalla que acreditan esa distinción.
Se
trata de un prestigioso médico, científico,
profesor, comunicador, investigador, académico
y autor de textos de gran repercusión, como
su libro "La tragedia educativa" (2002).
Se recibió de médico con diploma de
honor y pasó por todos los escalones de la
Universidad de Buenos Aires, desde estudiante y auxiliar
suplente a profesor titular, decano de Medicina y
rector de la UBA. Fue también investigador
y jefe en el Conicet y cursó postgrados de
medicina en Suiza y Estados Unidos.
La
diputada Villalba dio la bienvenida al agasajado y
a los presentes e hizo referencia a "la noble
figura de ciudadano que él encarna, depositario
de valores intelectuales y morales, comprometido con
la educación". El Legislador Omar Abboud
(VJ) también destacó las calidades de
Jaim Etcheverry como "persona relacionada con
lo público y con la educación".
Otros
oradores fueron el secretario de Estado de Ciencia
y Tecnología, Lino Barañao, y el actual
rector de la UBA, Alberto Barbieri. "Ciudadano
es aquel que se ocupa de la res pública y este
es un merecido reconocimiento a quien tiene un compromiso
ético con la educación pública",
dijo el funcionario nacional. El rector universitario,
por su parte, describió a "una persona
de valía científica y profesional, pero
sobre todo un hombre de bien, defensor de la educación,
con compromiso moral y rol de comunicador de nuestra
sociedad. Estamos orgullosos de él en la comunidad
universitaria", afirmó.
Entre
los asistentes al acto había importantes personalidades
de los ámbitos universitario, cultural, político
y académico en general. Participaron los legisladores
locales (además de los ya mencionados) Lía
Rueda, Maximiliano Ferraro, Sol Méndez, Claudio
Cingolani, Cecilia Ferrero y Ariel Álvarez
Palma.
¿Qué
dijo Etcheverry?
Tras
recibir los atributos de Ciudadano Ilustre, Jaim Etcheverry
habló y dejó flotando entre los presentes
punzantes acotaciones y profundas reflexiones aplaudidas
por el calificado público.
Empezó
por agradecerle "a los vecinos de la Ciudad,
porque uno no se construye sólo, lo hacer junto
a los demás", y por eso extendió
su gratitud "a los que contribuyeron en mi constante
construcción como persona". Ponderó
a sus padres, médico y maestra, que "fueron
ejemplo de aquella movilidad social argentina"
y dijo ser "heredero de una tradición:
la de la escuela del guardapolvo blanco, en cuyas
aulas se entretejían los lazos de solidaridad
social que cimentaron nuestro crecimiento como sociedad".
En contraposición, se lamentó que hoy
existan eespecies de "escuelas guetos".
Consideró
que la UBA y el Conicet, dos instituciones donde él
pudo aprender, enseñar y desarrollarse, "son
las genuinas merecedoras de este reconocimiento"
que hizo la Legislatura a su persona.
Siempre
en búsqueda de alentar y promover la educación,
Jaim Etcheverry sostuvo que "las revoluciones
políticas más importantes se hacen hoy
en los laboratorios tecnológicos, más
que en las calles", no obstante lo cual reivindicó
que "también se aprende escuchando, aunque
la pedagogía no lo aconseja". Definió
como "milagroso" el acto de poder trasmitir
inteligencia y conocimientos mediante la palabra en
el aula.
El
flamante Ciudadano Ilustre aprovechó la oportunidad
para enfatizar el reclamo de apoyo a las universidades
y a la investigación científica y tecnológica.
Anticipó que su pedido va a lograr la adhesión
de todos, pero "solo declamativa", porque
la UBA -comparó- tiene un presupuesto de 500
millones de dólares anuales, mientras que la
Universidad de México dispone de 2.100 millones
y la de San Pablo, 1.400 millones de la misma moneda.
"La
Argentina tiene en la UBA un gran tesoro que se mantiene
vivo por un milagro: el de su gente", expresó.
Seguidamente,
hizo hincapié en "continuar insistiendo
en la importancia de la educación, porque de
la calidad de las demás personas depende el
destino de nosotros". Y antes de parafrasear
a Sarmiento como corolario de su discurso, Jaim Etcheverry
sentenció que "la educación es
un derecho humano fundamental".
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