COMUNA 15 / HISTORIA DE LA COMUNA
 

 Una calle de Parque Chas
Plaza 25 de agosto
Espacio verde en Chacarita

El tango lo cristalizó como zona de arrabal y malevos, pobreza y temores. Fue un arroyito con aguas cristalinas, pero el crecimiento demográfico y la industrialización lo fue contaminando.

´Aguas pestilentes y ratas del tamaño de gatos. Guarida de malandras e inmorales. El arroyo en sus crecidas arrastraba consigo las miserables casillas de los ribereños y envenenaba el aire de la ciudad con los hedores del agua¨.

LAS SOLUCIONES PROPUESTAS

Su historia está plagada de historias para lograr solucionar que no desbordara y dejara bajo las aguas a una parte importante de la ciudad, dividiéndola en dos como pasó en las fuertes lluvias de 1985 y años posteriores.

La opción era un canal navegable, un lago, o bien, entubarlo… se lo entubó, hacia fines de las década del 30 la obra estaba realizada, se le puso asfalto, con esto se intentó dominar el curso de agua que para nada es sencillo. Las obras se hicieron en tiempo récord y con la desaparición del arroyo, se desdibujaron los límites entre el entonces partido de Belgrano, anexado a la Capital Federal y la misma ciudad.

En el 2012 se inauguraron obras titánicas en el entubamiento del arroyo que multiplicaron la capacidad de drenado del agua de lluvia y del Maldonado.

LA LEYENDA DE LA MALDONADO

La conquista española llega a estas latitudes casi un siglo medio siglo después que pusieran un pie en el continente, allá por 1492. Era el año 1536 cuando llega Pedro de Mendoza que funda Buenos Aires.

La ciudad novel, fue rodeada por cercos para evitar el ataque de los originarios, sus verdaderos habitantes, es bueno recordarlo. Con la amenaza de terribles castigos, las autoridades prohibieron a los habitantes salir del cerco.

Esta primera expedición no tuvo la previsión de traer granos ni animales de crianza, y de esta forma llegó la hambruna.

La mujer española conocida como Maldonado, no soportó la situación que se vivía, decidió escapar del hambre y del campamento cercado, cruzó el perímetro amenazante y se fue hacia una cueva junto a un arroyo. El hambre la agotó más y se desmayó.

Facultad de Agronomía
Plaza Nazar en Villa Crespo

 

EL MALDONADO Y LA MALDONADO

EL MALDONADO Y LA MALDONADO

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

15 de noviembre del 2013

ARROYO MALDONADO

Con nombre de mujer: LA MALDONADO, tiene 21.30 kilómetros de extensión, nace en la ciudad de San Justo, provincia de Buenos Aires, en la intersección de las calles Mármol y Coronel Lynch, ubicado al oeste de la ciudad que pertenece al partido de La Matanza.

Está entubado bajo la avenida Juan B. Justo y atraviesa las Comunas porteñas números: 6, 7, 9, 10, 11, 14 y 15, en total 10 barrios. Desde Palermo hasta Liniers en la Ciudad de Buenos Aires: Palermo, Villa Crespo, Paternal, Villa Mitre, Caballito, Flores, Floresta, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Villa Santa Rita, Liniers.

Fue el límite entre ciudad y provincia, porque este arroyo de gran extensión regó toda una zona boscosa en aquellos años y fue una división tajante entre la ciudad novel y la campaña.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA PUMA Y LA MALDONADO

Una puma hembra a punto de dar a luz le dejó un pedazo de carne que le había sobrado, la Maldonado despertó y comió la carne, al rato sintió un rugido desgarrador que la sobresaltó. Se asomó de la cueva y vio a la puma que echada estaba a punto de dar a luz. Como cualquier parto puede resultar difícil este en esta época también, aunque fuera una puma. La Maldonado la ayudó, aquellos rugidos, se dice, se transformaron en mansos rezongos que terminaron lamiendo muy cariñosamente a sus dos cachorros.

La Maldonado permaneció en silencio, quieta, mirando esa escena conmovedora.

Poco tiempo había pasado cuando los originarios que merodeaban cerca del arroyo se sorprendieron al ver a la Maldonado junto a la puma y sus crías, paseando juntas y de inmediato sintieron un gran respeto por esa mujer que no le temía a las fieras.

La Maldonado caminaba sola cuando fue capturada por varios soldados españoles que se aventuraron en busca de alimentos.

Fue enjuiciada por haber traspasado el cerco de protección, y la condena que le impusieron fue terrible: la ataron a un tronco al costado del arroyo para que se la comieran las fieras. Allí permaneció la Maldonado todo el día hasta la llegada de la noche.

Llegó la noche y el rugido de un animal salvaje pareció anunciarle su terrible final. Luego vio la sombra de dos fieras trabándose en lucha, y poco después, una de ellas, la que había salido victoriosa, se le acercó con sus brillantes ojos de fuego. La mujer, que esperaba la muerte, sintió de pronto la caricia de una lengua áspera lamiéndole los pies.

Al cabo de tres días, los españoles volvieron al arroyo. Encontraron a la mujer custodiada por una puma, que los atacó en cuanto se acercaron. Sólo haciendo disparos al aire pudieron ahuyentar al animal. La condena no se cumplió. Si las fieras no habían podido, ningún hombre lo intentaría. Desataron a la Maldonado y la perdonaron.

Al arroyo se lo conocía como “El Arroyo de la Maldonado” y luego, como lo conocemos hoy.

Esta es una historia de mujeres…

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22 Diciembre, 2016 16:03

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