GOLPE
DE ESTADO: 24 DE MARZO DE 1976-2016
Compromiso Militante con el periodismo
CARTA DE RODOLFO WALSH
PERIODISTA DESAPARECIDO EL 25 DE MARZO DE 1977
El Violento oficio de escribir y Rodolfo Walsh
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital *
31
de marzo del 2016
Son
muchos los trabajos periodísticos y literarios de Rodolfo
Walsh, mucho se reproduce su carta abierta a la Junta, donde
desnuda, al año de haberse instaurado en el país,
como los responsables del peor genocidio, no sólo la
pérdida a manos de la represión estatal sino,
las graves consecuencias que se iban avizorando a medida que
pasaban los días desde ese infausto golpe.
Consolidados
en la Casa Rosada, como brazo ejecutor del terrorismo de Estado,
las fuerzas armadas estaban sostenidas por el poder económico
que tenía su directo responsable en el Ministerio de
Economía, Martínez de Hoz, Walter klein, los principales
responsables, a metros de la Casa de gobierno, en pleno centro
porteño.
Mientras
ellos, los militares y sus responsables ideológicos y
una sociedad civil que aplaudió el golpe se babeaba en
el deme dos y en la tablita del ministro de las grandes orejas,
los C.C.D. Centros Clandestinos de Detención llegaron
a sumar 621 durante esos largos siete años.
Rodolfo
Walsh escribe minuciosamente su Carta, luego la copia y la va
entregando a distintos medios y lugares para que le den difusión,
previo, se presenta ante la dictadura y la deja en sus narices.
Había comenzado la cuenta final de Walsh.
Al
día siguiente, el 25 de marzo Rodolfo Jorge Walsh es
emboscado por un pelotón especializado en las calles
San Juan y Entre Ríos, en la ciudad de Buenos Aires,
con el objeto de aprehenderlo. El militante revolucionario andaba
con su disfraz de jubilado - actitud apocada, pantalón
y camisa marrón, sombrero de paja- y su vieja cédula
con el falso nombre de Norberto Freire (el mismo documento que
utilizó durante la investigación sobre los fusilamientos
de civiles en José León Suárez, en 1956).
Al ser descubierto el periodista se resistió, hirió
y fue herido, pero esas balas eran la muerte. Su cuerpo nunca
apareció.
Walsh
tenía 50 años, en 1976 había perdido a
su hija Viky, militante montonera en un enfrentamiento, en los
registros de los organismos de Derechos Humanos dice que su
número de cédula de identidad era el 284.502.
Desaparecido
el: 25/3/77, No. CONADEP: 5413, Declaración No: 2587.
Fue secuestrado en CAPITAL CP 1000
Visto en C.C.D. E.S.M.A. el: 1/5/77. En testimonios Nos: 06975,
4816, 4442 y 9019
Está como PERIODISTA ASESINADO.
Rodolfo
Jorge Walsh es uno de las tantas decenas de periodistas desaparecidos
durante esta última dictadura militar...
Carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar
Buenos
Aires, 24 de marzo de 1977
"1.
La censura de prensa, la persecución a intelectuales,
el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos
queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos,
son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión
clandestina después de haber opinado libremente como
escritor y periodista durante casi treinta años.
El
primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance
de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales,
donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen
como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
El
24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que
formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores
de su política represiva, y cuyo término estaba
señalado por elecciones convocadas para nueve meses más
tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el
mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad
de un proceso democrático donde el pueblo remediara males
que ustedes continuaron y agravaron.
Ilegítimo
en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse
en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en
las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos
y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad
del pueblo, único significado posible de ese "ser
nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
Invirtiendo
ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses
de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las
fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación.
Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente
prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando
la prensa e implantando el terror más profundo que ha
conocido la sociedad argentina.
2.
Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos,
decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese
terror.
Colmadas
las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales
guarniciones del país virtuales campos de concentración
donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador
internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado
como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría
de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin
límite y el fusilamiento sin juicio (1).
Más
de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados
negativamente este último año. En otros miles
de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha
presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque
no se encuentra abogado que ose presentarlo después que
los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno
secuestrados.
De
este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite
en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad
de presentarlo al juez en diez días según manda
un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas
de anteriores dictaduras.
La
falta de límite en el tiempo ha sido complementada con
la falta de límite en los métodos, retrocediendo
a épocas en que se operó directamente sobre las
articulaciones y las vísceras de las víctimas,
ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos
de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno,
el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales
reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino",
el soplete de las actualizaciones contemporáneas (2).
Mediante
sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar
a la guerrilla justifica todos los medios que usan, han llegado
ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica
en la medida que el fin original de obtener información
se extravía en las mentes perturbadas que la administran
para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta
quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el
verdugo, que ustedes mismos han perdido.
3.
La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros
es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución
de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con
el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de
fuga.
Extremistas
que pan fletean el campo, pintan acequias o se amontonan de
a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos
de un libreto que no está hecho para ser creído
sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones
en regla mientras en lo interno se subraya el carácter
de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata
a las acciones guerrilleras.
Setenta
fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta
a la voladura del Departamento de Policía de La Plata,
30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre
del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel
Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó
la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones
en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos
y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
Depositarios
de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de
justicia, incapaces de influir en la política que dicta
los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos
rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares
de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos
a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según
la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres"
que usaron los SS en los países ocupados y los invasores
en Vietnam.
El
remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales
es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares
que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos
y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida
en los más encarnizados conflictos. Esta impresión
es confirmada por un muestreo periodístico de circulación
clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976
y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas
legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63
muertos (3).
Más
de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas
de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a
que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y Ios partidos
de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica
de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo
según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica
o el humor del momento.
Así
ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez,
jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, ejecutado sin piedad
y narrado sin pudor (4).
El
asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado
el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción
del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez
Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos
centuriones alucinados sino la política misma que ustedes
planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones
de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas
y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.
4.
Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas
en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre
hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido,
sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud
genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas
(5).
Veinticinco
cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en
las costas uruguayas, pequeña parte quizás del
cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica
de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques
de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal
Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en
la región anal y fracturas visibles" según
su autopsia.
Un
verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de
1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba,
acudió a la comisaría donde no le recibieron la
denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron
(6).
Treinta
y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9
de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el
Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las
masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros
de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.
En
esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha,
presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces
de atravesar la mayor guarnición del país en camiones
militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata
o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la
Primera Brigada Aérea (7), sin que se enteren el general
Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A
son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el
fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos"
ni el árbitro justo entre "dos terrorismos",
sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo
puede balbucear el discurso de la muerte (8).
La
misma continuidad histórica liga el asesinato del general
Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro
y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini,
Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados
en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos
democráticos en Chile, Boliva y Uruguay (9).
La
segura participación en esos crímenes del Departamento
de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido
por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como
los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos
mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief
de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones
como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no
han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa
agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por
el general Menéndez, en la creación de la Logia
Libertadores de América, que reemplazó a las 3
A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre
de las 3 Armas.
Este
cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal
de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara,
quien desde hace una década investigaba los negociados
de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa
Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después
que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez
de Hoz con monopolios internacionales.
A
la luz de estos episodios cobra su significado final la definición
de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha
que libramos no reconoce límites morales ni naturales,
se realiza más allá del bien y del mal" (10).
5.
Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado,
no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído
al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos
humanos en que ustedes incurren. En la política económica
de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación
de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga
a millones de seres humanos con la miseria planificada.
En
un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores
al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional
al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita
un obrero para pagar la canasta familiar (11), resucitando así
formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos
reductos coloniales. Congelando salarios a culatazos mientras
los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo
toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas
y comisioncs internas, alargando horarios, elevando la desocupación
al récord del 9% (12) prometiendo aumentarla con 300.000
nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción
a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores
han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando
cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron
muertos, y en otros no aparecieron (13).
Los
resultados de esa política han sido fulminantes. En este
primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido
el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido
prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del
Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%,
cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades
como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en
que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan.
Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido
ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de
un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales
gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales
y técnicos se suman al éxodo provocado por el
terror, los bajos sueldos o la "racionalización".
Basta
andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la
rapidez con que semejante política la convirtió
en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades
a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias
monopólicas saquean las napas subtérráneas,
millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes
sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza
de Mayo , el río más grande del mundo contaminado
en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez
de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la
única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir
a la gente que se bañe.
Tampoco
en las metas abstractas de la economía, a las que suelen
llamar "el país", han sido ustedes más
afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el
3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por
habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del
circulante que en solo una semana de diciembre llegó
al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen
también marcas mundiales, raro fruto de la fría
deliberación y la cruda inepcia.
Mientras
todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian
hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve
autónoma. Mil ochocientos millones de dólares
que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados
para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de
agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia
de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial
y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto
se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero
en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación
en el reino de la tortura y de la muerte, único campo
de la actividad argentina donde el producto crece y donde la
cotización por guerrillero abatido sube más rápido
que el dólar.
6.
Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una
receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay
o Indonesia, la política económica de esa Junta
sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía
ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo
selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT,
la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que
están ligados personalmente el ministro Martínez
de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un
aumento del 722% en los precios de la producción animal
en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica
emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el
credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio
Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños
pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser
baratos" (14).
El
espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana
ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el
doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a
la mañana duplicaron su capital sin producir más
que antes, la rueda loca de la especulación en dólares,
letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el
interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno
que venía a acabar con el "festín de los
corruptos".
Desnacionalizando
bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos
de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens
se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las
bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la
Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en
Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina.
Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes
son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde
están los mercenarios al servicio de intereses foráneos,
cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.
Si
una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados
no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general
Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera
ama la vida, aún cabría pedir a los señores
Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo
al que conducen al país tras la ilusión de ganar
una guerra que, aún si mataran al último guerrillero,
no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque
las causas que hace más de veinte años mueven
la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas
sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación
de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que
en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido
hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser
escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso
que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos
difíciles".
Rodolfo
Walsh
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977
NOTAS:
1)
Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas
incompletas de nuevos detenidos y de "liberados" que
en su mayoría no son tales sino procesados que dejan
de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres
de millares de prisioneros son aún secreto militar y
las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen
intactas.
2) El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida,
el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado
Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una
sobreviviente: "Picana en Ios brazos, las manos, los muslos,
cerca de Ia boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte
minutos abrían la puerta y me decían que me iban
hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba".
3) "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de
1977.
4) Una versión exacta aparece en esta carta de los presos
en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba,
monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados
con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros
que luego son fusilados. Se trata de Miguel Ángel Mosse,
José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo
Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento
de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército.
El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra.
Este último había sido castigado al punto de que
no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas
de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento
de fuga".
5) En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron
63 cadáveres, según los diarios. Una proyección
anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede
ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información
periodística era incompleta y en el aumento global de
la represión después del golpe. Una estimación
global verosímil de las muertes producidas por la Junta
es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300.
Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000.
6) Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia
Clandestina de Noticias.
7) "Programa" dirigido entre julio y diciembre de
1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea
del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
8) El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado
por "La Opinión" el 3-10-76 admitió
que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un
anticuerpo".
9) El general Prats, último ministro de Ejército
del presidente Allende, muerto por una bomba en septiembre de
1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez
Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del
general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el
2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe
de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy,
lo acusó de "simular" su secuestro.
10) Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según
"La Razón" del 12-6-76. Jefe del Grupo I de
Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable
de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de
1977.
11) Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio
de 1976. Después la situación se agravó
aún más.
12) Diario "Clarín".
13) Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan
Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith
de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han
sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.
14) Prensa Libre, 16-12-76.
INVESTIGACIÓN iniciada y publicada por primera vez el
24 de marzo del 2006 actualizada el 7 de junio del 2010 y nuevamente
actualizada. Todo el material junto con la carta conforman un
trabajo de años y publicado en el libro: 30
DE MARZO DE 1982 UNA GESTA OLVIDADA
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