EL
CORDOBAZO UNA REBELIÓN POPULAR
A
49 años de El Cordobazo, una rebelión popular
Parte I y Parte II
Parte
II
Por
Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán especial
para Villa Crespo Digital
27
de mayo del 2015 * Actualizado el 29 de mayo del 2018
La
memoria y el olvido actúan solidariamente. El olvido
es siempre ausencia de memoria en el presente. En algunos casos
el olvido intenta borrar hoy lo que ayer fue vivido (...) La
memoria, en ese sentido, es más una guía para
la conducta, una ética, que la puntual rememoración
de acontecimientos. H. Schmucler, 1994 Revista Estudios Nº
4, UNC.
EL
EJE DE LAS LUCHAS SE DESPLAZA AL INTERIOR DEL PAÍS.
El 30 de mayo de 1968 se constituye la CGT de los Argentinos,
con Raimundo Ongaro como Secretario General, en ella se admite
a los delegados de los sindicatos intervenidos.
La
CGT-A adopta una línea de rebeldía, que tiene
que ver con la liberación nacional, incorporando los
programas de La Falda (1957) y Huerta Grande (1962), elaborando
una estrategia de enfrentamiento y confrontación con
los militares. El comunicado del 1º de mayo de 1968 de
la CGT-A sella una serie de celebraciones.
En
Córdoba más de 5.000 personas concurren al local
del Córdoba Sport, en el que hablan Raimundo Ongaro y
Agustín Tosco, ratificando todo lo ya denunciando. La
represión aparece de nuevo en forma violenta en el segundo
aniversario del golpe.
Detienen,
frente al local de la CGT, a más de trescientos compañeros.
La violencia que no cesa, la dictadura descarga el peso de todo
su aparato represivo en cada acto, en cada manifestación,
ya sea de estudiantes o trabajadores o sectores populares, como
los centros vecinales agrupados en la Comisión Coordinadora
de Centros, liderados por el compañero Vicario, un vecino
conocido por todas las barriadas cordobesas. Más de ciento
cincuenta centros vecinales generan una gran movilización,
además de organizar manifestaciones y actos.
En
cada acto aparece la Policía Montada reprimiendo, aquí
y allá, sin descanso. A esto, hay que agregarle la represión
en la oscuridad de la famosa Brigada Fantasma, integrada por
personal policial. Por las noches efectúan todo tipo
de atropellos. Pero la terquedad del pueblo, trabajadores y
estudiantes prosiguen construyendo y consolidando sus organizaciones
sociales. Tampoco quieren dejar de lado el derecho a la protesta,
a expresarse, a exigir soluciones. Las fuerzas represivas una
y otra vez disuelven las concentraciones, encarcelan trabajadores
y estudiantes. En septiembre de 1968 la CGT y el Frente Estudiantil
en Lucha programan una Semana de Protesta en recordación
de los Mártires Populares, coincide con el aniversario
de la muerte de Santiago Pampillón. Estas acciones son
violentamente escarmentadas, cae baleado el estudiante Aravena,
este acto homenaje constaba también de una misa por Santiago
Pampillón, esta movilización es disuelta por las
fuerzas de seguridad, se ataca a la concurrencia encabezada
por dirigentes sindicales, estudiantiles y Sacerdotes del Tercer
Mundo.
Todo este nivel represivo y de avasallamiento tendrá
una respuesta, es así que aparecen nuevas formas de organización
en los barrios, como las comisiones de ínter barrios.
Los barrios se reorganizaban nuevamente. Estas comisiones estaban
integradas por los Centros Vecinales, Clubes, Parroquias, Centros
Culturales, trabajadores de diferentes gremios que lógicamente
vivían en ellos, y también los componentes de
diferentes credos, entres otras organizaciones. Era un salto
cualitativo y cuantitativo en la faz organizacional y política.
Cabe destacar que los barrios habitados por trabajadores rodean
las fábricas. Toda una situación social y política
que le dio un perfil mágico a la Córdoba industrial.
La relación social diaria, cotidiana y permanente adentro
de los establecimientos fabriles se traslada a las barriadas,
donde todo se multiplica. Esto será meridiano a la hora
de El Cordobazo.
Los
obreros mecánicos realizan una asamblea el 14 de mayo
de 1969 en el Córdoba Sport y a la salida son violentamente
reprimidos. Se defienden y el centro de la ciudad se transforma
en un campo de batalla.
Los trabajadores metalúrgicos, del transporte y otros
gremios declaran paros para los días 15 y 16 de mayo.
El 16 se paraliza la ciudad. Nadie trabaja. El gobierno reprime.
En
la provincia de Corrientes es asesinado el estudiante Juan José
Cabral, este hecho tiene gran repercusión en Córdoba.
Todas las agrupaciones estudiantiles proclaman su repudio. Se
trabaja para actos y manifestaciones junto a la CGT.
El
día 18 es asesinado, en Rosario, el estudiante Adolfo
Bello. Los trabajadores realizan una Marcha del Silencio, con
los estudiantes y los Sacerdotes del Tercer Mundo, en homenaje
a los caídos.
El
día 20 es detenido Tosco por averiguación de antecedentes,
al otro día recupera la libertad. Es un toque de atención.
El
día 21 los estudiantes se concentran en las inmediaciones
de la ciudad universitaria en manifestación. La policía
los reprime en forma violenta y una bomba de gas estalla en
el rostro de Elba Rosa Canello, que pierde la visión
de un ojo.
Todos
los días se realizan movilizaciones, paros, actos relámpagos.
En Rosario cae el aprendiz metalúrgico Norberto Blanco.
Se instalan los Consejos de Guerra. La represión aprieta
cada vez más sus garras y se mueve en forma de tenazas.
El 23 de mayo los estudiantes ocupan el Barrio Clínicas.
Es herido el estudiante Alberto Cerdá. Se producen fogatas
y choques con la policía, cada vez se hacen más
graves. No se retrocede.
El
día 25 Tosco habla en la Universidad Católica
de Córdoba y hace una severa crítica condenando
los sangrientos atropellos de la policía y los procedimientos
de los Consejos de Guerra en Rosario.
Al llegar a Córdoba, el día 27, es detenido Raimundo
Ongaro por la policía, pretextando que lo debe proteger.
Previamente, el 26 de mayo, el movimiento obrero de Córdoba,
por medio de dos plenarios realizados, resuelve el paro general
de actividades de 37 horas a partir de las 11 horas del día
29 de mayo, con abandono de trabajo y concentraciones públicas
de protesta. Unidad que se cuaja luego de largos debates dentro
de los diferentes agrupamientos.
Y
acá se da lo que dice Rafael Barret:
La huelga suspende la vida
Es el momento en que la clase obrera
Deja de ser arena; se cuaja en roca.
La
clase obrera resolvió en esos plenarios y discusiones
previas concretar la unidad: en esa decisión estratégica,
la clase obrera se cuajó en roca. Si la unidad no ocurría,
la arena era roca degradada.
Los
estudiantes adhieren en un todo a las resoluciones de ambas
CGT. Todo se preparaba para el paro. La indignación es
pública, notoria y elocuente en todos los estratos de
la población.
No
hay espontaneismo. Ni improvisación. Todo se planifica
al detalle. Nada es dejado al azar. Tampoco influyen grupos
extraños a las resoluciones adoptadas. Los sindicatos
se organizan y los estudiantes también. Se fijan los
lugares de concentración. La gran concentración
se haría frente al local de la CGT.
UNA
JORNADA INOLVIDABLE
El
29 amanece tenso. Algunos sindicatos comienzan a abandonar las
fábricas antes de las 11 horas (...)
Los trabajadores de Luz y Fuerza, de la Administración
Central, pretenden organizar un acto a la altura de Rioja y
General Paz pero son atacados con bombas lacrimógenas
(...) mientras las columnas de los trabajadores de las fábricas
de la industria automotriz van llegando a la ciudad.
La consigna represiva es clara, no se puede dejar avanzar ninguna
columna, ni trabajadores, ni estudiantes, ni los barrios.
Por
ello, todas son atacadas y se intenta dispersarlas (...)
Pero llega el momento, la noticia corre como reguero de pólvora,
es la noticia de la muerte de un trabajador, un mecánico
movilizado. Habían asesinado a Máximo Mena del
Sindicato de Mecánicos.
Entonces
se produce el estallido popular, la rebeldía contra tantas
injusticias, contra los asesinatos, contra los atropellos.
La organización y el mayor nivel de indignación
hacen retroceder a la policía provincial. Nadie controla
la situación porque es el pueblo. Son las bases sindicales
y estudiantiles que luchan enardecidos. Todos ayudan, la población
colabora, se moviliza detrás de los trabajadores y otros
participan como pueden, como les sale. Pero el apoyo fue total,
la ciudadanía cordobesa se rebela en el centro y en los
barrios.
Es
la toma de conciencia de todos, evidenciándose en la
calle contra tantas prohibiciones que se plantearon. Nada de
tutelas, ni de los usurpadores del poder, ni de los cómplices
participacionistas.
Agustín
Tosco, con la mirada de un cronista obrero, describe de esta
manera lo ocurrido el día 29 de mayo. El Cordobazo es
trágico -continúa- decenas de muertos, cientos
de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un Pueblo florecen
y marcan una página en la historia argentina y latinoamericana.
En las fogatas callejeras arde el entreguismo, con la luz, el
calor y la fuerza del trabajo y de la juventud de jóvenes
y viejos, de hombres y mujeres. Ese fuego que es del espíritu,
de los principios, de las grandes aspiraciones populares ya
no se apagará jamás.
Quién
mejor que Agustín Tosco puede sintetizar lo que representa
en forma integral El Cordobazo. Él es un protagonista
activo como tantos otros, un hijo del pueblo como tantos otros,
el elegido por los otros hijos del pueblo como su referente
principal, para que sea la voz de los otros.
ALGUNAS
REFLEXIONES
El Cordobazo, a través de estos años transcurridos,
ha sido interpretado de diversas maneras, aviesas a veces; otras,
haciendo un gran esfuerzo por desentrañar la verdadera
naturaleza del hecho ocurrido el 29 de mayo de 1969.
Tosco dice que El Cordobazo, fue una rebelión obrera
y popular. (...) surgió de la clase obrera y del pueblo.
Lo esencial de El Cordobazo es que surge de los trabajadores
y de los estudiantes y que ellos por sus convicciones salen
a la calle a luchar.
El
Cordobazo no fue una huelga clásica, de ausencias laborales,
marcada por el quietismo, ni un acto improvisado. Es un hecho
de masas con luchas y enfrentamientos en las calles; es decir,
es más que una huelga con movilización activa
y organizada, preparada y discutida. Es una rebelión
popular.
Es así que sus primeros pasos se dan en la puerta de
los establecimientos fabriles y va ganando la calle tranco a
tranco: El Cordobazo fue una rebelión obrera y popular.
Muchos opinan, ayer y hoy, desde el borde de la historia con
una profunda vocación por la distorsión, el ocultamiento
y la manipulación de lo ocultado. Siguen opinando sobre
el papel del sindicato con liviandad y señalan, en general,
que sólo sirven para defender los intereses sectoriales,
particulares o de negociación con la empresa, desnaturalizando
el papel de los sindicatos en este hecho, como fue El Cordobazo;
y en todo su quehacer.
El
Cordobazo dejó muchísimas enseñanzas, y
una de ellas, la más importante es la unidad de la clase
obrera. Cada vez que se unió triunfó.
La otra, es la unidad junto al pueblo y los estudiantes. No
hay lucha posible de ser ganada si no existe esa unidad totalizadora.
Siempre nos buscan aislar, romper los lazos solidarios entre
estos tres segmentos fundamentales.
El otro aspecto es la revalorización del papel del intelectual
¿Qué papel jugaron?
Esas enseñanzas son válidas. Debemos recordarlas
y preguntarnos ¿Qué pasó, qué nos
pasó para estar en esta realidad actual? De nuevo ¿Qué
nos paso? ¿Por qué nos derrotaron? ¿Qué
errores cometimos?
Preguntarnos además ¿Y las autocríticas?
Las
ideas: ¿Se sigue repitiendo el signo de la intolerancia
en el campo popular? Es dable interrogarnos. Si la respuesta
es positiva, es que la derrota continúa. Sólo
será revertida esta situación si, y solo si, tomamos
las enseñanzas de El Cordobazo: la preponderancia del
factor unidad.
Opinamos desde adentro y no desde la orilla. Se ha tratado de
desfigurar este enorme suceso político sindical y social,
dándole interpretaciones aviesas, mentirosas. Cuando
uno lee esas opiniones o las escucha, nos llama la atención.
Por un lado, estos opinadores parten desde la ignorancia, otros,
indocumentados ellos, opinan sobre los orígenes y la
significación de los sindicatos con una facilidad sospechosa.
Todos ellos no contribuyen a la unidad y a la solidaridad, para
que esta se reencauce.
El
Cordobazo es, como dice Howard Fast en su libro Espartaco:
Es una historia sobre hombres y mujeres valientes, que vivieron
hace mucho tiempo, pero cuyos nombres nunca han sido olvidados.
Los héroes de esta historia acariciaron el ideal humano
de libertad y dignidad y vivieron noble y honradamente (...)
saquen de él fortaleza para nuestro turbulento futuro
y puedan luchar contra la opresión y la injusticia, de
modo que el sueño de Espartaco llegue a ser posible en
nuestro tiempo.
CONDENADOS
Anuncian
las primeras condenas. Todo fue sumarísimo.
Agustín Tosco lo sacuden con 8 años y 4 meses,
Jorge Canelles 10 años;
Elpidio Torres cuatros años y días,
Felipe Alberti 8 años;
Tomás Di Toffino 5 años; 5 años a un tal
Viador Moreno 5 años de cárcel
Mario Zorreéis un año
Hugo Ozan 8 meses por insultar a una patrulla.
Como verán las condenas son impresionantes y además
el insulto fue pagado duramente.
Además,
algunos serán expatriados provinciales. No se los quiere
en tierra cordobesa, ni siquiera recluidos en la cárcel.
Otro
de los aspectos es que cuando logran la libertad, Elpidio Torres
es el único que acepta el avión militar, de la
mano del comodoro Huerta, interventor militar en la provincia
mediterránea. Ya Torres, el lobito cordobés se
había arrepentido de su accionar.
El
Cordobazo es una historia de militancia, de ética, de
principios y por sobre todas las cosas, es parte de nuestra
historia, la del movimiento obrero, estudiantil y del pueblo
que debe ser recuperada derrotando al olvido…
*
Juan Carlos Cena / Ex dirigente ferroviario, autor del libro:
EL CORDOBAZO, UNA REBELIÓN POPULAR (1999). Ferroviarios
Sinfonía de Acero y Lucha. Ferrocarriles Argentinos Destrucción
Recuperación (2012). Historia Viva de la Resistencia
Peronista (2016). El Cordobazo Una Rebelión Popular (2017).
Coordinador
General de la Escuela de Formación Sindical del Sindicato
de Luz y Fuerza de Córdoba y en la Escuela Político
Sindical de ATE La Pampa.
Fue
activo organizador y participante en las columnas de los obreros
y trabajadores ferroviarios.
**
Elena
Luz González Bazán periodista, historiadora y
docente / Ex
delegada de base de UPCN, Comercio y Bancaria. Periodista –
Autora de Mujer, Sociedad y Política y La Lucha Continúa,
(la lucha contra la privatización de EPEC). 30
de marzo de 1982, una gesta olvidada. Buenos Aires, Ciudad Instriel
Villa Crespo Caso testigo.
Coordinadora
de Cursos en la Escuela de Formación Sindical del Sindicato
de Luz y Fuerza de Córdoba y en la Escuela Político
Sindical de ATE La Pampa.
Primera
versiön el 16 de mayo del 2009, corregida y actualizada.
Caracteres:
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