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Sábado, 2 Octubre, 2021 14:19
 
 

Si supiese qué es lo que estoy haciendo, no le llamaría investigación, ¿verdad?

Albert Einstein

 

"¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir 'amor, amor', y que debían los pueblos pedir como piden pan".

FEDERICO GARCÍA LORCA

POLÍTICA / JUAN DOMINGO PERÓN - 17 DE OCTUBRE DE 1945

17 DE OCTUBRE DE 1945
JUAN DOMINGO PERÓN Y EL 17 DE OCTUBRE
MOVILIZACIÓN POPULAR A PLAZA DE MAYO

Producción Periodística de Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

13 de julio del 2016

El 17 de octubre de 1945
Hito irrepetible en la historia de un pueblo, las grandes marchas marcan el punto de inflexión de las políticas. El peronismo celebra hoy su cumpleaños

Por Juan Domingo Perón

Breve Síntesis
El 17 de octubre de 1945 marcó la historia del pueblo argentino. Sus efectos políticos y sus realizaciones aún perduran: nació el peronismo.
El presidente, general Edelmiro J. Farrell nombró al coronel Juan Domingo Perón secretario de Trabajo y Previsión, ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación, cargos en los que desempeñó una intensa actividad.
Las movilizaciones populares que se produjeron el 17 de octubre de 1945 serían de esperar: como secretario de Trabajo y Previsión, Perón se había granjeado la lealtad de los obreros, a través de importantes medidas, como numerosos aumentos de salarios, y proyectos que poco después se concretarían, como la Justicia de Trabajo o el pago de las vacaciones y el aguinaldo.
El sindicalismo argentino, hasta entonces desanimado por las propuestas de lucha de comunistas y socialistas, se aproximó a las soluciones reales y concretas que les ofrecía el General Perón. Pero el 8 de octubre de 1945, el general Avalos pidió a Farrell que destituyese a Perón.
Señalado como la eminencia gris del gobierno, Perón fue detenido y llevado a la isla Martín García, y luego al Hospital Militar. Amplios sectores populares que no respondían a ningún partido tradicional, sino a un hombre y un proyecto nacional, irrumpieron en la vida política.
Marcharon a Plaza de Mayo y reclamaron la libertad de su líder. Desde las primeras horas de la mañana del 17, llegan columnas de manifestantes con banderas y pancartas a la Plaza de Mayo. Vienen desde Avellaneda, Lanús, Banfield, Quilmes, San Martín. Cruzan el Riachuelo por el puente Pueyrredón. Cuando la policía lo levanta siguen cruzando en botes, tablas o a nado.
Los manifestantes, refrescándose los pies en las fuentes de la Plaza, se convertirían en todo un símbolo del movimiento nacional y popular mas importante de Argentina: El Peronismo

Testimonios del 17 de octubre del 45
-Nunca olvidaré aquél 17 de Octubre. Tras la ovación que siguió a mis palabras, la gente repetía con insistencia: ¿Dónde estuvo, donde estuvo?. Y acostumbrado a dialogar con el pueblo respondí: estuve en un lugar adonde volvería muchas veces con tal de ayudarles a ustedes.
Así cuenta ese momento el Teniente General Juan Domingo Perón en sus memorias y es una de las anécdotas más ocurrentes porque cuando llega al balcón, en la noche de ese día histórico no sabía qué decir... Curiosa confesión...
Culminaba así una gesta, una epopeya que daba inicio a un movimiento popular que configuraba un Líder, un Conductor. Ése a quien miles y miles de argentinos siguieron y siguen y con cuyo nombre e ideología otros pocos trataron y tratan de aprovechar para hacer negocios, coimeando, ejerciendo la corrupción. Diciéndose Justicialistas.

Los días previos
Las disputas de los militares del gobierno del General Edelmiro J. Farrell con los más representativos vecinos de “la parte sana y principal del vecindario de Buenos Aires” eran cada vez más violentos.
Los logros de Perón en beneficio de la gente humilde, desde la Secretaría de Previsión y luego la Vicepresidencia había puesto nerviosos a los oligarcas de entonces. Y vinieron los planteos.

El 12 de octubre Perón se había ido con Evita a la isla Martín García para descansar unos días pero a la madrugada del día siguiente el Jefe de Policía, Coronel Mittelbach, llega a la isla para comunicarle en nombre del Presidente Farrell que debe constituirse detenido en un barco de guerra.
La conspiración democrática seguía adelante.

Evita lo acompañaba y según cuenta Perón no era conocida y por lo tanto no fue molestada. Los empleados del Correo y algunos marinos de la cañonera estaban con él, le aseguraban. De vuelta en Buenos Aires, la esposa del coronel comenzó a desarrollar una dura tarea. Iba perfilándose Evita. Se entrevistó con los líderes gremiales que apoyaban a Perón, ó con los obreros en los bares ó en sus casas. Siempre junto a Perón y su causa. En tanto, cuidaba la casa de la calle Posadas donde ambos vivieron su historia de amor.
Perón estuvo ocho días en Martín García y se enteró por radio de lo que pasaba. El pueblo comenzó a movilizarse, la violencia mostraba su cara, con tranvías volcados y autos incendiados.

La gente comenzó a llegar desde todos lados, en camiones, a pie, cruzando el Riachuelo en bote porque la policía había levantado los puentes.
Hasta que los hechos empujaron a los militares a buscarlo para que calmara al pueblo. Les ha pasado esto porque todos ustedes son unos bárbaros. El pueblo se ha echado a la calle porque ustedes han querido voltearme. ¿Y que han conseguido? ¡Sublevar al país!
Y en la noche del 17 de Octubre, el Coronel Juan Domingo Perón salía al balcón... La multitud, el pueblo bramaba... Comenzaba otra historia. Una epopeya como pocas en el mundo...

Nunca habrá otro 17 de octubre.
Juan Adolfo Flury es un vivaz y memorioso militante de 81 años que vive desde hace 48 años en Ciudad Evita, donde conduce desde 1953, la Unidad Básica Evita Eterna, y participó del 17 en la Plaza de Mayo. Así lo contó:
- En 1945 yo ya trabajaba políticamente en los cuadros denominados Soldados de Perón que tenían la misión específica de mantener las pintadas en todos los barrios de Capital Federal.
-Estos trabajos se hacían de noche y los había creado el Coronel Domingo Mercante. Comenzamos en 1943 y para el 45 ya éramos una masa concientizada. Yo viví el 17 de Octubre como uno más, porque era muy grande la alegría y la afluencia de gente. La mañana de ese día nos juntamos todos los muchachos del grupo y comenzamos a avisar a todos los obreros que había que salir. Yo trabajaba en la firma Bonafide como encargado de control de calidad y no quedó nadie en la fábrica. Recuerdo que después me echaron de ahí por hacer cumplir las leyes laborales.
--¿Se pasaron todo el día en la Plaza de Mayo?
-- Sí, nadie se movió de su lugar. Los bolicheros de los alrededores no daban algún sanguchito y agua para aguantar. De alguna forma fue una fiesta, nunca vi algo así. No había ninguna información oficial, pero cuando a la noche se corrió la voz de que venía el General, la gente saltaba, cantaba, lloraba. Cuando recuerdo esos años.. se vivía tranquilo y con respeto. Para mí, nunca habrá otro 17 de Octubre...
--¿ Por qué cree usted que se genera el 17 de Octubre?
--Este cambio se dio porque el estado de la gente era tremendo, había mucha pobreza, mucha pasividad. El obrero soportaba toda con estoicidad, se aguantaba horas y horas parado frente a un cartel que pedía 2 obreros pero recién al otro día. Era tanta la pobreza, que la que hay ahora ya no me asusta. Eso fue generando una conciencia que está muy bien expresada en la Doctrina Peronista, ésa que muchos peronistas olvidaron y otros ni la conocen. Hoy eso de que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista ya no existe más. Hoy si usted dice que es peronista le preguntan primero de qué línea es... a quien responde...

Los recuerdos de Perón y Evita.
¿Usted vio a Perón antes y después del 17, Flury?
--Sí, antes del 17 dos veces porque, como le dije, formábamos el grupo “Soldados de Perón”, pero luego comencé a trabajar en la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación con excelentes periodistas como Enrique Portugal, José Ramón Luna, Gastón Talamón y los hermanos Sojit, entre otros. Como yo era un hombre de confianza a menudo llevaba mensajes directamente al General. Para mí era muy fácil verlo, pero siempre me emocionaba y casi ni podía hablar. Era un tipo que se sonreía y lo cautivaba a uno.
Después vino Evita, entonces Perón pasó a un plano superior, al de las grandes realizaciones del país, y ella quedó en el aspecto social. Era una mujer absorbente que no aceptaba errores y que exigía el cumplimiento al momento de los pedidos de los pobres. ¡Y guay que alguno despreciara a su gente! Una vez fui a Tucumán con ella en el tren que paró fuera de la estación.

La gente quería verla, tocarla, darle cosas... Una viejita no podía pasar entre la gente con un plato para ella, tapado con un repasador. Evita la vio y la llamó, así la viejita pudo entregarle unas empanadas que le había hecho. Uno de la comitiva dijo: “¿Tanto lío esta vieja por unas empanadas?” Evita lo escuchó y lo mandó bajarse del tren y volver a Buenos Aires, despedido.

Ése era el respeto que ella tenía por la pobreza. Se desesperaba cuando no podía hacer algo por un chico desnudo, trabajaba muchas horas y no comía normalmente. Comía y trabajaba al mismo tiempo.
Un día Evita me preguntó: -¿Qué necesita Flury? -Una casa señora-, le dije, porque vivía en una piecita con cocina con mi esposa en Flores. Así vine en el ´52 a la sección 1°, Circunscripción 1°. De esta hermosa Ciudad Evita que es un ejemplo de obra los obreros y nunca se terminó y además, está abandonada.
Estaba embarazada pero igual fui.

-A Perón lo habían llevado preso a Martín García y había orden de que no se diera ninguna noticia al pueblo, pero nos enteramos por Radio Colonia dónde estaba. Mi marido me avisó que se iba a la Plaza de Mayo y me dijo que me quedara porque estaba embarazada de cinco meses.
-Nosotros vivíamos en la calle Esmeralda al 600 y me metí en una caravana donde iban hombres y mujeres mezclados. Unos muchachos me hicieron como una cadena cuando me vieron para que nadie me empujara ó golpeara. Llegamos a la Plaza y nos quedamos a la altura de la Catedral, después me ubiqué más en el centro de la Plaza, solita, sin saber dónde estaba mi marido.
-La gente estaba enardecida pero sin provocar ningún desmán. Empezaron a correr rumores de que ya lo traían y salió al balcón el General Farrell diciendo que Perón estaba viniendo...

Así contaba su testimonio la Sra. Juana Álvarez de Pérez, una simpática tucumana de 80 años que vive en Ciudad Evita desde 1952.
-Nadie le creía al Coronel Farrell, sólo queríamos verlo vivo a Perón. Así pasaron las horas y después de las 8 de la noche se asomó por una ventana y nos gritó² Hola, compañeros. Ahí fue un solo grito y una ovación. Perón sí, otro no, gritaban.

-Después, habló Farrell y otra persona que no recuerdo quién era, y al final, ¡¡Perón!! Cantamos el Himno y así la gente fue calmándose.
-Bueno, ahora vayan tranquilos para sus casas, nos pedía el general. Entonces todos gritaban: Mañana San Perón. Y así fue...
El regreso se me hizo difícil, porque era tanta la gente que había llegado de todas partes, que recién llegué a las cinco de la mañana a mi casa.
Imagínese, ¡¡quién iba a dormir esa noche!!
Discurso del coronel Perón después de ser liberado del cautiverio, frente a mas de dos millones de trabajadores que reclamaban su liberación en la histórica Plaza de Mayo.
-Sobre la hermandad de los que trabajan
ha de levantarse nuestra hermosa Patria


Revolución del 17 de Octubre de 1945 El Pueblo de Pie, Historia Argentina
Cronología; Los hechos del 17 de octubre
Martes 9 de octubre de 1945: El gobierno convoca a elecciones presidenciales y legislativas para el 7 de abril de 1946.-

18 horas: El gobierno difunde la noticia que el coronel Juan Domingo Perón dimitió de todos sus cargos públicos “para cumplir con su palabra empeñada, de renunciar apenas conociera la fecha de las elecciones”. Entre policías y trabajadores que vitorean a Perón, se produce un tiroteo en las inmediaciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión donde resultan varios trabajadores heridos. Se aplica la censura a los diarios. La oposición expresa su júbilo.

Miércoles 10: El Coronel Perón se despide de sus colaboradores y miles de trabajadores se reúnen para pedirle que se quede. Por la noche el gobierno anuncia que aceptó la renuncia.

Jueves 11: Los diarios no salen. Asume el Ministerio de Guerra el Gral. Ávalos. Se rumorea sobre la dimisión de todo el gabinete. Tres Jefes del Ejército y tres de la Marina se entrevistan con el Ávalos, presumiblemente para pedirle que entregue el gobierno a la Corte Suprema. A medianoche se anuncia oficialmente la convocatoria a elecciones.

Viernes 12: El gobierno cede paulatinamente ante la oposición. Se realizan conciliábulos para reemplazar al gabinete.

14 horas: Mediante un parte se informa que “los ministros han renunciado”. La oposición a través de la Junta de Coordinación Democrática organiza una concentración en Plaza San Martín. Los asistentes comen servidos por sus criados, lo que dio lugar a que se le denominara “el picnic de la Plaza San Martín” en contraste a lo que días después la actitud de los obreros que, cansados y sudorosos mojaron sus pies en las fuentes de Plaza de Mayo, se conoció como “las patas de la fuente”.
En el Círculo Militar ubicado frente a la Plaza San Martín deliberan jefes del ejército y la marina con civiles como Américo Ghioldi, Alfredo Palacios y otros. Uno tras otro se hacen presentes en los balcones para hablar ante el público. El Almirante Vernengo Lima, Ministro de Marina señala que el gabinete ha renunciado y que “Nuestro país tiene en estos momentos la gran tabla de salvación, que es la Corte Suprema”. Por la tarde se produce un saldo de varios heridos peronistas que manifestaban pidiendo el regreso de Perón. Trasciende que el Coronel Perón enfermo y Evita abandonaron su domicilio de la calle Posadas y se trasladaron al recreo “Tres Bocas”, en el Tigre.

Sábado 13: En horas de la mañana oficiales de la Marina lo obligan, a pesar de encontrarse con un problema de pléura, a abandonar su casa y lo trasladan a la cañonera “Independencia” en la que es transportado a la Isla Martín García, en calidad de detenido.

Evita comienza a luchar por su liberación:
Domingo 14: El Gral. Ávalos asume los ministerios de Interior y Hacienda y Vernengo Lima los ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia e Instrucción Pública. La oposición festeja su triunfo, pero crece el descontento popular.

Lunes 15: Los políticos piden que el gobierno sea entregado a la Corte Suprema. Corre la versión de que Perón será trasladado de la Isla Martín García al Hospital Militar. El Ministro de Guerra manifiesta que Perón no está detenido.

Martes 16: Perón pide mediante nota que se aclare su situación. Como respuesta le envían dos médicos y un Teniente de navío. En Campo de Mayo se encuentra detenido el Coronel Domingo Mercante. Empiezan los primeros síntomas de debilidad del gobierno con el anuncio de Ávalos de que Perón no será procesado, pero ya los obreros, especialmente de los frigoríficos, comienzan a abandonar las empresas. La CGT resuelve declarar la “huelga general revolucionaria” por 48 horas en todo el país
Pero desde el jueves 18 “Queremos a Perón” es el grito de los trabajadores en la calles.

Miércoles 17 de Octubre de 1945: Es un día primaveral. La temperatura oscila entre los 13° y 25° C.

3.30 horas: El Presidente Farrell, dispone que Perón sea trasladado al Hospital Militar, pese a la oposición de Ávalos.

7.00 horas: Los primeros obreros llegan a Plaza de Mayo. Se levantan los puentes sobre el Riachuelo. El puente ferroviario es fijo y no lo pueden levantar y por él llega el grueso de los manifestantes del sur.

11.00 horas: Hay alrededor de 10.000 personas frente a la Casa Rosada.
12.00 horas: Se informa que a pedido del interesado se le ha otorgado el retiro al Coronel Perón.

13.00 horas: La cúpula de la CGT encabezada por el dirigente Silvio Portieri anuncia al Presidente Farrell la huelga general por 48 horas para el 18 de octubre y expresan los siguientes motivos: a) Contra la entrega del gobierno a la Corte; b) Formación de un gobierno que garantice la democracia y la libertad; c) Llamado a elecciones libres, mantenimiento y ampliación de las conquistas sociales, aumento de salarios, cumplimiento integral del Estatuto del Peón (Instituido por Perón) y reparto de la tierra entre quienes la trabajan. Manifestantes que se enteran que Perón está en el Hospital Militar, marchan al lugar.

14.00 horas: La multitud pide ver a Perón y este recibe a una delegación encabezada por un sacerdote. Les promete que seguirá luchando y les pide calma y firmeza. Muchos policías se vuelcan a favor de los trabajadores.

16.00 horas: La Plaza de Mayo está repleta. Se calcula alrededor de un millón de personas.

16.15 horas: El Ministro Ávalos intenta hablar desde los balcones pero es recibido con una ensordecedora silbatina.

17.00 horas: Avalos y dirigentes gremiales anuncian desde los balcones que Perón está libre. La multitud exige verlo.

18.00 horas: Ávalos intenta nuevamente hablar, pero el pueblo allí reunido ovaciona a Mercante que en esos momentos es visto en otro balcón. A través de un amplificador, Mercante dice: “El Coronel Perón me ha encargado que les pida que tengan calma. Les anuncio que dentro de unos minutos Ávalos hablará con Perón.

19.45 horas: Una delegación de 20 obreros emplazan al gobierno para que en media hora aparezca Perón en los balcones, caso contrario invadirán el edificio.

20.10 horas: Enardecida la multitud arremete contra el edificio, pero por un parlante se anuncia que Perón hablará a las 21 horas. El pueblo grita “¡Ahora, ahora!”. Perón ya está en la Casa Rosada. Ávalos le pide que hable, pero que no mencione que estuvo detenido. Perón accede.

23.00 horas: Perón se aproxima al balcón y saluda con los brazos en alto con su conocida sonrisa. Lo hace durante 15 minutos que duran los aplausos y vítores.
Para reflexionar:
Como aquél 17 de octubre de 1945, si hoy queremos un Pueblo feliz y una Patria grande, desterremos los vicios y construyamos sobre la base de las virtudes fundamentales que son: humildad, dignidad, modestia, sinceridad, generosidad, desinterés, solidaridad y lealtad.

El 17 de octubre de 1945
Hito irrepetible en la historia de un pueblo, las grandes marchas marcan el punto de inflexión de las políticas. El peronismo celebra hoy su cumpleaños.

La conspiración democrática seguía adelante.
Evita lo acompañaba y según cuenta Perón no era conocida y por lo tanto no fue molestada. Los empleados del Correo y algunos marinos de la cañonera estaban con él, le aseguraban. De vuelta en Buenos Aires, la esposa del coronel comenzó a desarrollar una dura tarea. Iba perfilándose Evita. Se entrevistó con los líderes gremiales que apoyaban a Perón, ó con los obreros en los bares ó en sus casas. Siempre junto a Perón y su causa. En tanto, cuidaba la casa de la calle Posadas donde ambos vivieron su historia de amor.

Perón estuvo ocho días en Martín García y se enteró por radio de lo que pasaba. El pueblo comenzó a movilizarse, la violencia mostraba su cara, con tranvías volcados y autos incendiados.
La gente comenzó a llegar desde todos lados, en camiones, a pie, cruzando el Riachuelo en bote porque la policía había levantado los puentes.
Hasta que los hechos empujaron a los militares a buscarlo para que calmara al pueblo. Les ha pasado esto porque todos ustedes son unos bárbaros. El pueblo se ha echado a la calle porque ustedes han querido voltearme. ¿ Y que han conseguido? ¡Sublevar al país!
Y en la noche del 17 de Octubre, el Coronel Juan Domingo Perón salía al balcón... La multitud, el pueblo bramaba... Comenzaba otra historia. Una epopeya como pocas en el mundo...
Nunca habrá otro 17 de octubre.

Juan Adolfo Flury es un vivaz y memorioso militante de 81 años que vive desde hace 48 años en Ciudad Evita, donde conduce desde 1953, la Unidad Básica Evita Eterna, y participó del 17 en la Plaza de Mayo. Así lo contó:
- En 1945 yo ya trabajaba políticamente en los cuadros denominados Soldados de Perón que tenían la misión específica de mantener las pintadas en todos los barrios de Capital Federal.
-Estos trabajos se hacían de noche y los había creado el Coronel Domingo Mercante. Comenzamos en 1943 y para el 45 ya éramos una masa concientizada. Yo viví el 17 de Octubre como uno más, porque era muy grande la alegría y la afluencia de gente. La mañana de ese día nos juntamos todos los muchachos del grupo y comenzamos a avisar a todos los obreros que había que salir. Yo trabajaba en la firma Bonafide como encargado de control de calidad y no quedó nadie en la fábrica. Recuerdo que después me echaron de ahí por hacer cumplir las leyes laborales.
--¿Se pasaron todo el día en la Plaza de Mayo?
-- Sí, nadie se movió de su lugar. Los bolicheros de los alrededores no daban algún sanguchito y agua para aguantar. De alguna forma fue una fiesta, nunca vi algo así. No había ninguna información oficial, pero cuando a la noche se corrió la voz de que venía el General, la gente saltaba, cantaba, lloraba. Cuando recuerdo esos años.. se vivía tranquilo y con respeto. Para mí, nunca habrá otro 17 de Octubre...

¿Por qué cree usted que se genera el 17 de Octubre?
Este cambio se dio porque el estado de la gente era tremendo, había mucha pobreza, mucha pasividad. El obrero soportaba toda con estoicidad, se aguantaba horas y horas paradas frente a un cartel que pedía 2 obreros pero recién al otro día. Era tanta la pobreza, que la que hay ahora ya no me asusta. Eso fue generando una conciencia que está muy bien expresada en la Doctrina Peronista, ésa que muchos peronistas olvidaron y otros ni la conocen. Hoy eso de que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista ya no existe más. Hoy si usted dice que es peronista le preguntan primero de qué línea es... a quien responde...

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