17
DE OCTUBRE DE 1945
JUAN DOMINGO PERÓN Y EL 17 DE OCTUBRE
MOVILIZACIÓN POPULAR A PLAZA DE MAYO
Producción
Periodística de Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital
13 de julio
del 2016
El 17 de octubre de 1945
Hito irrepetible en la historia de un pueblo, las grandes marchas
marcan el punto de inflexión de las políticas.
El peronismo celebra hoy su cumpleaños
Por Juan
Domingo Perón
Breve
Síntesis
El 17 de octubre de 1945 marcó la historia del pueblo
argentino. Sus efectos políticos y sus realizaciones
aún perduran: nació el peronismo.
El presidente, general Edelmiro J. Farrell nombró al
coronel Juan Domingo Perón secretario de Trabajo y Previsión,
ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación, cargos
en los que desempeñó una intensa actividad.
Las movilizaciones populares que se produjeron el 17 de octubre
de 1945 serían de esperar: como secretario de Trabajo
y Previsión, Perón se había granjeado la
lealtad de los obreros, a través de importantes medidas,
como numerosos aumentos de salarios, y proyectos que poco después
se concretarían, como la Justicia de Trabajo o el pago
de las vacaciones y el aguinaldo.
El sindicalismo argentino, hasta entonces desanimado por las
propuestas de lucha de comunistas y socialistas, se aproximó
a las soluciones reales y concretas que les ofrecía el
General Perón. Pero el 8 de octubre de 1945, el general
Avalos pidió a Farrell que destituyese a Perón.
Señalado como la eminencia gris del gobierno, Perón
fue detenido y llevado a la isla Martín García,
y luego al Hospital Militar. Amplios sectores populares que
no respondían a ningún partido tradicional, sino
a un hombre y un proyecto nacional, irrumpieron en la vida política.
Marcharon a Plaza de Mayo y reclamaron la libertad de su líder.
Desde las primeras horas de la mañana del 17, llegan
columnas de manifestantes con banderas y pancartas a la Plaza
de Mayo. Vienen desde Avellaneda, Lanús, Banfield, Quilmes,
San Martín. Cruzan el Riachuelo por el puente Pueyrredón.
Cuando la policía lo levanta siguen cruzando en botes,
tablas o a nado.
Los manifestantes, refrescándose los pies en las fuentes
de la Plaza, se convertirían en todo un símbolo
del movimiento nacional y popular mas importante de Argentina:
El Peronismo
Testimonios
del 17 de octubre del 45
-Nunca olvidaré aquél 17 de Octubre. Tras la ovación
que siguió a mis palabras, la gente repetía con
insistencia: ¿Dónde estuvo, donde estuvo?. Y acostumbrado
a dialogar con el pueblo respondí: estuve en un lugar
adonde volvería muchas veces con tal de ayudarles a ustedes.
Así cuenta ese momento el Teniente General Juan Domingo
Perón en sus memorias y es una de las anécdotas
más ocurrentes porque cuando llega al balcón,
en la noche de ese día histórico no sabía
qué decir... Curiosa confesión...
Culminaba así una gesta, una epopeya que daba inicio
a un movimiento popular que configuraba un Líder, un
Conductor. Ése a quien miles y miles de argentinos siguieron
y siguen y con cuyo nombre e ideología otros pocos trataron
y tratan de aprovechar para hacer negocios, coimeando, ejerciendo
la corrupción. Diciéndose Justicialistas.
Los
días previos
Las disputas de los militares del gobierno del General Edelmiro
J. Farrell con los más representativos vecinos de “la
parte sana y principal del vecindario de Buenos Aires”
eran cada vez más violentos.
Los logros de Perón en beneficio de la gente humilde,
desde la Secretaría de Previsión y luego la Vicepresidencia
había puesto nerviosos a los oligarcas de entonces. Y
vinieron los planteos.
El 12 de
octubre Perón se había ido con Evita a la isla
Martín García para descansar unos días
pero a la madrugada del día siguiente el Jefe de Policía,
Coronel Mittelbach, llega a la isla para comunicarle en nombre
del Presidente Farrell que debe constituirse detenido en un
barco de guerra.
La conspiración democrática seguía adelante.
Evita lo
acompañaba y según cuenta Perón no era
conocida y por lo tanto no fue molestada. Los empleados del
Correo y algunos marinos de la cañonera estaban con él,
le aseguraban. De vuelta en Buenos Aires, la esposa del coronel
comenzó a desarrollar una dura tarea. Iba perfilándose
Evita. Se entrevistó con los líderes gremiales
que apoyaban a Perón, ó con los obreros en los
bares ó en sus casas. Siempre junto a Perón y
su causa. En tanto, cuidaba la casa de la calle Posadas donde
ambos vivieron su historia de amor.
Perón estuvo ocho días en Martín García
y se enteró por radio de lo que pasaba. El pueblo comenzó
a movilizarse, la violencia mostraba su cara, con tranvías
volcados y autos incendiados.
La gente
comenzó a llegar desde todos lados, en camiones, a pie,
cruzando el Riachuelo en bote porque la policía había
levantado los puentes.
Hasta que los hechos empujaron a los militares a buscarlo para
que calmara al pueblo. Les ha pasado esto porque todos ustedes
son unos bárbaros. El pueblo se ha echado a la calle
porque ustedes han querido voltearme. ¿Y que han conseguido?
¡Sublevar al país!
Y en la noche del 17 de Octubre, el Coronel Juan Domingo Perón
salía al balcón... La multitud, el pueblo bramaba...
Comenzaba otra historia. Una epopeya como pocas en el mundo...
Nunca habrá
otro 17 de octubre.
Juan Adolfo Flury es un vivaz y memorioso militante de 81 años
que vive desde hace 48 años en Ciudad Evita, donde conduce
desde 1953, la Unidad Básica Evita Eterna, y participó
del 17 en la Plaza de Mayo. Así lo contó:
- En 1945 yo ya trabajaba políticamente en los cuadros
denominados Soldados de Perón que tenían la misión
específica de mantener las pintadas en todos los barrios
de Capital Federal.
-Estos trabajos se hacían de noche y los había
creado el Coronel Domingo Mercante. Comenzamos en 1943 y para
el 45 ya éramos una masa concientizada. Yo viví
el 17 de Octubre como uno más, porque era muy grande
la alegría y la afluencia de gente. La mañana
de ese día nos juntamos todos los muchachos del grupo
y comenzamos a avisar a todos los obreros que había que
salir. Yo trabajaba en la firma Bonafide como encargado de control
de calidad y no quedó nadie en la fábrica. Recuerdo
que después me echaron de ahí por hacer cumplir
las leyes laborales.
--¿Se pasaron todo el día en la Plaza de Mayo?
-- Sí, nadie se movió de su lugar. Los bolicheros
de los alrededores no daban algún sanguchito y agua para
aguantar. De alguna forma fue una fiesta, nunca vi algo así.
No había ninguna información oficial, pero cuando
a la noche se corrió la voz de que venía el General,
la gente saltaba, cantaba, lloraba. Cuando recuerdo esos años..
se vivía tranquilo y con respeto. Para mí, nunca
habrá otro 17 de Octubre...
--¿ Por qué cree usted que se genera el 17 de
Octubre?
--Este cambio se dio porque el estado de la gente era tremendo,
había mucha pobreza, mucha pasividad. El obrero soportaba
toda con estoicidad, se aguantaba horas y horas parado frente
a un cartel que pedía 2 obreros pero recién al
otro día. Era tanta la pobreza, que la que hay ahora
ya no me asusta. Eso fue generando una conciencia que está
muy bien expresada en la Doctrina Peronista, ésa que
muchos peronistas olvidaron y otros ni la conocen. Hoy eso de
que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista ya
no existe más. Hoy si usted dice que es peronista le
preguntan primero de qué línea es... a quien responde...
Los recuerdos
de Perón y Evita.
¿Usted vio a Perón antes y después del
17, Flury?
--Sí, antes del 17 dos veces porque, como le dije, formábamos
el grupo “Soldados de Perón”, pero luego
comencé a trabajar en la Subsecretaría de Informaciones
de la Presidencia de la Nación con excelentes periodistas
como Enrique Portugal, José Ramón Luna, Gastón
Talamón y los hermanos Sojit, entre otros. Como yo era
un hombre de confianza a menudo llevaba mensajes directamente
al General. Para mí era muy fácil verlo, pero
siempre me emocionaba y casi ni podía hablar. Era un
tipo que se sonreía y lo cautivaba a uno.
Después vino Evita, entonces Perón pasó
a un plano superior, al de las grandes realizaciones del país,
y ella quedó en el aspecto social. Era una mujer absorbente
que no aceptaba errores y que exigía el cumplimiento
al momento de los pedidos de los pobres. ¡Y guay que alguno
despreciara a su gente! Una vez fui a Tucumán con ella
en el tren que paró fuera de la estación.
La gente
quería verla, tocarla, darle cosas... Una viejita no
podía pasar entre la gente con un plato para ella, tapado
con un repasador. Evita la vio y la llamó, así
la viejita pudo entregarle unas empanadas que le había
hecho. Uno de la comitiva dijo: “¿Tanto lío
esta vieja por unas empanadas?” Evita lo escuchó
y lo mandó bajarse del tren y volver a Buenos Aires,
despedido.
Ése
era el respeto que ella tenía por la pobreza. Se desesperaba
cuando no podía hacer algo por un chico desnudo, trabajaba
muchas horas y no comía normalmente. Comía y trabajaba
al mismo tiempo.
Un día Evita me preguntó: -¿Qué
necesita Flury? -Una casa señora-, le dije, porque vivía
en una piecita con cocina con mi esposa en Flores. Así
vine en el ´52 a la sección 1°, Circunscripción
1°. De esta hermosa Ciudad Evita que es un ejemplo de obra
los obreros y nunca se terminó y además, está
abandonada.
Estaba embarazada pero igual fui.
-A Perón
lo habían llevado preso a Martín García
y había orden de que no se diera ninguna noticia al pueblo,
pero nos enteramos por Radio Colonia dónde estaba. Mi
marido me avisó que se iba a la Plaza de Mayo y me dijo
que me quedara porque estaba embarazada de cinco meses.
-Nosotros vivíamos en la calle Esmeralda al 600 y me
metí en una caravana donde iban hombres y mujeres mezclados.
Unos muchachos me hicieron como una cadena cuando me vieron
para que nadie me empujara ó golpeara. Llegamos a la
Plaza y nos quedamos a la altura de la Catedral, después
me ubiqué más en el centro de la Plaza, solita,
sin saber dónde estaba mi marido.
-La gente estaba enardecida pero sin provocar ningún
desmán. Empezaron a correr rumores de que ya lo traían
y salió al balcón el General Farrell diciendo
que Perón estaba viniendo...
Así
contaba su testimonio la Sra. Juana Álvarez de Pérez,
una simpática tucumana de 80 años que vive en
Ciudad Evita desde 1952.
-Nadie le creía al Coronel Farrell, sólo queríamos
verlo vivo a Perón. Así pasaron las horas y después
de las 8 de la noche se asomó por una ventana y nos gritó²
Hola, compañeros. Ahí fue un solo grito y una
ovación. Perón sí, otro no, gritaban.
-Después,
habló Farrell y otra persona que no recuerdo quién
era, y al final, ¡¡Perón!! Cantamos el Himno
y así la gente fue calmándose.
-Bueno, ahora vayan tranquilos para sus casas, nos pedía
el general. Entonces todos gritaban: Mañana San Perón.
Y así fue...
El regreso se me hizo difícil, porque era tanta la gente
que había llegado de todas partes, que recién
llegué a las cinco de la mañana a mi casa.
Imagínese, ¡¡quién iba a dormir esa
noche!!
Discurso del coronel Perón después de ser liberado
del cautiverio, frente a mas de dos millones de trabajadores
que reclamaban su liberación en la histórica Plaza
de Mayo.
-Sobre la hermandad de los que trabajan
ha de levantarse nuestra hermosa Patria
Revolución del 17 de Octubre de 1945 El Pueblo de Pie,
Historia Argentina
Cronología; Los hechos del 17 de octubre
Martes 9 de octubre de 1945: El gobierno convoca a elecciones
presidenciales y legislativas para el 7 de abril de 1946.-
18 horas:
El gobierno difunde la noticia que el coronel Juan Domingo Perón
dimitió de todos sus cargos públicos “para
cumplir con su palabra empeñada, de renunciar apenas
conociera la fecha de las elecciones”. Entre policías
y trabajadores que vitorean a Perón, se produce un tiroteo
en las inmediaciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión
donde resultan varios trabajadores heridos. Se aplica la censura
a los diarios. La oposición expresa su júbilo.
Miércoles
10: El Coronel Perón se despide de sus colaboradores
y miles de trabajadores se reúnen para pedirle que se
quede. Por la noche el gobierno anuncia que aceptó la
renuncia.
Jueves 11:
Los diarios no salen. Asume el Ministerio de Guerra el Gral.
Ávalos. Se rumorea sobre la dimisión de todo el
gabinete. Tres Jefes del Ejército y tres de la Marina
se entrevistan con el Ávalos, presumiblemente para pedirle
que entregue el gobierno a la Corte Suprema. A medianoche se
anuncia oficialmente la convocatoria a elecciones.
Viernes
12: El gobierno cede paulatinamente ante la oposición.
Se realizan conciliábulos para reemplazar al gabinete.
14 horas:
Mediante un parte se informa que “los ministros han renunciado”.
La oposición a través de la Junta de Coordinación
Democrática organiza una concentración en Plaza
San Martín. Los asistentes comen servidos por sus criados,
lo que dio lugar a que se le denominara “el picnic de
la Plaza San Martín” en contraste a lo que días
después la actitud de los obreros que, cansados y sudorosos
mojaron sus pies en las fuentes de Plaza de Mayo, se conoció
como “las patas de la fuente”.
En el Círculo Militar ubicado frente a la Plaza San Martín
deliberan jefes del ejército y la marina con civiles
como Américo Ghioldi, Alfredo Palacios y otros. Uno tras
otro se hacen presentes en los balcones para hablar ante el
público. El Almirante Vernengo Lima, Ministro de Marina
señala que el gabinete ha renunciado y que “Nuestro
país tiene en estos momentos la gran tabla de salvación,
que es la Corte Suprema”. Por la tarde se produce un saldo
de varios heridos peronistas que manifestaban pidiendo el regreso
de Perón. Trasciende que el Coronel Perón enfermo
y Evita abandonaron su domicilio de la calle Posadas y se trasladaron
al recreo “Tres Bocas”, en el Tigre.
Sábado
13: En horas de la mañana oficiales de la Marina lo obligan,
a pesar de encontrarse con un problema de pléura, a abandonar
su casa y lo trasladan a la cañonera “Independencia”
en la que es transportado a la Isla Martín García,
en calidad de detenido.
Evita comienza
a luchar por su liberación:
Domingo 14: El Gral. Ávalos asume los ministerios de
Interior y Hacienda y Vernengo Lima los ministerios de Relaciones
Exteriores y de Justicia e Instrucción Pública.
La oposición festeja su triunfo, pero crece el descontento
popular.
Lunes 15:
Los políticos piden que el gobierno sea entregado a la
Corte Suprema. Corre la versión de que Perón será
trasladado de la Isla Martín García al Hospital
Militar. El Ministro de Guerra manifiesta que Perón no
está detenido.
Martes 16:
Perón pide mediante nota que se aclare su situación.
Como respuesta le envían dos médicos y un Teniente
de navío. En Campo de Mayo se encuentra detenido el Coronel
Domingo Mercante. Empiezan los primeros síntomas de debilidad
del gobierno con el anuncio de Ávalos de que Perón
no será procesado, pero ya los obreros, especialmente
de los frigoríficos, comienzan a abandonar las empresas.
La CGT resuelve declarar la “huelga general revolucionaria”
por 48 horas en todo el país
Pero desde el jueves 18 “Queremos a Perón”
es el grito de los trabajadores en la calles.
Miércoles
17 de Octubre de 1945: Es un día primaveral. La temperatura
oscila entre los 13° y 25° C.
3.30 horas:
El Presidente Farrell, dispone que Perón sea trasladado
al Hospital Militar, pese a la oposición de Ávalos.
7.00 horas:
Los primeros obreros llegan a Plaza de Mayo. Se levantan los
puentes sobre el Riachuelo. El puente ferroviario es fijo y
no lo pueden levantar y por él llega el grueso de los
manifestantes del sur.
11.00 horas:
Hay alrededor de 10.000 personas frente a la Casa Rosada.
12.00 horas: Se informa que a pedido del interesado se le ha
otorgado el retiro al Coronel Perón.
13.00 horas:
La cúpula de la CGT encabezada por el dirigente Silvio
Portieri anuncia al Presidente Farrell la huelga general por
48 horas para el 18 de octubre y expresan los siguientes motivos:
a) Contra la entrega del gobierno a la Corte; b) Formación
de un gobierno que garantice la democracia y la libertad; c)
Llamado a elecciones libres, mantenimiento y ampliación
de las conquistas sociales, aumento de salarios, cumplimiento
integral del Estatuto del Peón (Instituido por Perón)
y reparto de la tierra entre quienes la trabajan. Manifestantes
que se enteran que Perón está en el Hospital Militar,
marchan al lugar.
14.00 horas:
La multitud pide ver a Perón y este recibe a una delegación
encabezada por un sacerdote. Les promete que seguirá
luchando y les pide calma y firmeza. Muchos policías
se vuelcan a favor de los trabajadores.
16.00 horas:
La Plaza de Mayo está repleta. Se calcula alrededor de
un millón de personas.
16.15 horas:
El Ministro Ávalos intenta hablar desde los balcones
pero es recibido con una ensordecedora silbatina.
17.00 horas:
Avalos y dirigentes gremiales anuncian desde los balcones que
Perón está libre. La multitud exige verlo.
18.00 horas:
Ávalos intenta nuevamente hablar, pero el pueblo allí
reunido ovaciona a Mercante que en esos momentos es visto en
otro balcón. A través de un amplificador, Mercante
dice: “El Coronel Perón me ha encargado que les
pida que tengan calma. Les anuncio que dentro de unos minutos
Ávalos hablará con Perón.
19.45 horas:
Una delegación de 20 obreros emplazan al gobierno para
que en media hora aparezca Perón en los balcones, caso
contrario invadirán el edificio.
20.10 horas:
Enardecida la multitud arremete contra el edificio, pero por
un parlante se anuncia que Perón hablará a las
21 horas. El pueblo grita “¡Ahora, ahora!”.
Perón ya está en la Casa Rosada. Ávalos
le pide que hable, pero que no mencione que estuvo detenido.
Perón accede.
23.00 horas:
Perón se aproxima al balcón y saluda con los brazos
en alto con su conocida sonrisa. Lo hace durante 15 minutos
que duran los aplausos y vítores.
Para reflexionar:
Como aquél 17 de octubre de 1945, si hoy queremos un
Pueblo feliz y una Patria grande, desterremos los vicios y construyamos
sobre la base de las virtudes fundamentales que son: humildad,
dignidad, modestia, sinceridad, generosidad, desinterés,
solidaridad y lealtad.
El 17 de octubre de 1945
Hito irrepetible en la historia de un pueblo, las grandes marchas
marcan el punto de inflexión de las políticas.
El peronismo celebra hoy su cumpleaños.
La conspiración
democrática seguía adelante.
Evita lo acompañaba y según cuenta Perón
no era conocida y por lo tanto no fue molestada. Los empleados
del Correo y algunos marinos de la cañonera estaban con
él, le aseguraban. De vuelta en Buenos Aires, la esposa
del coronel comenzó a desarrollar una dura tarea. Iba
perfilándose Evita. Se entrevistó con los líderes
gremiales que apoyaban a Perón, ó con los obreros
en los bares ó en sus casas. Siempre junto a Perón
y su causa. En tanto, cuidaba la casa de la calle Posadas donde
ambos vivieron su historia de amor.
Perón
estuvo ocho días en Martín García y se
enteró por radio de lo que pasaba. El pueblo comenzó
a movilizarse, la violencia mostraba su cara, con tranvías
volcados y autos incendiados.
La gente comenzó a llegar desde todos lados, en camiones,
a pie, cruzando el Riachuelo en bote porque la policía
había levantado los puentes.
Hasta que los hechos empujaron a los militares a buscarlo para
que calmara al pueblo. Les ha pasado esto porque todos ustedes
son unos bárbaros. El pueblo se ha echado a la calle
porque ustedes han querido voltearme. ¿ Y que han conseguido?
¡Sublevar al país!
Y en la noche del 17 de Octubre, el Coronel Juan Domingo Perón
salía al balcón... La multitud, el pueblo bramaba...
Comenzaba otra historia. Una epopeya como pocas en el mundo...
Nunca habrá otro 17 de octubre.
Juan Adolfo
Flury es un vivaz y memorioso militante de 81 años que
vive desde hace 48 años en Ciudad Evita, donde conduce
desde 1953, la Unidad Básica Evita Eterna, y participó
del 17 en la Plaza de Mayo. Así lo contó:
- En 1945 yo ya trabajaba políticamente en los cuadros
denominados Soldados de Perón que tenían la misión
específica de mantener las pintadas en todos los barrios
de Capital Federal.
-Estos trabajos se hacían de noche y los había
creado el Coronel Domingo Mercante. Comenzamos en 1943 y para
el 45 ya éramos una masa concientizada. Yo viví
el 17 de Octubre como uno más, porque era muy grande
la alegría y la afluencia de gente. La mañana
de ese día nos juntamos todos los muchachos del grupo
y comenzamos a avisar a todos los obreros que había que
salir. Yo trabajaba en la firma Bonafide como encargado de control
de calidad y no quedó nadie en la fábrica. Recuerdo
que después me echaron de ahí por hacer cumplir
las leyes laborales.
--¿Se pasaron todo el día en la Plaza de Mayo?
-- Sí, nadie se movió de su lugar. Los bolicheros
de los alrededores no daban algún sanguchito y agua para
aguantar. De alguna forma fue una fiesta, nunca vi algo así.
No había ninguna información oficial, pero cuando
a la noche se corrió la voz de que venía el General,
la gente saltaba, cantaba, lloraba. Cuando recuerdo esos años..
se vivía tranquilo y con respeto. Para mí, nunca
habrá otro 17 de Octubre...
¿Por
qué cree usted que se genera el 17 de Octubre?
Este cambio se dio porque el estado de la gente era tremendo,
había mucha pobreza, mucha pasividad. El obrero soportaba
toda con estoicidad, se aguantaba horas y horas paradas frente
a un cartel que pedía 2 obreros pero recién al
otro día. Era tanta la pobreza, que la que hay ahora
ya no me asusta. Eso fue generando una conciencia que está
muy bien expresada en la Doctrina Peronista, ésa que
muchos peronistas olvidaron y otros ni la conocen. Hoy eso de
que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista ya
no existe más. Hoy si usted dice que es peronista le
preguntan primero de qué línea es... a quien responde...
Imagínese,
quién iba a dormir esa noche