DOCUMENTOS
/ DISCURSOS / LEYES
MENSAJES
DE PERÓN SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL AGUA
Producción
Villa Crespo Digital
12
de mayo del 2015
Dijo
Perón;
A la irracionalidad del suicidio
colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de
supervivencia.
El
mundo actual está convirtiendo la Tierra en basurales.
1.
Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los
hombres, especialmente en los dirigentes de los países
más altamente industrializados; una modificación
de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo,
en particular en los países de alta tecnología
donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de
una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre
la humanidad y el resto de la naturaleza.
2.
Esa revolución mental implica comprender que el hombre
no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un
adecuado ciclo biológico general; que la tecnología
es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener
un límite y que incluso habrá que renunciar alguna
de las comodidades que nos ha brindado la civilización;
que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible que
los recursos naturales resultan aceptables y por lo tanto deben
ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre; que el
crecimiento de la población es aumentar la reducción
y mejorar la distribución de alimentos y la difusión
de servicios sociales como la educación y la salud pública,
y que la educación y el sano esparcimiento deberán
reemplazar el papel que los bienes y servicios superfluos juegan
actualmente en la vida del hombre.
3.
Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos
naturales. Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación
de exigir, a sus ciudadanos el cuidado y utilización
racional de los mismos. El derecho a la subsistencia individual
impone el deber hacia la supervivencia colectiva, ya se trate
de ciudadanos o pueblos.
4.
La modificación de las estructuras sociales y productivas
en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no pueden
seguir siendo el motor básico de sociedad alguna. y que
la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema,
no solo para el beneficio directo de los hombres sino para aumentar
la producción de alimentos y bienes necesarios; consecuentemente,
las prioridades de producción de bienes y servicios deben
ser alteradas en mayor o menor grado según el país
de que se trate. En otras palabras: necesitamos nuevos modelos
de producción, consumo, organización y desarrollo
tecnológico que, al mismo tiempo que den prioridad a
la satisfacción de las necesidades esenciales del ser
humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan
al mínimo posible la contaminación ambiental.
5.
Necesitamos un hombre mentalmente nuevo en un mundo físicamente
nuevo. No se puede construir una nueva sociedad basada en el
pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado
por la contaminación del ambiente exhausto y la sed y
enloquecido por el ruido y el hacinamiento. Debemos transformar
a las ciudades cárceles del presente en las ciudades
jardines del futuro.
6.
El crecimiento de la población debe ser planificado,
en lo posible de inmediato, pero a través de métodos
que no perjudiquen la salud humana, según las condiciones
particulares de cada país (esto no rige para la Argentina,
por ejemplo) y en el marco de políticas económicas
y sociales globalmente racionales.
7.
La lucha contra la contaminación del ambiente y de la
biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el
ruido y el hacinamiento de la ciudades, debe iniciarse ya a
nivel municipal, nacional e internacional. Estos problemas,
en el orden internacional, deben pasar a la agenda de las negociaciones
entre las grandes potencias y a la vida permanente de la Naciones
Unidas con carácter de primera prioridad. Este, en su
conjunto, no es un problema más de la humanidad; es el
problema.
8.
Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble
con la justicia social, el de la soberanía política
y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión
y la cooperación internacional.
9-
Muchos de estos problemas deberán ser encarados por encima
de las diferencias ideológicas que separan a los individuos
dentro de sus sociedades o a los Estados unidos dentro de la
comunidad internacional.
(Juan
Domingo Perón. Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos
del Mundo. Madrid, 21 de febrero de 1972)
JUAN DOMINGO PERÓN HABLA DEL AGUA Y LAS GUERRAS
DEL FUTURO
AGUA
GEOESTRATEGIA
DEL AGUA Y LAS GUERRAS DEL FUTURO
Agua
potable: una mirada política y económica
El
mundo actual está convirtiendo la Tierra en basurales.
A los ríos los está transformando en cloacas.
Ya en la mayor parte del mundo no quedan aguas potables en sus
cursos. Eso nos está ocurriendo aquí ¡Cómo
será en Europa, y especialmente en los países
de intensa superpoblación! Los bosques los estamos talando,
es decir, suprimiendo las grandes fábricas de oxígeno
que la Tierra tiene; y como si eso fuera poco, estamos cubriendo
el mar con una capa de aceite que no permite la liberación
de oxígeno. Estados Unidos se quedará sin petróleo
en pocos años y en un tiempo más se quedará
sin hierro. Imaginen Europa, que ya no tiene prácticamente
nada de esto. Es un mundo que se va quedando sin tierra, sin
agua potable, sin oxígeno, es decir, sin aire. Solamente
las grandes zonas de reserva del mundo tienen todavía
en sus manos las posibilidades de sacarle a la tierra la alimentación
necesaria para este mundo superpoblado y la materia prima para
este mundo superindustrializado. Nosotros constituimos una de
esas grandes reservas; ellos son los ricos del pasado. Si sabemos
proceder, seremos nosotros los ricos del futuro.
“La situación internacional está sufriendo
profundas conmociones, los pueblos comienzan a despertar motivando
que los países dependientes se vean obligados a tomar
partido frente a dos elecciones: elegir entre el neocolonialismo
o la liberación. Aquella nación que pierde el
control de su economía, pierde su soberanía. La
conformación del Modelo argentino tendrá que tender
hacia una síntesis entre lo que elaboremos racionalmente
y lo que la propia comunidad quiera. En síntesis, el
problema actual es eminentemente político y sin solución
política no hay ninguna solución para otros sectores
en particular. Hay sectores internos cuyos objetivos coinciden
con los de los imperialismos. Obviamente, la capacidad de decisión
de estos sectores debe ser debilitada o anulada. La historia
muestra también que está terminando en el mundo
el reinado de las oligarquías y las burguesías
y que comienza el gobierno de los pueblos. Con ello, el demoliberalismo
y su consecuencia, el capitalismo, están cerrando su
ciclo. La economía nunca ha sido libre: o la controla
el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios
en su propio beneficio. Es necesario, instaurar un inalienable
principio de objetividad. No puedo pensar otro criterio de objetividad
que no sea la presencia de la voluntad del pueblo como guardián
de su propio destino. Si tuviera que decidirme por un factor
aglutinante, optaría por la solidaridad social”.
“El
hombre no es un ser angélico y abstracto. En la constitución
de su esencia está implícita su situación,
su conexión con una tierra determinada, su inserción
en un proceso histórico concreto. Ser argentino significa
que, ser lúcido y activo habitante de su peculiar situación
histórica, forma parte de la plena realización
de su existencia. Es decir, habitante de su hogar, de la Argentina,
su Patria. Por lo tanto, lo que realmente distingue al argentino
del europeo o el africano es su radical correspondencia con
una determinada situación geopolítica, su íntimo
compromiso moral con el destino de la tierra que lo alberga
y su ineludible referencia a una historia específica
que perfila lentamente la identidad del pueblo. Mi humilde pedido
se reduce a solicitar a cada argentino que actualice en profundidad
su adherencia a esta tierra, que recuerde que sobre su compromiso
y su autenticidad brotarán las semillas de una Patria
Justa, Libre y Soberana”.
Caracteres:
8121