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INTRODUCCIÓN
Para comenzar a referir al proceso
de ocupación y desarrollo del actual territorio
argentino y de su novel Capital Federal, debemos plantearnos
que es la actual Argentina.
Nuestro país es integrante de
los países de América Latina, estos pueblos
tienen una conjunción de diversas culturas, lenguas
y etnias, cuya realidad actual, podemos inferir, es
el fruto de largos y complejos procesos históricos.
La conquista y ocupación del territorio argentino
comenzó a mediados del siglo XVI, cuando los
Incas desde Perú llegaron al norte de Córdoba,
si bien hubo resistencias en el marco de las organizaciones
nativas de estas latitudes, el conglomerado del mundo
incaico atravesó a las comunidades con asiento
en el actual territorio argentino como fue el caso de
los Huarpes, en la región cuyana. En la actualidad
estudios históricos y antropológicos,
arqueológicos hablan de una influencia hasta
el norte de la provincia de Buenos Aires.
La entrada de los españoles,
a través de la conquista, fue una compleja realidad
de exterminios, represiones, cooptaciones de los indígenas,
a la vez que los redujeron en encomiendas, mitas, repúblicas
de indios, reservaciones y otras formas que rompieron
con las comunidades originarias y su desarrollo. Por
otro lado, los españoles fundaron ciudades que
les sirvieron de apoyo para continuar su avance colonizador.
ORIGINARIOS DE BUENOS AIRES
Los primitivos pobladores de la actual
zona de influencia de Buenos Aires fueron los Querandíes.
Los Querandíes,
pueblo nómada, para algunos registros, luego
podemos inferior un proceso evolutivo, habitaba la margen
derecha del río Paraná, desde la desembocadura
del Cacaraña, en lo que es el sur de la provincia
de Santa Fe, hasta las proximidades de lo que es la
ciudad de Buenos Aires. Al norte de los Querandíes
estaban los Mocovíes. Por otro lado se considera
o cree que los Querandíes conformaron el sector
oriental de los antiguos Pampas y que ocuparon tierras
meridionales.
Además, pareciera que son los
guaraníes quienes les ponen su nombre, por la
dieta que tenían a base de carnes, grasas, por
el olor de los cueros que llevaban y con los cuales
se abrigaban y construían sus viviendas. En este
sentido Antonio Serrano en su trabajo ¨Los aborígenes
argentinos¨, relativiza dicho planteo.
La extinción de los querandíes
fue hacia el siglo XVII, tras la conquista española.
Los Querandíes aparecen en las primeras crónicas
relativas al Río de la Plata; hacia 1528 son
citados por una carta de Diego García. Desde
entonces se los encuentra en documentos hasta 1678,
en tanta población viviente.
Físicamente, los indios Querandíes
mostraban un hermoso físico, bien proporcionado,
de elevada estatura y eran sumamente belicosos. Su vestimenta
consistía en un abrigo de cuero similar al quillango;
las mujeres también usaban una falda que cubría
su cuerpo hasta las rodillas. Durante la estación
fría recurrían a mantos elaborados con
cuero de nutria, como los charrúas y patagones.
De vida semi sedentaria, agrupaban
sus toldos de cuero junto a las aguadas en las épocas
de frío, durante el verano hacían sus
correrías o incursiones hacia el interior.
No hay muchas referencias sobre la
cultura de los Querandíes, los más antiguos
pertenecen a Sebastián Gaboto, quien fundara
la primera población europea en la cuenca del
Río de la Plata: Sancti Spiritu, en el sur de
la provincia de Santa Fe.
Las indagaciones más completas
se deben al germano Ulrico Schmidel, quien luchó
contra ellos y residió casi veinte años
en el Río de la Plata.
Eran buenos corredores, cazadores,
con arco, flecha y boleadoras, cazaban perdices, venados,
codornices y ñandúes. Su industria era
la alfarería.
Creían en un gran Dios al que llamaban Soychu,
quien tenía un contendiente o espíritu
del mal: Gualichu.
Con los españoles adoptaron
el caballo generando un nuevo modo de vida. Si bien
siguieron siendo nómadas o semi nómadas
pudieron ponerse en contacto con otros aborígenes.
No tenemos mucho conocimiento de su
idioma. Una de sus características es la desinencia
o terminación: spen, mpen o
variantes, que aparecen en el nombre de caciques. La
misma también está entre los mbeguá,
cuya lengua sería la misma que la de los querandíes.
De acuerdo a lo que menciona Serrano, las siguientes
palabras serían querandíes:
afia:
arco
codi: traidor
perakat: una palmípeda, quizá
el pato
trofoní: nombre de un ave del
tamaño del faisán
pakahocaf: nombre de una isla
spen o mpen: partícula
que encierra la idea de filiación o quizá
cacique.
También se conocen un par de frases hipotéticamente
querandíes:
¡Codi, codí guahiph gomalat!: ¡Traidor,
traidor, es necesario matarlo!
Agassaganup o zobá:
La luna os hará arrepentir.
Algunos
aspectos relevantes que muestran otros autores, sobre
los originarios de nuestra ciudad, tienen a este pueblo
como que se asemeja a los pueblos del Delta del Paraná
más que a los mismos Pampas. Su alimentación
era a base de pescado. No eran canoeros, esto significa
que su vida no estaba relacionada con las canoas en
forma continua.
Fueron
pescadores, usaban redes, también cazaban, esencialmente
nutrias, ñandúes y ciervos, eran recolectores
de frutos. Con el pescado elaboraban harina y grasa.
Bebían de los cardos, este es un tubérculo,
una planta con la cual saciaban su sed, realizaban sus
correrías por tierra adentro. También
bebían la sangre de los animales cazados.
La
forma de vida parece haber sido en las tolderías
de cuero. En el verano se internaban en el interior
del territorio y en el invierno moraban junto a la costa
donde estaban las pesquerías, este aspecto es
tomado por la generalidad de los investigadores.
Comerciaban
con los indígenas del interior, trocando metales
por cuero. De los guaraníes del Delta habrían
obtenido maíz. Conocieron la cerámica
y la alfarería, esta última es pobre en
formas pero variada en sus motivos decorativos. Tenían
grandes morteros de piedra donde preparaban la harina
de pescado y de maíz.
Sus
armas fueron el arco, las flechas y las boleadoras,
de una o dos piedras. Las flechas eran de caña
con punta de piedra, usualmente de cuarcita o silex.
Usaban también las flechas incendiarias, con
las cuales prendieron fuego a la primera Buenos Aires.
Cabe acotar que se aliaron con los guaraníes
para atacar esa población fundada por Pedro de
Mendoza en 1536.
En
cuanto a su organización política, esta
era en tribus independientes unas de otras. Estas tribus
estaban comandadas por un cacique y capitanejos. Se
sostiene que cada parcialidad tenía un territorio
para la caza y la pesca.
Las ideas religiosas: parece que fue la Luna su divinidad
central. También parece que realizaban algún
tipo de amputación de alguna falange cuando moría
un pariente. Esta costumbre también la tenían
los charrúas.
En
1516, el español Juan de Solís desembarcó
en las costas del Río de la Plata, esta, se sostiene,
fue la primera incursión sobre el Río
de la Plata, divisó sus costas y el viaje fue
desafortunado. Porque los indígenas se resistieron
a su intento de conquista y la expedición fracasó,
Juan Díaz de Solís murió ese día.
Los
sobrevivientes llevaron a la península el relato
del “Mar Dulce” que habían navegado,
de sus tierras bajas y de los aguerridos aborígenes.
Magallanes
tocó puerto poco después y remontó
el río de La Plata en busca de una conexión
entre el océano Atlántico y Pacífico.
Al ver que tal conexión no existía, continuó
navegando hacia el sur, por la actual Patagonia, tomando
contacto con los Tehuelches, indígenas a quienes
llamó: Patagones. Luego de esto descubrió
el estrecho que lleva su nombre y que conecta los océanos
Atlántico y Pacífico.
Podemos sintetizar que fueron tres los lugares del poblamiento
y desarrollo que llevaron adelante los conquistadores.
De estos lugares partieron los españoles: el
Alto Perú, Chile y Asunción del Paraguay.
Desde
el Alto Perú se fundaron las
ciudades de Santiago del Estero (1553), Tucumán
(1565), Córdoba (1573), Salta (1582), Catamarca
(1583), La Rioja (1591) y Jujuy (1593).
La corriente que partió de Chile
fundó las ciudades de Mendoza (1561), San Juan
(1562) y San Luís (1594).
Y la que salió de Asunción del
Paraguay, Santa Fe (1573), Buenos Aires (1580)
y Corrientes (1588).
La resistencia indígena impidió establecer
poblaciones en el sur.
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PRIMERA
FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES
La
primera fundación de Buenos Aires tuvo lugar
en febrero de 1536 fue llevada adelante por Don Pedro
de Mendoza (1487-1537), quien fuera designado por
Carlos V como adelantado, "para conquistar
y poblar las tierras que hay en el Río de Solís,
llamado de la Plata". No se sabe con certeza
el lugar exacto en el cual fundó la ciudad,
ya que no se ha encontrado el acta de fundación.
La
expedición estaba compuesta por más
de diez naves, hombres y caballos, un animal introducido
por los españoles.
Don
Pedro de Mendoza funda por primera vez, en la banda
derecha del Río de la Plata, la ciudad de Buenos
Aires.
Asimismo, las expediciones de los años siguientes
a la de Solis, le mostrarán a los españoles
y más concretamente a la corona española
unificada, de la necesidad de construir asentamientos
en la región, tanto por la situación
estratégica de navegación de los ríos
internos como por la urgencia de hacer frente a ocupaciones
de otras potencias europeas. Con este fin, Pedro de
Mendoza (1487- 1537) es nombrado como Primer Adelantado
del Río de la Plata por el monarca Carlos I.
Este
zarpará acompañado por una poderosa
flota de 11 naves y 1.500 tripulantes. Los primeros
días del año 1536 arribó al Río
de la Plata; tocó en primer lugar la costa
oriental y luego se dirigió hacia la occidental.
Fondeó en el Río de la Plata y en sus
inmediaciones.
Es
así que se decide, el 2 o el 3 de febrero,
construir lo que será el primer asentamiento
en la zona rioplatense. Don Pedro de Mendoza la llama
Puerto de Nuestra Señora Santa María
del Buen Aire. Originaria de la isla de Cerdeña,
esta advocación mariana, protectora de los
navegantes, era popular entre los marinos españoles.
Ese
primer asentamiento, precario y muy mal fortificado
tuvo una vida efímera. El asedio de los indígenas
querandíes hizo verdadero estrago sobre los
conquistadores, se dice que la corona decidió
su despoblamiento en 1541 y que no se encontraron
vestigios de este primer asentamiento.
Tampoco
se pudo tener claramente, o situar específicamente,
el lugar, debido a la precariedad edilicia de aquella
primera avanzada española y la acción
combativa de las tribus locales que no han dejado
evidencia.
Hay
varias hipótesis acerca del lugar emplazamiento
del primer fuerte:
Algunos sostienen que los conquistadores se asentaron
en las inmediaciones del Parque Lezama.
Otros
que afirman que el lugar es la Vuelta de Rocha (en
el actual barrio de La Boca),
Otra
hipótesis dice que en el “Alto de San
Pedro” (en la actual Plaza San Martín).
Y
la cuarta lo ubica en un sector elevado del Parque
Patricios.
La
precariedad que caracterizó a este asentamiento
permite sostener que no se trató de una fundación,
debido a que careció, entre otras cosas, de
aquellos procedimientos que exigía la legislación
del momento para tal fin.
La
actitud de los querandíes
En esta zona estaban los aborígenes querandíes,
estos vivían en los alrededores. La actitud
de estos al comienzo, con la llegada de Don Pedro
de Mendoza parece haber sido amistosa, así
se da un intercambio entre mercancías españolas
y alimentos provenientes de la caza y la pesca; pero,
repentinamente, optaron por interrumpir el contacto
y el alimento comenzó a escasear entre los
españoles.
La
resolución era clara, someter a los querandíes,
por ello, Pedro de Mendoza organizó una expedición
militar al mando de su hermano, Diego de Mendoza,
esta es derrotada en las márgenes del río
Luján el 15 de junio de 1536.
Ese
15 de junio de 1536, tuvo lugar una cruel batalla
entre los españoles y los indios Querandíes.
Con muertes en ambos bandos. Algunos afirman que fueron
40 los españoles muertos y unos 1.000 indígenas,
pero la realidad es que luego de esta cruel batalla,
los querandíes se aliaron con otros y destruyeron
la recién fundada ciudad.
Pero
antes que esto sucediera, el final anunciado, Buenos
Aires quedó a merced del hambre y de los esporádicos
ataques de los querandíes.
Sobre
fines de junio los querandíes inician el cerco
a Buenos Aires y la situación de supervivencia
empeoró para los españoles. Los originarios
fueron finalmente dispersados pero en la refriega
murieron cerca de mil expedicionarios.
Gravemente
enfermo, Pedro de Mendoza delegó el mando del
poblado al capitán Francisco Ruiz Galán
hasta que Ayolas regresara y partió con dirección
a España en abril de 1537.
fuerte
de la ciudad de Buenos Aires ubicado donde hoy se
encuentra la Casa de Gobierno, hacia abajo la costa
del Río de la Plata y hacia arriba la diminuta
primera traza de la ciudad, plano realizado por Joseph
Bermúdez año 1708.
La
conquista del Río de la Plata quedó
en manos de Ayolas y por el resto de los hombres que
formaron parte de la expedición original de
Pedro de Mendoza, estos continuaron la conquista.
Un
esquema de poblamiento
La fundación de un poblado, asentamiento o
hasta ciudad, tuvo un esquema, un diagrama determinado
que tuvo que ver con las ciudades españolas.
Se asignó un espacio donde frente a la plaza
principal se levantaba el cabildo.
El
Cabildo era el espacio físico donde se ejercía
el gobierno de la ciudad a través de diversos
funcionarios como gobernadores, regidores, alcaldes
y otros funcionarios, todos estos tenían a
su cargo las tareas de justicia, policía, abastecimiento
público y cuidado de la ciudad. El edificio
del cabildo de Buenos Aires fue modificado varias
veces, este fue construido por los jesuitas a mediados
del siglo XVIII. Esa modificación significó
el cercenamiento de una parte importante de su estructura.
El fuerte: este es otro de los edificios típicos
de las ciudades americanas. El más conocido
de todos fue el de Buenos Aires, que se levantaba
donde hoy está la Casa de Gobierno, la actual
Casa Rosada.
En
el fuerte y no en el Cabildo, que desempeñó
otro papel en la ciudad de Buenos Aires, tenían
asiento los funcionarios como: virreyes, gobernadores
y luego la Primera Junta de Gobierno. Este se construyó
sobre una elevación desde donde se podía
controlar el Río de la Plata y advertir la
llegada de los barcos.
SEGUNDA
FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES
Brevemente,
esta segunda fundación está a manos
del conquistador español, Juan de Garay (1528-1583)
a quien en 1542, el adelantado Juan Torres de Vera
y Aragón le encomendó fundar una ciudad
para colonizar los territorios del sur y poblar la
costa.
Este
personaje emprende la marcha hacia el Río de
la Plata y en la actual Plaza de Mayo, el 11 de junio
de 1580 lleva a cabo la segunda fundación de
Buenos Aires.
Juan
de Garay la llamó Santísima Trinidad
y a su puerto Santa María de los Buenos Ayres.
Más
tarde realiza una expedición hacia el sur en
busca de la legendaria Ciudad de los Césares
(1581-1582) y tras efectuar otros viajes y exploraciones
en la región rioplatense, fue muerto por los
aborígenes a orillas del río Carcarañá,
en las proximidades del antiguo fuerte Sancti Spíritus.
El
puerto de Buenos Aires era y es una ventana al mundo,
más de dos décadas, luego de la independencia
de España, de luchas políticas por el
dominio del puerto y la aduana marcó la vida
nacional.
Estuvo
cerrado, o vedado al comercio mientras estos lares
dependían del Virreinato del Perú, cuando
se abre el Virreinato del Río de la Plata prevalece
el monopolio español, pero, la clase dominante
y comerciante burló sistemáticamente
estos impedimentos llevando adelante el contrabando:
comerciando con Inglaterra, Francia y Holanda entre
otros.
Esta
mentalidad contrabandista y mercantil marcó
a fuego a, lo que sería posteriormente, la
clase dominante nacional, aspectos para tener en cuanta
a la hora de reflexionar el comportamiento actual
del empresariado ¨nacional¨.
FUENTES:
Propias y autores diversos
* Libro BUENOS AIRES CIUDAD INDUSTRIAL, VILLA CRESPO
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