MUJERES
COCHABAMBINAS
Las mujeres cochabambinas
¨Morir Matando¨
"El gobierno antiguo nos había condenado
a vegetar en la oscuridad y abatimiento, pero como
la naturaleza nos ha criado para grandes cosas, hemos
empezado a obrarlas, limpiando el terreno de tanto
mandón ignorante".
Mariano
Moreno, Mayo de 1810
Por
Elena Luz González Bazán * especial
para Villa Crespo Digital
21 de junio del 2018
La Capital Federal, ahora Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, CABA, tiene la particularidad de llevar
nombres de personalidades de la historia de América
Latina y de Argentina, esencialmente, sino nombres
de provincias, ciudades o bien batallas y epopeyas
conocidas y no tanto.
Villa Crespo no es ajena a esta disposición
general, por el contrario los cambios producidos en
estos años han sido motivo principal de críticas
y otras que marcaron que antiguas denominaciones tenían
más que ver con otros ropajes coloniales que
con la historia verdadera de nuestra irrupción
y desarrollo como nación. Uno de los casos
fundamentales es el cambio necesario que se hizo a
la antigua avenida Canning por Raúl Scalabrini
Ortiz. Pero lógicamente hay otros ejemplos.
Por otro lado, hay que decirlo sin tapujos, la historia
es una ciencia, no un recordatorio como gusta a algunos
hombres que hacen historia en el presente y nos muestran
infernales narraciones históricas que nada
tienen que ver con ese planteo de la HISTORIA COMO
CIENCIA, por el contrario, esta deformación
de la ciencia histórica ha servido para que
muchos se dediquen a utilizar fuentes, documentos
y datos esenciales que son ocultados, modificados
o armados a gusto y piacere de quienes cuentan la
historia. Que hay que sostenerlo con fuerza, no es
lo mismo contar que analizar, reflexionar y pensar
los procesos históricos.
No es lo mismo pensar en ¨héroes indiscutibles¨
que nos imponen, que en pueblos que producen cambios
monumentales. Por eso, ese gran intelectual que fue
Bertold Brecht se preguntaba sobre quienes edificaron
la muralla China, quienes arrimaron todas los bloques
de piedras para reconstruir una y otra vez Babilonia.
Quienes edificaron la dorada Lima. En qué casas
vivían…
Entonces, la pregunta debiera ser ¿quiénes
hicieron la independencia americana?
LA CALLE ANTEZANA
Antezana es una de las calles de Villa Crespo, se
extiende desde avenida Warnes hasta la avenida San
Martín, un trayecto de 600 metros.
Según la historia oficial sostiene que José
Mariano de Antezana era caudillo, natural de Cochabamba,
ahí nace el 13 de marzo de 1771. Desde 1810
se pronunció por la Revolucióndonando
todas sus haciendas para los ejércitos patriotas.
Desempeñaba el cargo de prefecto de su ciudad
natal cuando en 1812 se puso al frente de los patriotas
que debían combatir a la división del
coronel español Lombera. Tantos hombres como
mujeres se atrincheraron en el cerro San Sebastián,
donde lucharon heroicamente durante horas, pero el
27 de mayo, luego de horas de ataque por parte de
las tropas realistas, entraron a Cochabamba, a sangre
y fuego, saqueándola por espacio de tres largas
horas.
El general Goyeneche hizo pasar por las armas a Antezana
que se encontraba en un convento disfrazado de fraile
y a varios de sus compañeros, sus cabezas fueron
clavadas en los caminos como señal de terror,
amedrentamiento y escarmiento.
El caudillo y general cochabambino Antezana fue desgraciado
en su patriótica empresa, sostienen las fuentes,
no siguió los consejos de su segundo y principal
compañero, el coronel argentino don Bartolomé
Pizarro, que le planteaba que no atacara, sino que
negociara. Este también siguió la suerte
de Antezana.
Esta, más o menos, es la información
que recogemos, la cual justifica para que la calle
Antezana lleve este apellido. Relato más, narración
menos, es lo que se encuentra en los libros y notas
en general.
Pero la búsqueda de información nos
lleva a tener otra historia sobre aquella heroica
resistencia en el Cerro San Sebastián, por
el cual, podríamos inferir debiera haberse
llamado esta calle del barrio. Esta realidad es la
que intentamos entregar, basada en testimonios de
protagonistas y un homenaje y monumento justo a estas
mujeres de Cochabamba que resistieron, enfrentaron
y murieron, dignamente, ante las tropas realistas,
mientras los hombres defeccionaban, incluido Mariano
Antezana, gobernador del lugar. Para ellos era mejor
negociar que luchar.
BALBINA MENDEZ Y CLOTIDE MENDEZ DE CARRILLO
¨Si no hay hombres, nosotras defenderemos¨
Mujeres cochabambinas…
Esta es la historia de las mujeres cochabambinas,
oriundas de Cochabamba, resistentes a los ejércitos
realistas, en 1812, al mando del brigadier José
Manuel Goyeneche, jefe de operaciones realistas del
Alto Perú.
Balbina Méndez y su hermana Clotilde Méndez
de Carrillo lograron escapar y sobrevivieron a aquella
masacre y violación, por parte de los ejércitos
realistas, a las mujeres de Cochabamba. Estas supervivientes
pudieron dejar el testimonio de aquellas luchas donde
participaron con decisión, ahínco y
grandes dolores.
Los realistas se acercaban a Cochabamba mientras el
coronel Esteban Arce o Arze, (depende de las fuentes)
de los ejércitos por la independencia, comandante
de las tropas del valle de Torata que marchaba hacia
Oruro, y el gobernador Mariano Antezana de Cochabamba
discutieron y disintieron la forma de resistir al
invasor godo. La idea era enviar una delegación
pacífica ante los realistas, pero el pueblo
se fue reuniendo en la plaza, miles eran, cuentan
las crónicas, la mayoría mujeres.
La disposición de las mujeres fue enfrentar
al ejército realista, la mayor parte de las
guerreras pertenecían a las clases populares,
aleccionadas por algunos dirigentes se fueron hasta
la colina San Sebastián, allí le hicieron
frente a los godos. Se armaron con cuchillos, palos,
barretas y piedras, se llegaron hasta el lugar donde
estaban las piezas de artillerías de Cochabamba,
las armas y todo lo que encontraron para enfrentar
a los realistas.
En un párrafo de la carta del soldado Francisco
Turpín a Manuel Belgrano le escribe lo siguiente,
allí describe en un relato conmovedor sobre
la actuación de las mujeres cochabambinas:
“Las mujeres armadas de cuchillos, palos, barretas
y piedras fueron a buscar a Antezana para matarlo
y tomaron posesión de las armas…
Entraron las mujeres, sacaron los fusiles, cañones
y municiones y fueron al punto de San Sebastián,
extramuros de la ciudad, donde colocaron todas las
piezas de artillería”.
En 1882 una fuente recoge el testimonio de dos protagonistas,
luego de la muerte de una de las sobrevivientes de
aquellas jornadas en San Sebastián, se trata
de las hermanas Balbina Méndez y Clotilde Méndez
de Carrillo, ellas relatan aquella incursión
femenina con armas, machetes, piedras y patriotismo.
La que sigue es una nómina incompleta de las
mujeres cochabambinas que se enfrentaron al brigadier
José Manuel Goyeneche, comandante de las fuerzas
realistas en el Alto Perú.
Víctimas
Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez de Arze,
Manuela Saavedra de Ferrufino, Rosa Soto (nieta de
la ciega Gandarillas y quien inspiró al épico
personaje de Nataniel Aguirre), Juana Ascui, Lucía
Ascui, Lucía Alcócer León de
Chinchilla, María Isabel Pardo de Vargas, María
Teresa Bustos de Salamanca y Lemoine, María
del Rosario Saravia de Lanza, María Pascuala
Oropesa, Luisa Saavedra de Claure, Mercedes Tapia
y las hermanas Parrilla.
Estas mujeres enfrentaron la cobardía del gobernador
Mariano Antezana que primero pide juramento de resistir
por la Patria a menos de mil hombres, con una plaza
repleta de mujeres que contestan que: “prefieren
morir matando”. Estaban haciendo frente al comandante
de las fuerzas realistas más importante del
sur del continente. Posteriormente, Antezana decide
entregarse y ordena que se cierre el arsenal y tomar
una cantidad para uso de los que se entregaban.
Las mujeres son las que invaden el arsenal, se apropian
de los fusiles, armamentos, pólvora y cañones
y se dirigen al cerro de San Sebastián donde
resistirán durante tres horas llevando sus
rebozos atados a sus cinturas y muriendo con valor.
La bravura de estas mujeres no les valió el
reconocimiento merecido en estas tierras, el tiempo
de los olvidos ha continuado sosteniblemente, si bien
tienen un monumento en su tierra, debieran ser un
ejemplo para todas las mujeres de América,
por su brío y decisión. Ser homenajeadas
y que una calle de Buenos Aires las reconociera.
Las mujeres cochabambinas, como las paceñas,
como las mujeres indígenas, como las que resistieron
y se opusieron al invasor abrieron sus casas a los
ejércitos independentistas, hicieron de correos,
engañaron a los soldados realistas y enemigos,
cocinaron para la tropa e interceptaron mensajes,
ocultaron información y atendieron los heridos.
Pusieron en peligro sus vidas y aceptaron que la lucha
estaba en cualquier campo de batalla, por eso eligieron
la victoria o la derrota al lado de sus maridos, compañeros,
hermanos e hijos.
Manuela Eras de Gandarillas
Esta mujer de las clases populares de Cochabamba fue
una las primeras en caer, víctima de la barbarie
de Goyeneche. Manuela iba al frente del contingente
de mujeres que partieron hacia el cerro.
Cuando la apresan soporta los vejámenes y los
ultrajes de los jefes godos conducidos por Goyeneche.
Aguantó que la tropa la afrentara. Con el mismo
estoicismo y valor presenció las torturas y
violaciones hacia su hermano José Domingo Eras
de Gandarillas, vio cuando lo ejecutaban. Esto fue
recogido por la Crónica El Diario 25 de mayo
1967.
Según otras crónicas y registros, Manuela
era anciana y ciega, sin embargo no tuvo temor de
enfrentar a los esbirros de Goyeneche. El estado mayor
de las mujeres guerreras lo conformaban las vendedoras
del mercado popular. También se conoce que
las mujeres sostenían con fuerza que no pasarían
y que sus hogares eran sagrados.
Una defensa con los rebozos a la cintura
Las mujeres resisten ante la defección de sus
esposos, padres e hijos que prefirieron negociar con
las tropas realistas. La actuación de Antezana,
que luego es asesinado por las tropas realistas, a
quienes algunos pintan como hombre muy anciano, tenía
41 años y su participación no fue la
esperada para quien gobernaba Cochabamba. La excusa
de la vejez de Antezana es una forma de justificar
la defección del gobernador. Lo cierto es y
lo sostiene el soldado Turpín, las mujeres
fueron a buscarlo para matarlo.
En otro párrafo de la carta Turpín escribe:
“En este mismo día por la tarde hubo
Cabildo Abierto y nuevamente Antezana dijo: ‘¿Cumpliréis
lo que habéis dicho de defender la Patria y
la excelentísima Junta de Buenos Aires?’
Algunos respondieron que sí, pero ya no había
más de mil hombres escasos y entonces las mujeres
dijeron ‘Si no hay hombres nosotras defenderemos’.
A poco rato mandó informar el señor
Antezana que él ya se rendía, y que
todas las armas las pusieran en el cuartel, que él
se iba y, que el que quisiera seguirlo que lo siguiese,
mandó al mismo tiempo que se asegurasen las
armas bajo llave, hecha esta diligencia repentinamente
se congregaron todas las mujeres armadas de cuchillos,
palos, barretas y piedras en busca del gobernador
Antezana para matarlo, pero no lo encontraron, luego
vino un caballero Mata Linares, a quien dejó
las llaves Antezana, y éste abrió el
cuartel, entraron las mujeres, sacaron los fusiles,
cañones y municiones, y fueron al punto de
San Sebastián, al pie de La Coronilla, extramuros
de la ciudad, donde colocaron las piezas de artillería”.
Las mujeres del pueblo defendieron ese lugar como
sus hogares, porque eran sagrados, más de 200
mujeres regaron con su sangre el cerro San Sebastián.
Ya en el siglo XX, en 1926, se inauguró el
monumento a las mujeres de Cochabamba, el monumento
a las Heroínas de La Coronilla, por eso, además,
ese día, el 27 de mayo, fue instituido como
el día de la madre boliviana, en honor a las
mujeres de Cochabamba, las cuales tienen un himno
a la madre, con letra de Roberto Bustamante y música
de Filomeno Rivero.
Analizar la historia y rendir homenaje real a quienes
fueron hacedoras de una derrota victoriosa y digna
es homenajear a estas miles de mujeres que fueron
fieles al amor a su tierra, su hogar y su Patria por
nacer. Ser libres, ser dignas, pelear y luchar con
todas sus fuerzas.
Por eso el grito desgarrador y heroico de aquella
contienda que duró más de tres horas
hasta que el brigadier realista Goyeneche pudiera
tomar el cerro se debe a este desenfrenado amor de
mujeres que gritaban: “Que más tendrían
la gloria de morir matando”. “Morir antes
que rendirse”.
Las mujeres de la independencia americana irrigaron
la tierra con su sangre, lo llenaron de savia sagrada
para que pudiera todos los años dar de comer
y beber a sus hijos por nacer… estas mujeres
regaron el suelo americano con canciones, gritos y
sollozos, cargaron las armas de la libertad y murieron
para ser libres.
La historia de la humanidad debe rescatar estos ejemplos…
como sostenía Brecht ellas han arrimado los
bloques de piedra para hacer la otra historia…
En el panteón de las heroínas
Hay una lista, que es la que ofrecemos, incompleta,
como todas, de mujeres que deben estar en el Panteón
de las Heroínas. En la actual mitología
el héroe siempre es hombre. Porque la heroína
es circunstancial, escasa, sin embargo, podemos corroborar
que lo que es escaso son los trabajos sobre el aporte
que hicieron a las historias nacionales de nuestros
países del continente. En este caso esencial
lo que tiene que ver con la independencia americana.
En el diccionario Héroe significa lo que sostenían
los griegos: semidioses o eran los grandes hombres
divinizados. O bien el que se distingue por sus cualidades
extraordinarias, esencialmente en la guerra. En la
cuarta acepción sobre héroe es el principal
personaje masculino de un poema, una novela, una película.
Por consiguiente, los héroes son hombres, esta
elucubración nos puede acercar a pensar porqué
en estos tiempos se sigue relatando la historia a
partir de los hombres, eludiendo las heroicidades
de las mujeres en el campo de batalla.
Estas particularidades nos inducen a la realidad de
entender que el gobernador de Cochabamba, José
Mariano Antezana, debía quedar en el panteón
de los héroes, imposible que las mujeres lo
fueran a buscar para matarlo por sus cobardías.
Manuel Belgrano, sus soldados, sus generales demostraron
que en los campos de batalla se homenajeaba a las
mujeres de la misma forma que la hidalguía
y valentía de otros hombres. La intrepidez
de las mujeres de Cochabamba marcó un tiempo
diferente en el ejército de Belgrano, luego
de aquella jornada del 27 de mayo de 1812, Belgrano
establece que todas las noches al pasar lista, cada
oficial de cada cuerpo militar preguntaba en alta
voz ¿Están las mujeres de Cochabamba?
Y otro oficial contestaba ¡Gloria a Dios! Han
muerto por la patria, todas en el campo del honor.
Ahí el ejército de la emancipación
le da la categoría de pares.
“¡Gloria a las cochabambinas que han demostrado
con un entusiasmo tan digno de que pase a las generaciones
venideras!”
Mientras Manuel Belgrano, sus oficiales y soldados,
general de los ejércitos de la independencia
americana, reconocían el valor y entrega de
las mujeres, en este caso de Cochabamba, la historiografía
posterior las ha sepultado o enterrado, las ha llevado
al olvido, sus muertes han sido ocultadas. Porque
no es lo mismo morir con valor, que morir arrodillado.
LA
CARTA DEL SOLDADO TURPIN A MANUEL BELGRANO
Belgrano se entera a través del informe del
soldado Francisco Turpín, perteneciente a la
Primera Compañía de Fusileros del Regimiento
Nº 6.
"Habiendo yo quedado en Cochabamba, y en destacada
en un lugar llamado Colque Pirgua, a los cuatro días
vino la noticia de que el general Arce había
sido derrotado, entonces don Mariano Antezana nos
mandó llamar a la ciudad, y habiendo formado
todas sus tropas nos dijo: `¿Juran soldados
defender la Patria?, a lo que respondimos "sí';
pero como todos los soldados desconfiaron que el gobernador
Antezana era sarraceno, sospecharon que los iba a
entregar y así la mayor parte de ellos desertaron.
"En este mismo día por la tarde hubo Cabildo
Abierto y nuevamente Antezana dijo: `¿Cumpliréis
lo que habéis dicho de defender la Patria y
la excelentísima Junta de Bue nos Aires?' Algunos
respondieron que sí, pero ya no había
más de mil hombres escasos y entonces las mujeres
dijeron `Si no hay hombres nosotras defenderemos'.
A poco rato mandó informar el señor
Antezana que él ya se rendía, y que
todas las armas las pusieran en el cuartel, que él
se iba y, que el que quisiera seguirlo que lo siguiese,
mandó al mismo tiempo que se asegurasen las
armas bajo llave, hecha esta diligencia repentinamente
se congregaron todas las mujeres armadas de cuchillos,
palos, barretas y piedras en busca del gobernador
Antezana para matarlo, pero no lo encontraron, luego
vino un caballero Mata Linares, a quien dejó
las llaves Antezana, y éste abrió el
cuartel, entraron las mujeres, sacaron los fusiles,
cañones y municiones, y fueron al punto de
San Sebastián, al pie de La Coronilla, extramuros
de la ciudad, donde colocaron las piezas de artillería.
"Al día siguiente hubo un embajador de
parte de Goyeneche, previniendo que venían
ellos en paz a unirse como con sus hermanos, que desistan
de esa empresa bárbara; el pliego se entregó
al único oficial capitán de Caballería
que quedaba, don Jacinto Terrasas, y habiendo éste
preguntado a todas ellas si querían rendirse,
dijeron que no, que más bien tendrían
la gloria de morir matando y el embajador que vino
a Cochabamba murió en manos de las mujeres.
"A poco rato se vio ya formado el ejército
enemigo e inmediatamente rompieron el fuego las mujeres
con los rebozos atados a la cintura, haciendo fuego
por espacio de tres horas: el enemigo acometió
por cuatro puntos y mataron treinta mujeres, seis
hombres de garrote y tres fusileros, y en esta confusión
me hicieron prisionero, manteniéndome atado
a la cureña de un cañón y lo
mismo a dos mujeres; a los seis días de mi
prisión prendieron también al señor
Antezana en el convento de San Francisco, le dieron
tres días de término y lo pasaron por
las armas después; después de muerto
le cortaron la cabeza, y colocaron en la plaza mayor
de la ciudad".
Con referencia a este escrito informaba Belgrano con
exaltación a Buenos Aires, desde Jujuy, el
4 de agosto de 1812.
"¡Gloria a las cochabambinas que se han
demostrado con un entusiasmo tan digno de que pase
a la memoria de las generaciones venideras!
"Ellas han dado un ejemplo que debe excitar,
señor excelentísimo, los sentimientos
más apagados por la patria, y estoy seguro
de que no será el último con que confundan
a las de su sexo que, alucinadas, trabajan en contra
de la causa sagrada, y aun a los hombres que prefieren
la esclavitud, por no exponer sus vidas para asegurar
nuestros justos derechos".
*
Publicado por primera vez: 15 de agosto del 2006.
Actualizado el 24 de mayo del 2010.
*
Del Libro: MUJER, SOCIEDAD Y POLÍTICA –
La Rosa Blindada – julio 2007.
Caracteres: 19.156