SALUD |
FLOREAL FERRARA: MÉDICO SANITARISTA |
Conversaciones
con Floreal Ferrara |
Por Elena Luz González
Bazán especial para Villa Crespo Digital
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PARTE V *
17 de junio del 2009 *
A MODO DE CONCLUSIÓN
Estábamos finalizando la entrevista y Floreal seguía igual que al comienzo,
con esa fuerza que da la verdad y el convencimiento de un trabajo de tantos
años. Por eso sobre el final se nos ocurrió preguntarle:
¿Qué le diría a los que están empezando hoy la carrera,
F.F.: No creo...Son parte de la clase media entregada, y los que son de la
clase pobre tardaran cuatro o cinco años, y luego de residentes, cuando se
afirmen dejaran de ser hombres del pueblo. Los hace la universidad así, en los
grupos profesiones no tengo esperanzas. En las que tengo más esperanzas es en
las enfermeras.
¿Por qué?
F.F.: Porque son más pueblo
Es cierto...
F.F.: ¡Son más pueblo...!
Los trabajadores sociales están adocenados, los psicólogos terminan en el
diván. La sociedad esta como esta. Todo se van perdiendo. La sociedad
capitalista es totalmente competitiva, con el lucro, la plusvalía, relativa y
absoluta, todo eso prostituye la profesión. Cualquier déficit de tratamiento de
ellos es patético.
Andá a un hospital y escucha la voz de orden del médico y sino de la
enfermera que se copió.
Y nuevamente Floreal nos introduce en el mundo de la práctica viva...
F.F.: Cuando fui director de sala o de hospital lo primero que hice fue que
no hubiese gritos, el paciente siempre tenía razón, aunque no la tuviera,
porque era, y es, un enfermo.
Los mejores residentes fueron desaparecidos, el resto se acomoda a las
circunstancias, y en salud acomodarse a las circunstancias es acomodarse al
enemigo. El enemigo no tiene cara, es un sistema, una relación social, como diría Marx, Carlos
Marx. Como diría Perón es la sinarquía... es así...
Hay muy pocos, pero los pocos son esperanzas...
Son esperanzas... de todas maneras pueden ser comprables, y vos te
encontrás con excepciones y eso te alienta... son muy pocos, son excepciones,
lo que están alrededor los miran como bichos feos...
Sabés una cosa, la perspectiva de cambio está en los trabajadores, porque
son explotados, porque frente a la explotación esta la revolución y la
explotación te animan al antagonismo. Los trabajadores por ser explotados lo
viven y lo soportan.
Le pedimos a Floreal hablar sobre la
implementación del sistema de salud de Ramón Carrillo y las diferencias.
¿Cómo fue el programa que Carrillo
pone en ejecución?
F.F.: Carrillo tenía una concepción centralista, hoy lo puedo ver y
criticar, 60 años después. Yo tuve muchas conversaciones con Carrillo, yo
atendía a un amigo de Carrillo, muy amigo, en
Él tenía una concepción muy estatal, como fue el peronismo, él me cuenta
una vez que se peleaba permanentemente con Eva, porque él decía que los
hospitales eran responsabilidad del Estado y Eva decía que eran responsabilidad
del Pueblo, que tenían que ser manejados por el Pueblo. Y entonces me pregunta
a mí, y usted que opina: y yo le dije
que tenía razón Eva.
Y entonces Carrillo me dijo ¡no ve, son todos unos revolucionarios...!
De todas formas le digo a Carrillo, usted realizó una revolución, que yo la
llamo
Hay creaciones monumentales de Carrillo, todos los hospitales
psiquiátricos, además de los que hizo
Un día me comenta Carrillo que: ¨Yo tengo un problema que creo que por esta
revolución me metieron una penetración imperial, me vendieron chatarra en
muchos casos, y yo por la necesidad de construir y equipar, compre, compre y
compre...
Lo que pasa, dice Floreal, es que los capitales extranjeros están
dispuestos a meterse y se meten... fijáte vos lo que dice Carrillo lo dice en
1952 o 1953. Es notable, de una gran lucidez, de una gran sencillez.
¿Realiza una autocrítica?
F.F.: Así es. El negro era un negro inteligentísimo.
Creo yo que era un hegeliano idealista, no debía coincidir mucho con Perón,
pero en la práctica sí. Una concepción muy idealista de la filosofía.
Él nos dice en un momento ese fenomenal planteo que: frente a las grandes
enfermedades, los grandes microbios son una pequeña causa.
¿Usted se considera un discípulo de Carrillo?
F.F.: Sí, con las correcciones correspondientes del tiempo, si claro, me
enseñó, lo leí con pasión, aprendí mucho
con él. Vos fijáte que cuando llega la revolución libertadora, esta recorre
todas las bibliotecas del país para hacer papel picado de sus obras, ¡que cosa
impresionante...! ¡Los 9 tomas de
El Negro fue un personaje fenomenal, un cabecita negra hasta la manija,
feo, mofletudo, panzón, y venía manejando en su coche viejo, era ministro y
venía manejando, él, para visitar a su gran amigo.
Mientras discurre la conversación entre la salud y la filosofía, Hegel,
Althausser, Espinosa, Negri y otros,..., continúa y dice: y que aquí esta el rastro de mi viejo, enorme
lector y fue lector de filosofía y política. Vino con segundo grado, pero era
un gran lector. Fue el fundador del primer Sindicato de Luz y Fuerza del país,
en Punta Alta, provincia de Buenos Aires. Y creó cosas de anarquistas, y como
no tenían muchos obreros de la misma profesión, creó un sindicato que se llamó
de oficios varios. ¡Sindicato de Oficios Varios!. ¡Qué lindo nombre!. Mi viejo
fue un anarquista, un anarquista con todas las letras. Nunca se enojó conmigo.
Cuando le cuento que iba a ser ministro, me pregunta: ¿de quién?
Del peronismo.
Está bien, me dice... pero peronista.
¿Eso fue en el 1973...?
F.F.: Si con Oscar Bidegain, duré 120 días... y vuelve al recuerdo de su
padre con una evocación emotiva del momento.
Era casi gorila el viejo.
Yo voy a mi pueblo como ministro, y voy a mi pueblo como ciudadano ilustre,
o algo parecido... voy a mi pueblo, era un momento de euforia impresionante...
el pueblo debía tener 30.000 habitantes, había como 15.000 y digo un discurso
de esos muy fuertes, yo entro al Consejo Deliberante al grito de Floreal es
montonero, Floreal es montonero... Estaba mi viejo y tres milicos, sentados
adelante. Eran de
Cuando estaba en pleno asesoramiento me doy cuenta que es
Entre risas, silencios y pensar como hay registros de todo, como guardaron
todas las fuerzas armadas y de seguridad material de aquellos y de todos los
momentos políticos del país...
¿En que año era eso?
F.F.: Más o menos en el 90. Y me mandan la fotografía de lo que le había
dicho, lo tomaron como una actitud ética y por eso pude seguir trabajando.
Sobre este final le preguntamos cosas más personales, y le pedimos que nos
diga su especialidad... y él con esa gracia que demostró en toda la entrevista
nos dice:
F.F.: Bueno, soy hincha de Estudiantes de
¿Qué le pasó durante la dictadura?
F.F.: Me quede en mi casa, se murió mi primera mujer, después que me fueron
a buscar, ella hizo una crisis cardiaca y murió; me quemaron los libros, me
robaron, aquí hay 6.000 volúmenes, en ese entonces tenía 15.000 libros. En
Me paso algo muy simpático, mucho tiempo después me llegó una carta de
Pase muy malos momentos. No me quejo... No me mataron ese día porque no me
encontraron... logre zafar, de aguantadero en aguantadero, pero, mi primera
mujer, pobrecita...es un recuerdo mezclado entre lo dulce y lo triste. Y
rápidamente, unos años después me encontré con esta muchacha y fue un
bálsamo...
Y bueno... recupere la vida, y tengo
80 para 81 y trabajo... en junio los cumplo.
Floreal tiene varios trabajos, como director médico de la obra social de
Me muestra su último libro, todo escrito a mano, porque la esposa se lo
pasa en la computadora.
Mi primer libro lo escribí en el 58, me cuenta, y luego escribí otros con
varios autores sobre Cardiología, escribí la parte de estadísticas. Medicina
preventiva y social, Medicina de la comunidad, con José Paganini y Eduardo
Acebal y luego, Teoría Política y Salud, son tres tomos, Teoría de
Terminamos la entrevista, pero siempre pasa que cuando comenzamos a escuchar
y re escuchar lo que dijo Floreal nos deja enseñanzas, infinitas...
Su poder de autocrítica, el recuerdo a esos grandes, de la medicina
sanitarista: Ramón Carrillo y Arturo Oñativia, el recuerdo a Arturo Illia, y la
invocación a Eva. La importancia del trabajo en los ATAMDOS y esa esperanza y
certeza que sólo se consigue el cambio haciendo la revolución. No hay medias
tintas, hay un camino para recorrer muy duro y de esperanza siempre, pero donde
no existen cosas a medias. La presencia de su padre, los dolores sufridos y las
perdidas y, sin embargo, siempre la sonrisa para pensar que hay otra salud, que
debe ser una política de salud para el pueblo y controlada y dirigida por el
pueblo.
Por eso dos frases recorren este mensaje: frente a las grandes enfermedades,
los grandes microbios son una pequeña causa. Y los hospitales y la salud son
del pueblo.
·
Esta entrevista fue publicada a partir del
12 de marzo del 2005. Reproducida en numerosos medios de comunicación durante
el 2005 y 2006. En el 2009 volvimos a revisarla y ha sido publicada nuevamente
en el portal Villa Crespo Digital.
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