BUENOS
AIRES CIUDAD INDUSTRIAL
VILLA CRESPO TIENE HISTORIA
BARRIADA
OBRERA
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
3 de
junio del 2012
El
libro de próxima aparición investiga sobre la ciudad
industrial de Buenos Aires, sus barrios y la conformación
de estos.
Indudablemente,
Villa Crespo fue parte de ese proceso industrial, que anudó
un amplio cordón industrial con gran fuerza en el sur pero
que irradió hacia el oeste y centro de la Ciudad de Buenos
Aires.
En
principio, cuando comenzó una reconstrucción distinta,
diferente del nacimiento del barrio, nos pusimos objetivos claros:
ESTE BARRIO INDUSTRIAL que albergó una población inmigrante
y nativa que envolvió las fábricas con el asentamiento
humano.
Buscamos
retratar la cultura, la educación y las luchas que atravesaron
Villa Crespo, innegablemente, encontramos otros aspectos relevantes
de un largo proceso histórico que no comienza con una fecha
determinada sino tiene un influjo esencial durante décadas,
acaso siglos.
La
historia es, además de un trabajo interdisciplinario, una
ciencia que intenta verificar a partir de tesis, hipótesis
que puedan ser comprobadas, lo contrario se puede conformar en un
relato tendencioso.
En
la actualidad se intenta capturar la historia para hacerla funcionar
a partir de fechas o días u horas determinadas, todo alejado
de la verdad, la realidad y que se pueda verificar. Por eso, este
trabajo que es un adelanto, simplemente, intenta retratar aspectos
esenciales de aquellos años de conformación, construcción
y artífices de aquella organización barrial.
Villa
Crespo atravesó el modelo agroexportador, el Estado de Bienestar,
o keynesiano o Benefactor, lo que se conoció como los gobiernos
populistas y luego soportó la llegada del denominado neoliberalismo,
la erradicación industrial de su ciudad, en 1977, y una historia
plagada de fuertes dolores durante esa etapa que son las consecuencias
de las políticas implementadas.
En
ese marco nos dimos, también, la tarea de rescatar
la dolorosa nómina de detenidos – desaparecidos –
asesinados del barrio.
Por ese proceso histórico no pudimos poner límites
exactos geográficos al mismo, eso es propio de compartimentos
estancos alejados de la verdad histórica.
Los
detenidos desaparecidos asesinados del barrio fueron también
de otros espacios, en límites no tan precisos, muchos que
vivieron en el barrio sufrieron el escarnio en otras latitudes.
Con ese concepto histórico armamos y reconstruimos la nómina,
con faltantes y yerros que no han sido cubiertos en la actualidad,
como obreros que aparecen como empleados o estudiantes que no tienen
otra situación.
Por eso, esta introducción, que me parece esencial, para
avanzar sobre una historia que como dice Leopoldo Marechal no tiene
punto final sino puntos suspensivos.
ADELANTO
El
Intendente de la Capital Federal, entre el 22 de junio de 1890 y
el 31 de octubre de 1892, fue Francisco F. Bollini, en la Memoria
Municipal correspondiente al 1890, primer ciclo de su gobierno afirmaba:
¨El desarrollo de este núcleo de la población
Obrera adquiere cada más adelantos, al punto de ser un barrio
con derecho a convertirse en Parroquia. Villa Crespo, fundada en
terrenos de y para la Fábrica Nacional de Calzado, está
situada en las calles de Corrientes y Ministro Inglés. Posee
4.132 habitantes y 143 edificios, entre los cuales se cuentan los
de dicha empresa, una fábrica de carbón, 28 casas
de comercio y además un hermoso colegio y un teatro que sirve
de control de recreación a los obreros¨.
La
inmigración comienza a llegar a estas latitudes sobre la
década del sesenta en el siglo XIX, estas primeras llegadas
no fueron verdaderamente numerosas, la eclosión inmigratoria
se dará a partir de 1870 y hasta 1914 con las interrupciones
propias de crisis internacionales o situaciones sociales y políticas
en nuestro territorio, tema que desarrollaremos más ampliamente.
Entre
estos inmigrantes que se afincarán en lo que aún no
era Villa Crespo está un italiano, Antonio Piratte, que llega
a Buenos Aires en 1860, su profesión era maestro de fuego.
Se
dedicó a los fuegos artificiales que generalmente se importaban,
como es de esperar se utilizaban, como en la actualidad, para las
festividades: fiestas patrias, festejos de las parroquias, celebraciones
municipales y otras.
Para
esta actividad necesitaba un lugar no poblado, amplio y de terrenos
económicos. En 1890 relatan las crónicas que le adquiere
unos terrenos a la viuda de Comastri, estos traspasaban los límites
de la ciudad, estaban ubicados en el cruce de Corrientes y Dorrego,
en ese momento un inmenso lodazal y despoblado, si bien ya se habían
incorporado Flores y Belgrano a la novel Capital, pero este espacio
ya con fábricas y obreros trabajando, era un despoblado.
En
esos terrenos construyó galpones y/o barracas de mampostería
y madera, de entrada contrató 20 obreros que se dedicaron
a la fabricación de cohetes, luces de bengala y ruedas de
fuego. Se transformó en proveedor del municipio y de otras
instituciones. Hizo una gran fortuna con sus fórmulas que
sostenía, eran secretas, luego, continuaron su empresa los
hijos.
En
la esquina sudoeste estaba el Cementerio de la Chacarita, lo que
hoy es Parque Los Andes, ya abandonado para principios de siglo.
En la esquina sudeste hubo una antigua pulpería, luego un
almacén de Ramos Generales, primer dueño un catalán
José Más y luego el italiano Vicente Salinetti.
La
fábrica de fuegos de artificio estaba ubicada en la acera
este de Dorrego entre Corrientes y Villarroel.
Ya
hacia 1903, la zona estaba mucho más poblada, es así
que el 20 de marzo de ese año se produce un incendio en el
establecimiento y por supuesto, voló todo, la explosión
fue monstruosa, el siniestro se escuchó a varias manzanas
a la redonda, fue una alarma para toda la ciudad, se pensó
incluso que habían explotados los polvorines del Arsenal
de Guerra.
Murieron obreros de la fábrica, edificios y negocios colindantes
con serios destrozos, varias dotaciones de bomberos con los carros
a caballo y una nube que cubrió toda la zona.
Fue
necesario este siniestro con la muerte de los trabajadores para
que la municipalidad decidiera la erradicación de dicha fábrica
hacia otro lugar, en este caso Ciudadela.
TALLERES
METALÚRGICOS MASPERO
Esta fábrica también es anterior a la conformación
del barrio como tal. Se instala en Serrano 250 en 1886, dos años
antes de la piedra fundamental de la fábrica del calzado.
Fundada
por Luís Máspero estaba especializada en la metalurgia,
especialmente buhonería y clavería, así rezan
en los papeles de la época y en los anuncios de prensa. Luego
instalan otra planta en Deán Funes 926, en el actual barrio
de Balvanera, en 1933, entre ambas plantas trabajaban unas 300 personas:
operarios y trabajadores en general.
Fabricaba
unas 7.000 piezas o artículos diferentes, una producción
anual de 1.800 toneladas con un valor en pesos del momento de 1.500.000.
El salario de un obrero calificado era de 180 pesos mensuales, en
julio de 1930, plena crisis.
Producía materiales para tranvías, ferrocarriles,
astilleros, frigoríficos, ingenios y telégrafos. La
fábrica ocupaba la calle Serrano actual entre el 250 y 292
y tenía un depósito en la calle Padilla 956.
FABRICA
NACIONAL DEL CALZADO
En 1888, en el mes de junio se coloca la piedra fundamental de la
Fábrica Nacional del Calzado. Esta es una sucursal de la
firma Wattine, cuya casa matriz se encontraba en el centro de la
ciudad. La misma se instala en la manzana actual, delimitada por
las calles: Padilla, Gurruchaga, Murillo y Acevedo, esta albergó
en su momentos más productivos a 3.000 trabajadores asignados
a la producción del calzado, entre operarios y empleados,
donde había una cantidad de mujeres. Téngase en cuenta
que el trabajo en el calzado fue una de las actividades laborales
de las mujeres en esos años de la industrialización
al calor del modelo agro exportador.
En
la Memoria Municipal de 1890 continúa el Intendente Bollini:
¨Tiene también un hospital, con su botica correspondiente.
Como se ve, éste es un barrio de trabajadores…¨
Estas
consideraciones avalan, además de los ensalzamientos a Benedit
y Balcarce, de mérito suficiente para que el barrio tenga
la protección de la Municipalidad: ¨por estar llamado
a ser un centro obrero de consideración y se ha formado una
plaza en terrenos de la Fábrica con una superficie de 12.544
metros cuadrados¨. Sobre dicha plaza indagaremos más
adelante.
En
la actual Scalabrini Ortiz y Corrientes estaba la fábrica
de Cigarrillos Trillo, en aquellos años, esencialmente eran
operarias las que trabajaban en la elaboración de cigarrillos,
puros y otros, inclusive en los conventillos en el denominado trabajo
sudor.
Ricardo
M. Llanes comentaba en 1957: ¨por los días de 1915 y
que se abría diariamente, como obligada ruta funeraria¨,
habla de la conjunción entre Triunvirato y Canning, actuales
avenidas Corrientes y Scalabrini Ortiz. Y continúa: ¨Tampoco
tenemos en la primera cuadra frente a un depósito de hierros,
el cinematógrafo Lavalle, que luego se llamó Florencio
Sánchez, ni vemos por ahí salir a las operarias de
la fábrica de cigarrillos Trillo¨.
En
1907 se construye un edificio que en las actuales avenidas Corrientes
y Dorrego se ubica la fábrica de tejidos de Julio Aramburu.
Hoy están en dicho espacio la firma de manufactura y venta
de la firma Majdalani.
La
fisonomía de El camino de Ministro Inglés, a partir
de 1893, avenida Canning y luego avenida Raúl Scalabrini
Ortiz se proyectaba en la Guía Hugo Kunz de 1886, de la siguiente
forma: ¨Calle Ministro Inglés, que nace en el Río
de la Plata y tiene su fin algo más allá de Rivera,
avenida Córdoba, Partido de Flores. En su trayecto hay 25
casas, todas ellas sin número y casi todas pertenecen a quinteros,
agricultores, bolicheros y carreros¨.
Entre
los recuerdos y mostrando el barrio obrero Juan José de Soiza
Reilly en la década del treinta comentaba hablando de la
calle Triunvirato en las mesitas de sus cafés, ubicadas en
la vereda:
En
tanto a los conventillos, el periodista Soiza Reilly afirmaba en
Caras y Caretas, noviembre de 1930, segunda época: ¨Los
vecinos no eran gente mala: eran obreros honestos, laboriosos, pero
entre ellos florecían inevitables compadritos y algún
malevo…¨ fuera de los prejuicios y la realidad de los
trabajadores, el periodista pinta la barriada obrera.
En
el límite, donde estuvieron los grandes terrenos de la familia
Comastri se construyó una industria con galpones o barracas
de mampostería y madera, el dueño era Antonio Piratte,
este era un maestro de fuego que se dedicaba a los fuegos artificiales,
algo reseñado más arriba.
Por
la actual avenida Corrientes estaba un trazado de vías férreas
por donde transitó el Tren de los Muertos rumbo a Chacarita.
Volviendo
a la Fábrica Nacional del Calzado, esta tenía el nombre
de Wattine y Cia o L´Industrialle Belge, se trasladó
a Villa Crespo en 1888.
En la década del 20 y 30 del siglo XX, el barrio tenía
una formación, o mejor dicho una conformación determinada,
en sus instalaciones había una curtiembre, una fábrica
de artículos de cuero y calzado y las viviendas populares.
Vamos
a leer a Leopoldo Marechal en Adán Buenosayres: ¨había
cruzado la calle Murillo y marchaba entre las paredes negruzcas
y los carros pestilenciales de la curtiembre La Universal¨,
en realidad se refiere a La Federal. ¨Los trabajadores del tercer
equipo, tirados en el suelo, dormían pesadamente con sus
gorras bajo la nuca, esperando el aullido de la sirena que no tardaría
en llamarlos…¨
CURTIEMBRE
LA FEDERAL
El predio de la curtiembre era de 12.600 metros cuadrados, allí
había un gran edificio central y una bomba para extraer agua
del subsuelo que daba 70.000 litros por hora. El portón principal
estaba en la calle Gurruchaga ahí había mampostería
que representaban lo que había sido aquellos años,
varias cabezas de vacunos en un relieve, como en etapas de la historia
lejana, representando en imágenes la realidad social de aquellos
tiempos.
La
instalación, relativamente, rápida de una población
alrededor de sus lugares de trabajo, es una situación social
clara en la historia del movimiento obrero internacional, tema que
desarrollaremos más adelante.
La
industrialización trajo progreso para el desarrollo capitalista,
pero los medios de transporte, las largas jornadas, los escasos
descansos, los salarios siempre míseros fueron el detonante
que las barriadas se armaran alrededor de las fábricas, por
ello, los grandes barrios, conventillos, casas y otras formas de
vivienda se instalaron rodeando las fábricas, talleres y
lugares de trabajo.
Una
mirada sobre todo el país nos dejará claro el panorama,
Buenos Aires, su Capital Federal no fue diferente en ese aspecto.
La urbanización, la mayor cantidad de población acarrea
que estas fábricas con problemas serios de contaminación,
olores nauseabundos, cueros y tintas, cueros sin curtir y luego
procesados fueron el detonante de que muchos vecinos presionaran
para la erradicación de las industrias hacia lugares más
abiertos. De todas formas las políticas indicadas por la
división internacional de trabajo marcó para nuestro
país el proceso desindustrializador, el cual tardó
en llegar, pero hoy se regodea en este panorama doloroso de la falta
de trabajo.
El
24 de julio de 1981, el municipio, eran tiempos de la dictadura
militar, dicta una ordenanza la Nº 36.888 disponiendo el desalojo
de la Curtiembre, que ya no funcionaba, anteriormente había
otro decreto ley sobre la erradicación industrial de la Ciudad
hacia la provincia, expulsando una importante mano de obra industrial.
FÁBRICA
DE TEJIDOS DELL´ACQUA
Esta fábrica estaba ubicada cerca de la actual avenida Córdoba,
a orillas del arroyo Maldonado y las vías del ferrocarril,
en el anterior BAP Buenos Aires al Pacífico. Ocupaba una
manzana, tenía dos pisos altos, hoy está el edificio
reciclado, allí estaban las maquinarias para la manufactura
del hilo, lana y algodón. Se sostiene que trabajaban alrededor
de 1.500 operarios y trabajadores en general.
Esta
empresa fue fundada por el italiano de Varesse, Enrico Dell´Acqua
que llegó en 1887, primero se instaló en el centro
y pronto eligió estos terrenos extensos y económicos
de los suburbios de la ciudad. El edificio fue proyectado por un
hijo de Comastri, Luís Comastri, quien estudiaba en la Real
Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia. El edificio actual
está en las calles Darwin y Loyola.
Hacia
1899 laboraban alrededor de 1.500 obreros y trabajadores. El transporte
de las mercancías se hacía en chatas cargadas con
algodón y lana en fardos, que luego se debían manufacturar
y transformarlos en vestimentas y otros.
Hacia 1930 se producían a diario un valor en tejidos por
40.000 pesos, el jornal era de cinco pesos diarios.
TRABAJO INFANTIL
En 1902, en la fábrica Dell´Acqua trabajaban unos 100
chicos, entre estos 1.400 trabajadores y trabajadoras, porque abría
que analizar la proporción de mano de obra femenina.
La
presencia tanto de la mujer como de los niños y niñas
trabajadoras, no se debe a un problema de que no había leyes
o convenciones internacionales que prohibían dicho trabajo
infantil, sino analicemos la actualidad. No valen ni sirven tantas
convenciones internacionales.
El
tema central es que se calcula que el salario de una mujer era el
50 por ciento del hombre y el de un chico un 25 por ciento. En líneas
generales: 2 mujeres por un hombre. Una mujer y dos niños
por un hombre, cuatro niños por un hombre. La ecuación
fue bajar costos, abaratar a costa de mayor explotación,
en este caso de la mujer y los niños y niñas.
En
un artículo publicado en el diario La Prensa, en esa época,
perteneciente a Tenenbaun, nos vamos a remitir sólo a un
par de párrafos para mostrar en las condiciones que trabajaban
los chicos, entre 6 y 8 horas diarias en la fábrica Dell´Acqua.
¨Construida
al modo de las pequeñas estaciones ferroviarias levantadas
por los ingleses en el interior, la austera mole era de ladrillos,
sólidos, compactos, firmemente unidos con impenetrable argamasa
y expuestos sin revestimiento que disimulara su rusticidad. (…)
Escuetamente dibujaban la planta cuadrada de la fábrica cuyas
altas y regulares ventanas de fuertes rejas no daban alivio, antes
al contrario a la inquietante sensación de encierro forzoso
que me transmitían, generando un malestar que me secaba la
garganta y dificultaba la deglución¨.
En
1901 se produce un incendio. Nuevamente tomamos las impresiones
de un periodista que cubre el siniestro: ¨Se incendió
la fábrica Dell´Acqua. Sociedad Italiana de Exportación,
edificio cercano al Maldonado. Acudió el comisario de la
sección (…) y luego los bomberos y la tropa del Regimiento
9º de Infantería (…)
La
fábrica tiene dos pozos semisurgentes, pues el arroyo está
casi siempre seco y la zona no tiene aguas corrientes. Se quemó
el depósito de algodón y los 1.400 OBREROS SERÁN
DESPEDIDOS DEL TRABAJO¨. Lo resaltado es de mi autoría.
Durante
la Semana Trágica la fábrica debe cerrar sus puertas
porque, los trabajadores de la misma, se sumaron a aquellas memorables
jornadas de resistencia y lucha, el entierro de los manifestantes
y la matanza en la Chacarita, el cortejo fúnebre y los miles
de obreros y obreras que fueron solidarios y participantes de aquellos
días negros en la ciudad.
El trabajador de la fábrica Esteban Benvenutti, luego escribirá
sus recuerdos, trabajó desde 1911 hasta su cierre, aproximadamente
en 1935. Recordemos que Dell´Acqua llega al país en
1887, primero se instala en el centro y luego se muda a Villa Crespo,
hacia 1890.
¨Durante
la crisis de los años 1914-15, primera guerra mundial, que
obligó al cierre temporáneo de la fábrica,
reabierta paulatinamente después de seis meses, el exagerado
encarecimiento de los artículos de primera necesidad dio
motivo a que pusieran en práctica algunos principios de solidaridad.
Primero propicié la fundación de una Sociedad de Ayuda
Mutua entre el personal de la fábrica y mediante una modestísima
suma mensual se proporcionaba asistencia médica, medicamentos
y otros subsidios por enfermedad o desgracias de familia. Más
tarde la dirección facilitó un local en sus dependencias
y allí se instaló una proveeduría, manejado
por el propio personal para que se pudieran adquirir en mejores
condiciones de precio: artículos de peso exacto, ya que allí
no había fines de lucro. Estas iniciativas tuvieron éxito
y se prolongaron por un cuarto de siglo. Entre los años 1920
y 1930 la empresa llegó a ocupar un lugar muy destacado en
la industria y el comercio del país por la presencia de la
fábrica, el taller de confecciones, la sección importación
y más de 30 sucursales de venta al público, en su
mayoría instalados en el edificio propios en las mejores
ubicaciones de la Capital y ciudades del interior. En 1933, la dirección
resolvió la liquidación de todas las sucursales y
poco después el cierre de los talleres¨.
Este
es parte de un recorrido por algunas de las fábricas del
barrio, de sus trabajadores y de las condiciones de vida y labor
diaria, el trabajo infantil y de la mujer y la sobre explotación.
La participación de los trabajadores en jornadas de lucha
y las formas de organización que fueron construyendo.
Una
historia alejada de héroes y hombres magnánimos, los
verdaderos héroes fueron sus constructores…
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