LA
CASA MÍNIMA
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
5
de julio del 2013
La
conocida Casa Mínima está ubicada en Pasaje San Lorenzo
al 380, es muy pequeña comparada a cualquier casa de la actualidad
ostentosa.
Sus
medidas son 2,5 metros de frente y 13 metros de profundidad, 32,5
metros cuadrados, puede ser un departamento de dos ambientes chicos
o un ambiente con baño y cocina chicos.
Los
2,5 metros de frente la hace una casa muy angosta, por este motivo
se destaca la puerta que es de madera y pintada de verde, tiene
una tranca de hierro. Asoma sobre la puerta un balcón con
barrotes y entre los dos, un farolito.
El
revoque está descascarado, lo cual revela en algunos sectores
la vista de ladrillos de su construcción original.
BREVE
HISTORIA ARGENTINA
El
25 de Mayo de 1812, dos años después de la Revolución
de Mayo, el Triunvirato decretó la prohibición del
comercio de esclavos dentro del territorio de las Provincias Unidas.
El
31 de enero de 1813, la Asamblea del Año XIII decretó
la Libertad de Vientres. Los esclavos accederían a la libertad
cuando contrajeran matrimonio, o a la edad de 20 años los
varones ó 16 las mujeres y se les otorgarían instrumentos
de trabajo.
La
abolición de la esclavitud recién se declaró
en la Constitución Nacional de 1853, pero en Buenos Aires
no fue sino hasta 1861 que se instrumentó, cuando la ciudad
suscribió a la reforma de la Constitución promulgada
en Santa Fe por la Convención Provincial un año antes.
De
todas formas, y a pesar de estos decretos y medidas, los esclavos
debieron buscar un lugar donde vivir y era muy frecuente que sus
antiguos amos les proporcionaran pequeñas porciones de sus
terrenos para que levantaran sus casas o bien regresaban al servicio
de sus amos. Pero también, con la muerte del hombre o mujer
que había sido esclavo, después liberto, estas parcelas
volvían a sus anteriores dueños.
LA
LEYENDA
Una
leyenda sostiene que es un esclavo liberto de Justo José
de Urquiza quien recibe esta casa en 1813.
Investigando
en los papeles de Catastro, el arquitecto José María
Peña, director del Museo de la Ciudad, plantea otra versión
de ésta casa.
En
el catastro de 1860, donde se señalan las dimensiones de
los lotes, que el terreno perteneciente a la casa mínima
era una propiedad que tenía 16 metros de frente con 17 de
fondo. La tesis de José María Peña es que hubo
sucesivas divisiones del terreno, por ello el lote terminó
en este pequeño lote con el mismo fondo, pero con un ancho
pequeño de apenas 2 metros y medio donde hoy sobrevive la
casa mínima.
Si
bien, esta revisión del arquitecto Peña desmiente
la teoría del esclavo liberto. Si se plantea que debe haber
habido en la Buenos Aires colonial muchas de estas casas que fueron
desapareciendo por la piqueta, y que estas deben haber sido habitadas
por los liberto. A medida que morían los propietarios originales
recuperaban el dominio de la propiedad.
Hecha
la ley, hecha la trampa…
Esta
casita nos recuerda esos tiempos, cuando uno la ve o la visita es
un espacio no para las clases acomodadas de Buenos Aires, que luego,
con las pestes emigrarán hacia el norte, sino para clases
populares.
De
todas formas, como tantos otros lugares y culturas, San Telmo tiene
una fuerte raíz afro americana que se asoma en sus candombes
y murgas y también, claro, en viejas leyendas como la de
la Casa Mínima.
FUENTES:
portales varios y fuentes propias.
Caracteres:
3409