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Sábado, 3 Junio, 2023 13:46
 
 

Si supiese qué es lo que estoy haciendo, no le llamaría investigación, ¿verdad?

Albert Einstein

"¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir 'amor, amor', y que debían los pueblos pedir como piden pan".

FEDERICO GARCÍA LORCA

COMUNAS PORTEÑAS / COMUNA 15 / VILLA CRESPO

HISTORIA / VILLA CRESPO / 135 AÑOS DE SU NACIMIENTO

UN ADELANTO DEL LIBRO BUENOS AIRES CIUDAD INDUSTRIAL / VILLA CRESPO CASO TESTIGO

Entre el 2008 y 2015 se publicaron una serie de trabajos relacionados con la historia fabril de Villa Crespo.

Previo a la salida del libro: BUENOS AIRES CIUDAD INDUSTRIAL VILLA CRESPO CASO TESTIGO entregamos este adelanto.

VILLA CRESPO TIENE HISTORIA

3 DE JUNIO DE 1888 – 2018

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

3 de junio del 2018 *

BARRIADA OBRERA

El Intendente de la Capital Federal, entre el 22 de junio de 1890 y el 31 de octubre de 1892, fue Francisco F. Bollini, en la Memoria Municipal correspondiente a 1890, primer ciclo de su gobierno afirmaba:
¨El desarrollo de este núcleo de la población Obrera adquiere cada más adelantos, al punto de ser un barrio con derecho a convertirse en Parroquia. Villa Crespo, fundada en terrenos de y para la Fábrica Nacional de Calzado, está situada en las calles de Corrientes y Ministro Inglés. Posee 4.132 habitantes y 143 edificios, entre los cuales se cuentan los de dicha empresa, una fábrica de carbón, 28 casas de comercio y además un hermoso colegio y un teatro que sirve de control de recreación a los obreros¨.

La inmigración comienza a llegar a estas latitudes sobre la década del sesenta en el siglo XIX, estas primeras llegadas no fueron verdaderamente numerosas, la eclosión inmigratoria se dará a partir de 1870 y hasta 1914 con las interrupciones propias de crisis internacionales o situaciones sociales y políticas en nuestro territorio, tema que desarrollamos más ampliamente en el libro BUENOS AIRES CIUDAD INDUSTRIAL, CASO TESTIGO VILLA CRESPO.
De todas formas en 1890 es una crisis a nivel global que retrae la llegada de los inmigrantes.

MAESTRO DE FUEGO

Entre estos inmigrantes que se afincarán, en lo que aún no era Villa Crespo, está un italiano, Antonio Piratte, que llega a Buenos Aires en 1860, su profesión era maestro de fuego.

Don Antonio se dedica a los fuegos artificiales que generalmente se importaban, como era de esperar se utilizaban, como en la actualidad, para las festividades: fiestas patrias, festejos de las parroquias, celebraciones municipales y otras.

Para esta actividad se necesitaba un lugar no poblado, amplio y de terrenos económicos. En 1890, relatan las crónicas que le adquiere unos terrenos a la viuda de Comastri, estos traspasaban los límites de la ciudad, estaban ubicados en el cruce de Corrientes y Dorrego, en ese momento un inmenso lodazal despoblado, si bien ya se habían incorporado los Partidos de Flores y Belgrano a la novel Capital Federal. Estos recónditos lugares eran parte de un paisaje agreste, de tierras económicas, el Maldonado abierto, que nace en San Justo y desemboca en el Río de la Plata. Un lugar ideal para las fábricas y su inmensa masa laboral que comenzará a poblar estas barriadas..

En esos terrenos construyó galpones y/o barracas de mampostería y madera, de entrada contrató 20 obreros que se dedicaron a la fabricación de cohetes, luces de bengala y ruedas de fuego. Se transformó en proveedor del municipio y de otras instituciones. Hizo una gran fortuna con sus fórmulas que sostenía, eran secretas, luego, continuaron su empresa los hijos.

En la esquina sudoeste estaba el Cementerio de la Chacarita, lo que hoy es Parque Los Andes, ya abandonado para principios de siglo. En la esquina sudeste hubo una antigua pulpería, luego un almacén de Ramos Generales, el primer dueño fue un catalán, José Más y luego el italiano Vicente Salinetti.
La fábrica de fuegos de artificio estaba ubicada en la acera este de Dorrego entre Corrientes y Villarroel.

Ya hacia 1903, la zona estaba mucho más poblada, es así que el 20 de marzo de ese año se produce un incendio en el establecimiento y por supuesto, voló todo, la explosión fue monstruosa, el siniestro se escuchó a varias manzanas a la redonda, fue una alarma para toda la ciudad, se pensó incluso que habían explotados los polvorines del Arsenal de Guerra.
Murieron varios obreros de la fábrica, mientras los edificios y negocios colindantes soportaron serios destrozos, varias dotaciones de bomberos con los carros a caballo y una nube que cubrió toda la zona fue el corolario.

Fue necesario este siniestro, con la muerte de los trabajadores, para que la municipalidad decidiera la erradicación de dicha fábrica hacia otro lugar, la misma fue desplazada a Ciudadela, provincia de Buenos Aires.

TALLERES METALÚRGICOS MASPERO

Esta fábrica también es anterior a la conformación del barrio como tal. Se instala en Serrano 250, corría el año 1886, dos años antes de la piedra fundamental de la fábrica del calzado. Fundada por Luís Máspero estaba especializada en la metalurgia, especialmente buhonería y clavería, así rezan en los papeles de la época y en los anuncios de prensa. Luego instalan otra planta en Deán Funes 926, en el actual barrio de Balvanera, en 1933, entre ambas plantas trabajaban unas 300 trabajadores, entre operarios y empleados en general.

Fabricaba unas 7.000 piezas o artículos diferentes, una producción anual de 1.800 toneladas con un valor en pesos del momento de 1.500.000 pesos. El salario de un obrero calificado era de 180 pesos mensuales, en julio de 1930, en plena crisis, luego de la eclosión de 1929 y Wall Street.

Producía materiales para tranvías, ferrocarriles, astilleros, frigoríficos, ingenios y telégrafos. La fábrica ocupaba la calle Serrano actual entre el 250 y 292 y tenía un depósito en la calle Padilla 956.

FÁBRICA NACIONAL DEL CALZADO

En 1888, en el mes de junio, se coloca la piedra fundamental de la Fábrica Nacional del Calzado. Esta es una sucursal de la firma Wattine, cuya casa matriz se encontraba en el centro de la ciudad. La misma se instala en la manzana actual, delimitada por las calles: Padilla, Gurruchaga, Murillo y Acevedo, esta albergó en su momentos más productivos a 3.000 trabajadores asignados a la producción del calzado, entre operarios y empleados, donde había una cantidad de mujeres. Téngase en cuenta que el trabajo en el calzado fue una de las actividades laborales de las mujeres en esos años de la industrialización al calor del modelo agro exportador.

En la Memoria Municipal de 1890 continúa el Intendente Bollini: ¨Tiene también un hospital, con su botica correspondiente. Como se ve, éste es un barrio de trabajadores…¨ concluye.

Estas consideraciones avalan, además, de los ensalzamientos a Benedit y Balcarce, de mérito suficiente para que el barrio tenga la protección de la Municipalidad: ¨por estar llamado a ser un centro obrero de consideración y se ha formado una plaza en terrenos de la Fábrica con una superficie de 12.544 metros cuadrados¨. Sobre dicha plaza indagaremos más adelante.

CIGARRILLOS TRILLO

En la actual Scalabrini Ortiz y Corrientes estaba la fábrica de Cigarrillos Trillo, en aquellos años, esencialmente eran operarias las que trabajaban en la elaboración de cigarrillos, puros y otros, inclusive en los conventillos, donde la mujeres desarrollaban la tarea, en jornadas extenuantes, en el mismo lugar donde se dormía, comía y vivía. Estas formas esclavas de trabajo se las denominaron: trabajo sudor.

Ricardo M. Llanes comentaba en 1957: ¨por los días de 1915 y que se abría diariamente, como obligada ruta funeraria¨, habla de la conjunción entre Triunvirato y Canning, actuales avenidas Corrientes y Scalabrini Ortiz. Y continúa: ¨Tampoco tenemos en la primera cuadra frente a un depósito de hierros, el cinematógrafo Lavalle, que luego se llamó Florencio Sánchez, ni vemos por ahí salir a las operarias de la fábrica de cigarrillos Trillo¨.

TEJIDOS DE JULIO ARAMBURU

En 1907 se construye un edificio que en las actuales avenidas Corrientes y Dorrego se ubica la fábrica de tejidos de Julio Aramburu. Hoy están en dicho espacio la firma de manufactura y venta de la firma Majdalani.

LA FISONOMÍA BARRIAL

La fisonomía de El camino de Ministro Inglés, a partir de 1893, avenida Canning y luego avenida Raúl Scalabrini Ortiz se proyectaba en la Guía Hugo Kunz de 1886, de la siguiente forma: ¨Calle Ministro Inglés, que nace en el Río de la Plata y tiene su fin algo más allá de Rivera, avenida Córdoba, Partido de Flores. En su trayecto hay 25 casas, todas ellas sin número y casi todas pertenecen a quinteros, agricultores, bolicheros y carreros¨.

Entre los recuerdos y mostrando el barrio obrero Juan José de Soiza Reilly en la década del treinta comentaba hablando de la calle Triunvirato en las mesitas de sus cafés, ubicadas en la vereda:

En cuanto a los conventillos, el periodista Soiza Reilly afirmaba en Caras y Caretas, noviembre de 1930, segunda época: ¨Los vecinos no eran gente mala: eran obreros honestos, laboriosos, pero entre ellos florecían inevitables compadritos y algún malevo…¨ fuera de los prejuicios y la realidad de los trabajadores, el periodista pinta la barriada obrera.

En el límite, donde estuvieron los grandes terrenos de la familia Comastri se construyó la industria de los fuegos artificiales, reseñada más arriba.

Por la actual avenida Corrientes estaba un trazado de vías férreas por donde transitó el Tren de los Muertos rumbo a Chacarita.

Volviendo a la Fábrica Nacional del Calzado, esta tenía el nombre de Wattine y Cia o L´Industrialle Belge, se trasladó a Villa Crespo en 1888.
En la década del 20 y 30 del siglo XX, el barrio tenía una formación, o mejor dicho una conformación determinada, en sus instalaciones había una curtiembre, una fábrica de artículos de cuero y calzado y las viviendas populares. La más conocida por el sainete de Vaccareza es el Conventillo de La Paloma, cuyo nombre es el Conventillo El Nacional que iba de calle a calle, 112 habitaciones donde vivieron unas 1.200 personas, sus trabajadores con las familias. Como todos los conventillos, este no fue la excepción, cruzado por el hacinamiento, los alquileres altos, las malas condiciones de vida, la falta de una infraestructura adecuada.

Vamos a leer a Leopoldo Marechal en Adán Buenosayres: ¨había cruzado la calle Murillo y marchaba entre las paredes negruzcas y los carros pestilenciales de la curtiembre La Universal¨, en realidad se refiere a La Federal. ¨Los trabajadores del tercer equipo, tirados en el suelo, dormían pesadamente con sus gorras bajo la nuca, esperando el aullido de la sirena que no tardaría en llamarlos…¨

CURTIEMBRE LA FEDERAL

El predio de la curtiembre era de 12.600 metros cuadrados, allí había un gran edificio central y una bomba para extraer agua del subsuelo que daba 70.000 litros por hora. El portón principal estaba en la calle Gurruchaga ahí había mampostería que representaban lo que había sido aquellos años, varias cabezas de vacunos en un relieve, como en etapas de la historia lejana, representando en imágenes la realidad social de aquellos tiempos.

La instalación, relativamente, rápida de una población alrededor de sus lugares de trabajo, es una situación social clara en la historia del movimiento obrero internacional, tema que desarrollaremos más adelante.

La industrialización trajo progreso para el desarrollo capitalista, pero los medios de transporte, las largas jornadas, los escasos descansos, los salarios siempre míseros fueron el detonante para que las barriadas se armaran alrededor de las fábricas, por ello, los grandes barrios, conventillos, casas y otras formas de vivienda se instalaron rodeando las fábricas, talleres y lugares de trabajo.

Mirar lo que sucedió en todo el país industrial, no sólo los cordones industriales de Buenos Aires y su Capital Federal nos ayuda a observar y analizar más correctamente lo que fue la vida laboriosa en aquellas décadas.

URBANIZACIÓN / RADICACIÓN DE INDUSTRIAS / MEDIO AMBIENTE

Varios factores conjugaron en aquellos años, por un lado, la mayor cantidad de población; el proceso industrial, la manufactura de materias primas que acarreó la instalación de fábricas que produjeron problemas serios de contaminación al medio ambiente. El cuero y la utilización de diversas tintas y otros productos motorizaron problemas serios de contaminación, olores nauseabundos. Los cueros sin curtir y luego procesados fueron el detonante de que muchos vecinos presionarán para la erradicación de las industrias hacia lugares más abiertos.

De todas formas, la contaminación se dio de abrazos con las formas precarias de vida en los conventillos y las barriadas.

SOBRE LA ERRADICACIÓN DE INDUSTRIAS EN EL SIGLO XX

Aquellos planteos sobre la necesidad de erradicación se corroboran posteriormente. La división internacional de trabajo marcó para nuestro país el proceso desindustrializador, el cual tardó en llegar, desde aquellos años del Maldonado abierto, pero que dejará un doloroso panorama de desocupación y represión-

El 24 de julio de 1981, el municipio, eran tiempos de la dictadura militar, dicta una ordenanza, la Nº 36.888, disponiendo el desalojo de la Curtiembre, que ya no funcionaba, anteriormente había otro decreto ley sobre la erradicación industrial de la Ciudad hacia la provincia, expulsando una importante mano de obra industrial. Es dable también afirmar que la erradicación industrial de 1977 no fue para ocupar los espacios abiertos y montar estos centros productivos en esos lugares, sino fue el detonante de la desocupación galopante.

FÁBRICA DE TEJIDOS DELL´ACQUA

Esta fábrica estaba ubicada cerca de la actual avenida Córdoba, a orillas del arroyo Maldonado y las vías del ferrocarril, en el anterior BAP Buenos Aires al Pacífico. Ocupaba una manzana, tenía dos pisos altos, hoy está el edificio reciclado, allí estaban las maquinarias para la manufactura del hilo, lana y algodón. Se sostiene que trabajaban alrededor de 1.500 operarios y trabajadores en general.

Esta empresa fue fundada por el italiano de Varesse, Enrico Dell´Acqua que llegó en 1887, primero se instaló en el centro y pronto eligió estos terrenos extensos y económicos de los suburbios de la ciudad. El edificio fue proyectado por un hijo de Comastri, Luís Comastri, quien estudiaba en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia. El edificio actual está en las calles Darwin y Loyola.

Hacia 1899 laboraban este millar y medio de trabajadores. El transporte de las mercancías se hacía en chatas cargadas con algodón y lana en fardos, que luego se debían manufacturar y transformarlos en vestimentas y otros.
Hacia 1930 se producían, a diario, un valor en tejidos por 40.000 pesos, el jornal era de cinco pesos diarios.

TRABAJO INFANTIL

En 1902, en la fábrica Dell´Acqua, trabajaban unos 100 chicos, no está clara la proporción de mano de obra femenina. Este desglose: mano de obra masculina, femenina y niñez, es sustancial ya que los salarios son diferentes. Las jornadas laborales son extenuantes para todos, incluso para la mano de obra infantil, pero en materia de jornales, los que ganaban eran y son los empresarios.

La presencia tanto de la mujer como de los niños y niñas trabajadoras, no se debe a un problema de que no había leyes o convenciones internacionales que prohibían dicho trabajo infantil, sino analicemos la actualidad. El trabajo esclavo con la niñez aprisionada en los talleres clandestinos es parte del escenario político laboral actual. Uno debe preguntarse para que sirven tantas convenciones internacionales que piden la ERRADICACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL.

El tema central es que se calcula que el salario de una mujer era el 50 por ciento del hombre y el de un chico un 25 por ciento. En líneas generales: 2 mujeres por un hombre. Una mujer y dos niños por un hombre, cuatro niños por un hombre. La ecuación fue bajar costos, abaratar las erogaciones empresarias y súper explotar a la masa laboral.

En un artículo publicado en el diario La Prensa, en esa época, perteneciente al empresario Tenenbaun, nos vamos a remitir sólo a un par de párrafos para mostrar en las condiciones que trabajaban los chicos, entre 6 y 8 horas diarias en la fábrica Dell´Acqua.

¨Construida al modo de las pequeñas estaciones ferroviarias levantadas por los ingleses en el interior, la austera mole era de ladrillos, sólidos, compactos, firmemente unidos con impenetrable argamasa y expuestos sin revestimiento que disimulara su rusticidad. (…) Escuetamente dibujaban la planta cuadrada de la fábrica cuyas altas y regulares ventanas de fuertes rejas no daban alivio, antes al contrario a la inquietante sensación de encierro forzoso que me transmitían, generando un malestar que me secaba la garganta y dificultaba la deglución¨.

En 1901 se produce un incendio. Nuevamente tomamos las impresiones de un periodista que cubre el siniestro: ¨Se incendió la fábrica Dell´Acqua. Sociedad Italiana de Exportación, edificio cercano al Maldonado. Acudió el comisario de la sección (…) y luego los bomberos y la tropa del Regimiento 9º de Infantería (…)

La fábrica tiene dos pozos semisurgentes, pues el arroyo está casi siempre seco y la zona no tiene aguas corrientes. Se quemó el depósito de algodón y los 1.400 OBREROS SERÁN DESPEDIDOS DEL TRABAJO¨. Lo resaltado es de mi autoría.

Durante la Semana Trágica (1919) la fábrica debe cerrar sus puertas porque los trabajadores se suman a aquellas memorables jornadas de resistencia y lucha, el entierro de los manifestantes y la matanza en la Chacarita, el cortejo fúnebre y los miles de obreros y obreras que fueron solidarios y participantes de aquellos días negros en la ciudad.
El trabajador de la fábrica, Esteban Benvenutti, posteriormente, escribirá sus recuerdos: Cuando comenzó a trabajar en 1911 hasta su cierre, aproximadamente, en 1935. Recordemos que Dell´Acqua llega al país en 1887, primero se instala en el centro y luego se muda a Villa Crespo, hacia 1890.

¨Durante la crisis de los años 1914-15, primera guerra mundial, que obligó al cierre temporáneo de la fábrica, reabierta paulatinamente después de seis meses, el exagerado encarecimiento de los artículos de primera necesidad dio motivo a que pusieran en práctica algunos principios de solidaridad. Primero propicié la fundación de una Sociedad de Ayuda Mutua entre el personal de la fábrica y mediante una modestísima suma mensual se proporcionaba asistencia médica, medicamentos y otros subsidios por enfermedad o desgracias de familia. Más tarde la dirección facilitó un local en sus dependencias y allí se instaló una proveeduría, manejado por el propio personal para que se pudieran adquirir en mejores condiciones de precio: artículos de peso exacto, ya que allí no había fines de lucro. Estas iniciativas tuvieron éxito y se prolongaron por un cuarto de siglo. Entre los años 1920 y 1930 la empresa llegó a ocupar un lugar muy destacado en la industria y el comercio del país por la presencia de la fábrica, el taller de confecciones, la sección importación y más de 30 sucursales de venta al público, en su mayoría instalados en el edificio propios en las mejores ubicaciones de la Capital y ciudades del interior. En 1933, la dirección resolvió la liquidación de todas las sucursales y poco después el cierre de los talleres¨.

Este es parte de un recorrido por algunas de las fábricas del barrio, de sus trabajadores y de las condiciones de vida y labor diaria, el trabajo infantil y de la mujer y la sobre explotación. La participación de los trabajadores en jornadas de lucha y las formas de organización que fueron construyendo.

Una historia alejada de héroes y hombres magnánimos, los verdaderos héroes fueron sus constructores…

Primera versión del 2 de junio del 2010. 6 de junio del 2015 * Ampliada, corregida y actualizada.

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