FRASES
SOBRESALIENTES DE MONSEÑOR ENRIQUE ANGELELLI
Producción de Villa Crespo Digital
18
de agosto del 2015
En
esta época decía: "El hombre no puede
ser un desencarnado, lo religioso no puede hacer perder de vista
las necesidades más elementales de los seres humanos,
menos de los pobres, sino por el contrario, la religión
deber servir para que el hombre se dignifique totalmente, humana
y espiritualmente..."
En
una homilía de octubre de 1963 decía: "No
nos cansaremos de bendecir al Señor, que nos ha llamado
a vivir en la hora presente, porque nos ha llamado a ser forjadores
de una nueva sociedad... El verdadero cristiano desconoce la
palabra pesimismo, porque significa renunciar a vencer, a esperar
y a combatir..."
En
diciembre del mismo año en una "exhortación
pastoral" reclamaba así la solidaridad de todos
los sectores: "En nuestra provincia advertimos azorados
un porvenir inseguro, efecto de una de esas situaciones graves
que se manifiestan bajo las formas inhumanas de la desocupación,
carestía de la vida, bajos salarios, escaso rendimiento
del poder adquisitivo, alto déficit de las viviendas,
hospitales abarrotados, niños enfermos y desnutridos,
carencia de una asistencia médica social vigorosa y congruente.
¿Puede
alguien permanecer indiferente ante esta angustiosa realidad?
¿Podemos, sin caer en la complicidad, seguir callando?..."
Ante
una crisis interna en la Iglesia cordobesa de 1964 expresaba:
"Esta Iglesia de Córdoba es parte de la misma
Iglesia de Jesucristo, y por lo tanto también es Iglesia
en Concilio... Reformarse, actualizarse, rejuvenecerse, presentar
un rostro más evangélico supone un compromiso
grave, porque es exigencia de vida, y no podemos trepidar de
asumir este compromiso, HOY MISMO, y comenzar a cambiar toda
postura y actitudes vitales que no respondan genuinamente al
Evangelio".
"Es
evidente que todo intento de auténtica renovación,
lleva como precio el sufrimiento, la incomprensión y
a veces hasta la calumnia; esto no nos debe hacer trepidar,
sino que serena y firmemente sepamos comprometernos vitalmente
con quienes sufren la desorientación en la búsqueda
de la verdad; con quienes padecen hambre, miseria o injusticia
en su vida; con quienes buscan una comunidad auténticamente
más cristiana porque es auténticamente más
humana; con quienes no quieren compromiso con la mentira, la
mediocridad, la superficialidad y el conformismo cómplice".
SOBRE
LAS ELECCIONES DECÍA MONSEÑOR ANGELELLI
El
25 de febrero de 1973, en plena campaña electoral, en
la misa dominical a la que asistieron los candidatos del FREJULI,
Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima, el Obispo
leyó la ´Reflexiones sobre las elecciones
de marzo´, que fueron suscriptas por todos
los sacerdotes. En ellas decía:
"Votar no consiste solamente en depositar una ´papeleta´
en una urna. Votar es hacer y construir nuestra propia historia
argentina y riojana. Es poner el ´hombro´ para que
como pueblo no se nos considere solamente en las urnas sino
el gran protagonista y actor en la reconstrucción de
la Patria. Es para eliminar las causas que engendran injusticias,
miserias, odios, éxodos obligatorios".
"Mientras
ayer observábamos gestos y actitudes contra el mismo
pueblo, hoy vemos ´salvadores´ y ´mesías´;
cuando ayer observábamos silencio antes la ¨represión¨,
el atropello al hombre, imagen de Dios, hoy vemos gestos que
desconciertan y oímos lenguaje ´revolucionario´.
Cuando ayer negábamos un justo salario, hoy vemos que
se toman actitudes de paternalismo repartiendo dádivas
y comprando conciencias con el dinero... ¿Se ha operado
una conversión? ¿Es demagogia? ¿Es la vieja
maña de captar votos?..."
El
25 de mayo Cámpora asumió la presidencia, y Carlos
Menem la gobernación de La Rioja.
En
diciembre del mismo año en una "exhortación
pastoral" reclamaba así la solidaridad de todos
los sectores: "En nuestra provincia advertimos azorados
un porvenir inseguro, efecto de una de esas situaciones graves
que se manifiestan bajo las formas inhumanas de la desocupación,
carestía de la vida, bajos salarios, escaso rendimiento
del poder adquisitivo, alto déficit de las viviendas,
hospitales abarrotados, niños enfermos y desnutridos,
carencia de una asistencia médica social vigorosa y congruente.
¿Puede
alguien permanecer indiferente ante esta angustiosa realidad?
¿Podemos, sin caer en la complicidad, seguir callando?..."
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