ROMPAMOS
EL AISLAMIENTO
ROMPAMOS
EL AISLAMIENTO I
Por
Elena Luz González Bazán * especial para Villa
Crespo Digital
1°
de abril del 2016
25
de marzo de 1977-2016, se cumplen 39 años de su desaparición…
A
días de cumplirse 40 años del ultimo golpe cívico
militar... una historia de periodistas...
Rompamos
el aislamiento, debemos dar testimonio…
El 25 de marzo de 1977, al día siguiente
del primer año del comienzo del último golpe militar,
fue secuestrado el periodista y escritor Rodolfo Walsh. Según
todas las informaciones fue asesinado en el lugar, en el barrio
de Constitución, entre las avenidas San Juan y Entre
Ríos, donde hay un banco, de allí hace treinta
años fue levantado, en la jerga del terror, y no se lo
vio más…
Rodolfo Walsh crea, conforma Cadena Informativa
y ANCLA Agencia Clandestina de Noticias, ambas constituyen un
punto importante de transmitir la noticia, de dar testimonio,
de intentar poner límites ya no sólo a la censura
sino, esencialmente, hacerle frente al terror que se había
instaurado en nuestro país. Suceso, momento histórico
que no es único en América Latina, es parte de
los países del Tercer Mundo.
La Carta Abierta a las Juntas es el producto
de 365 días de un gobierno infausto, como sostiene Walsh,
producto de nuevas condiciones y un Estado que viene a imponerse
a puro plomo y sangre.
Entre el 24 de marzo y los primeros días
de noviembre de 1976, Walsh denuncia que hay ¨mil fusilados,
veinte mil presos o desaparecidos y trescientos mil exiliados¨.
El ministro dictatorial Albano Harguindeguy
calificó, el 18 de noviembre de 1976, que la cifra de
20.000 presos o desaparecidos era demencial. Sostuvo, asimismo
que de todas formas dichos elementos se encontraban bajo ¨secreto
militar¨.
Como el contexto inicial, de aquellos años,
existieron partes o información sobre el proceder de
la dictadura, ya sea por medios de comunicación o bien
sus denominados comunicados. Lo cierto es que el tiempo de los
ocultamientos sepultó aquella situación existente
y realizó un pormenorizado lavado de cerebro, ya no sólo
apresando a quienes consideraban peligrosos o peligrosas, sino
quemando todo material o secuestrándolo.
La última dictadura militar se cobró
el destino de miles, millones de libros, revistas, fascículos
y el más diverso material de investigación que
podía estar en casas particulares, en bibliotecas, editoriales
u otros. Con esta política utilizada al mejor estilo
inquisitorial se intentó ocultar la memoria, derrotarla
y de esa forma implantar el terror. Hacer añicos la historia
de luchas y lograr que la sociedad se ablandara… fuera
fofa y mediocre, algo que, lamentablemente, llevó décadas
pero tuvo éxito.
Vale un ejemplo: el 29 de abril de 1976, en
la provincia mediterránea, en la ciudad de la Calera,
una pila de libros ardía en el Regimiento de Infantería
Aerotransportada de La Calera. "Se incinera esta documentación
perniciosa que afecta al intelecto y a nuestra manera de ser
cristiana, a fin de que no pueda seguir engañando a la
juventud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual:
'Dios, Patria y Hogar'", así rezaba el comunicado
oficial. La Nación, 30 de abril de 1976.
Otro triste ejemplo nos relata lo sucedido
a la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, en Rosario, provincia
de Santa Fe, con 55.000 volúmenes en circulación
y 15.000 en depósito. ¨El 25 de febrero de 1977 fue
intervenida mediante el decreto nº 942. Ocho miembros de
su Comisión Directiva detenidos ilegalmente, su control
de préstamos bibliográficos utilizado para investigar
a los socios. Miles de libros de la entidad fueron quemados,
por ejemplo seiscientas colecciones de la obra completa del
poeta Juan L. Ortiz", entre otros autores.
"La quema de libros más grande
que concretó la dictadura fue con materiales del Centro
Editor de América Latina, el sello que fundó Boris
Spivacow quien además tuvo un juicio 'por publicación
y venta de material subversivo'. El fue sobreseído pero
el millón y medio de libros y fascículos ardieron
en un baldío de Sarandí". Esto fue investigado
por Marcelo Massarino - Revista Sudestada Nº 46, del 18
de marzo del 2006.
Por eso, rescatar la esencia de Rodolfo Walsh
desde su trabajo puede colaborar en analizar y pensar que a
pesar de todas las noticias sobre esas violaciones no son: ¨sin
embargo los que mayor sufrimiento han traído al pueblo
argentino¨. El mismo expondrá en el punto 5 de su
carta que el peor genocidio fue el cometido contra el pueblo,
hambreándolo, expulsándolo de su trabajo y gestando
la nueva legión de desocupados que será evidente
durante la década del noventa.
No casualmente los actuales periodistas, comunicadores,
amigos y quienes se postulan o son postulados como herederos
de Walsh ocultaron o ignoraron la esencia de aquella Carta Abierta
a las Juntas que desnuda, profundamente, el objetivo de la dictadura,
la que vino a perseguir al Movimiento Obrero organizado, bastión
esencial para evitar, por la sola defensa del trabajo, que se
impusiera el capital financiero sobre el industrial.
El 70 por ciento de los desaparecidos eran
obreros, trabajadores y asalariados, pero esa cifra astronómica
y dolorosa fue dejada de lado durante estas décadas para
abrevar en la Teoría de los Dos Demonios, una lucha fraticida
y desigual entre guerrilleros y Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Pero como el ave Fénix que se eleva
entre los escombros, volver, en este caso, a Rodolfo Walsh nos
puede ayudar a los trabajadores a comprender la esencia vital
de aquella dictadura siniestra.
La información que intentó derrotar
al terror…
Entre la información que entrega Cadena Informativa,
hay ciento cuarenta muertos, supuestos guerrilleros que se enfrentaron
con las fuerzas militares, todos ellos han caído en el
olvido… la mayoría de esas muertes, asesinatos:
¨han consistido en fusilamientos de activistas sindicales
o estudiantes detenidos¨, asevera Walsh
Por otro lado, informa Cadena Informativa que
se pudo saber por medio de fuentes policiales que el método
para saber si se trata de un combate o fusilamiento es que,
los fusilamientos se hacen en descampados a horas de la madrugada
y no se proveen listas de nombres de los muertos, porque estos
ya circulan internacionalmente en los listados de detenidos.
Algo que no fue nuevo, sino recordar LOS FUSILAMIENTOS EN JOSÉ
LEÓN SUÁREZ en 1956.
Además, en estos partes de Cadena Informativa
Rodolfo Walsh pone negro sobre blanco cuando sostiene que las
represalias fueron brutales: una bomba en La Plata, en la Jefatura
de Policía, el 9 de noviembre de 1976 mató a cinco
policías y dejó heridos a otros quince, entre
ellos ¨cinco jerarcas¨. Alberto Camps, jefe de la Policía
de la provincia de Buenos Aires fijó en 55 el número
de rehenes a fusilar ¨Y las ejecuciones comenzaron a la
madrugada siguiente: ocho en La Plata y ocho en Tolosa y City
Bell. El 11 de noviembre se ejecutó a siete más
en La Plata. El 12 fueron fusilados cuatro en La Plata y cuatro
en Tolosa. En la madrugada del 13 se fusiló a seis en
el barrio de Las Quintas. El 14 fueron ejecutados en Punta Lara
tres activistas obreros. El 15 otros cinco en Los Hornos. El
comunicado sobre este hecho dijo que los cinco guerrilleros
se desplazaban apilados en un Fiat 128, en la madrugada, y al
sostener un tiroteo, una bala impactó el tanque de nafta
incendiando el coche y carbonizando a sus ocupantes. No menos
inverosímil resultó el 16 la tentativa de ¨copamiento
de la subcomisaría de Arana en que se completó
con diez fusilamientos la cuota fijada por Camps. De ninguno
de estos cincuenta y cinco muertos se han dado los nombres¨.
En el Informe nº 1 de diciembre de 1976,
Crónica del terror informa que el diario La Opinión
había revelado a mediados de noviembre de ese año
sobre los temas que no se podía informar, o sea, estaba
PROHIBIDO. Entre estos temas se encontraban los hechos subversivos
y las bajas en las fuerzas armadas y policiales. ¨Entre
los primeros figuran un tiroteo con guerrilleros que costó
la vida a dos miembros de Seguridad Federal en Flores el 17
de noviembre, el desarme de la guardia de camineros en la papelera
Massuh de Quilmes, el 19, dos muertos y cuatro heridos graves
de la Policía Federal al desactivar bombas cazabobos
en locales abandonados por la guerrilla, y centenares de actos
de sabotaje¨.
Ergo, y teniendo en cuenta la segunda premisa,
se censura que: ¨Una explosión en un polvorín
de Ejército que costó la vida a un oficial, y
otra en el Arsenal Naval de Azul donde murieron tres marinos
y ocho resultaron heridos, fueron presentados como accidentes¨.
En otra continuación con la censura
impuesta se prohibió que el país se enterase del
proyecto del entonces senador norteamericano, de extracción
demócrata, Edward Kennedy, hermano del presidente asesinado
en noviembre de 1963, ¨que acusaba al gobierno argentino
ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA (Organización
de los Estados Americanos) de la decisión de la Comisión
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de condenar a la
Argentina y Rodhesia, del secuestro de un nuevo diplomático
cubano y del brote de aftosa surgido en la provincia de Buenos
Aires¨.
En los partes informativos se afirmaba que
la dictadura militar, el autodenominado gobierno de Reorganización
Nacional, gastaba diariamente tres millones de pesos para combatir
a la guerrilla. Que cada guerrillero muerto costaba un millón
de dólares. Mientras los sectores obreros soportaban
los salarios más bajos de la historia, hasta ese momento.
Para comprar un dólar se necesitaban
350 pesos. Esto implicaba que se gastaban 8.571, 43 dólares
por día, 257.142,85 dólares por mes para perseguir
¨guerilleros¨. Luego es devaluado, lo decide ¨democráticamente¨
el ministro Martínez de Hoz, a 240 pesos.
La denominada Timba financiera no dejó
a nadie afuera: centenares de pequeños comerciantes,
industriales y profesionales se empezaron a meter en la Bolsa
de Comercio, cuando el legendario miembro de la familia Martínez
de Hoz, José Alfredo, ocupó la cartera de Economía
nacional e hizo que el dólar bajara de 350 pesos a 240,
como decimos más arriba. Éste, Martínez
de Hoz, fue integrante de la primera usina civil del golpe,
el grupo Perriaux, así denominado por su numen, quien
fuera Jaime Luís Enrique Perriaux, su apodo era Jacques
y había sido ministro de Justicia de Roberto Marcelo
Levingston, otro militar golpista, pero en este caso entre 1966-1973,
luego de Juan Carlos Onganía. El grupo se reunía
en la entonces Capital Federal, en unas oficinas de Vicente
López y avenida Pueyrredón, además del
ministro estaban Enrique Loncan, asesor de Ramón Genaro
Díaz Bessone que fue luego el ministro de Planeamiento,
Mario Cadenas Madariaga que fue el secretario de Agricultura,
Luís García Martínez jefe de asesores del
gabinete, Guillermo Zubarán secretario de Energía,
García Venturini director de Eudeba, curiosamente también
estaba en este grupo, Horacio García Belsunce.
De esta manera, las investigaciones de García
Lupo y Vicente Muleiro demuestran que en el caso de este grupo
y en especial de Venturini pertenecían al grupo y esto
nunca fue desmentido. Allí se juntaban desde 1973 para
preparar el golpe y tenían enlace con el Ejército,
eran los generales Santiago Riveros y Carlos Suárez Mason,
Campo de Mayo y Primer Cuerpo de Ejército con asiento
en Palermo. Dicho grupo estaba formado por intelectuales y empresarios
liberales, antiperonistas y anticomunistas.
Volviendo al momento de la timba a la cual
se sumó parte de la sociedad… Walsh informaba que
esta jugada de Martínez de Hoz le quitó interés
a las inversiones en divisas. ¨La compra de acciones se
ofreció entonces como una alternativa al dólar.
En una semana, a partir del 29 de marzo, las acciones se fueron
a las nubes y el 5 de abril rompieron todos los récords¨.
En pocos días o en horas se podía tener un patrimonio
en un 100, 200 y hasta 300 por ciento superior: ¨hecho curioso
con un gobierno que venía a acabar con el festín
de la corrupción. El capital de las empresas se triplicaba
por milagro, sin que por ello produjeran un tornillo más
que antes¨.
Los incautos pequeños comerciantes,
industriales y profesionales se metieron en la Bolsa y terminaron
empobrecidos: ¨los peces grandes la abandonan realizando
ganancias extravagantes. Como la cotización era artificial,
tenía que bajar en forma igualmente espectacular dejando
el dinero de los incautos en manos de los amigos de Martínez
de Hoz y los grandes jerarcas de la Bolsa¨.
En la segunda parte, lo que sostiene Walsh
y la persecución al Movimiento obrero.
* Integrante de la Comisión de Derechos
Humanos de los obreros y trabajadores ferroviarios - de la Comisión
por los Derechos Humanos y la Memoria de Villa Crespo.
INVESTIGACIÓN iniciada y publicada en numerosos portales
el 9 de junio del 2007. Actualizada el 7 de junio del 2010.
Actualizada nuevamente. Todo el material junto con la carta
conforman un trabajo de años y publicado en el libro:
30
DE MARZO DE 1982 UNA GESTA OLVIDADA
Caracteres:
12.930