NOTA
RECOMENDADA
Las
empresas despiden, el estado reprime
Desde
la profundización del ajuste hace varios meses, las grandes
empresas vienen suspendiendo o directamente despidiendo trabajadores
con la excusa de la baja en las ventas. Y no conformes con los
despidos, recurren a su fuerza de choque, las patotas de los
sindicatos o directamente a la policía para militarizar
la fabrica y así amedrentar a los trabajadores.
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NOTA
ESPECIAL
Berni
es kirchnerista
Sergio
Berni nos tiene acostumbrados a las declaraciones rimbombantes.
Esta semana no fue la excepción, y nuevamente se mostró
como un funcionario que desempeña orgullosamente su cargo
en la función represiva. |
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CORREPI
en el aire:
El tercer sábado de mes, cada dos meses, a las
16:00, escuchá el espacio de CORREPI en el programa Rebeldes
Stereotipos, por FM La Tribu , FM 88.7, o en www.fmlatribu.com.
Jueves por medio, entre 10:00 y 11:00, escuchá el espacio
de CORREPI en el programa En Otras Palabras, por FM En Tránsito,
FM 93.9, o en
www.fmentransito.org.ar.
Los jueves, alrededor de las 19:00, escuchá
la columna de María del Carmen Verdú en el programa
Aguantando de Pie que conduce, de 18:00 a 20:00, el periodista
Herman Schiller en Radio La Caterva. Seguilo en vivo en fmlacaterva.blogspot.com
o escuchá los programas anteriores enwww.ivoox.com. Teléfono
para mensajes: 4302-1203. Mail: fmlacaterva@gmail.com. |
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2014
(En
el ENA - Encuentro Nacional Antirrepresivo)
BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 715
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BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 715
Del
27 de mayo del 2014
Por
CORREPI especial para Villa Crespo Digital
10
de febrero del 2014
Sumario:
1.
Torturas en el “Palacio de Justicia”.
2. Las empresas despiden, el estado reprime.
3. Berni es kirchnerista.
4. “No robarás”…crucificarás.
5. Criminalidad policial: cuando digo delito te nombro.
Torturas
en el “Palacio de Justicia”
El
hecho sucedió la madrugada del 6 de agosto de 2010, esta
vez en la Alcaldía del Palacio de Tribunales y a manos
de – ¿quién más?- dos agentes del Servicio
Penitenciario Federal: Héctor Miguel Aguilar y Jorge Raúl
Rolón, actualmente condenados a 8 años de prisión
por el delito de torturas por el Tribunal Oral en lo Criminal
Nº 9, aunque todavía se encuentran libres, mientras
no quede firme la sentencia. Respecto de los hechos, nada nuevo
bajo el sol: un pibe privado de su libertad fue golpeado y sodomizado
por estos dos sujetos.
Estas situaciones no son algo fuera de lo común, ni algo
que se produce por una negligencia ni por “falta de cuidado”
del personal de las fuerzas de seguridad. Estas son acciones que
se realizan con total decisión de quienes los llevan a
cabo, y que suceden constantemente en diferentes dependencias
policiales o penitenciarias. Es la forma, el método que
utilizan para reprimir, para humillar, para mantener al preso
atemorizado y alienado, no importa cuáles sean las causales
de la pérdida de su derecho a la libertad, no importa cuál
sea su conducta.
A veces, y solo a veces, cuando el hecho toma importancia en los
medios de comunicación, o empieza a ser visibilizado, o
por las particulares circunstancias, trasciende los muros de las
prisiones, el poder judicial siente la necesidad de hacer de cuenta
que las penas también llegan a quienes, en ejercicio de
sus funciones realizan este tipo de actos y eventualmente son
procesados y algunas veces condenados. Siempre, por supuesto,
apelando al “hecho aislado” y mitigando las penas.
Y no solo eso, sino que, el mismo estado, una vez más,
se encarga de garantizar que quienes ejercen la represión
tengan la mejor defensa posible sin necesidad de pagarla.
En este caso, como en tantos otros, los represores no fueron representados
por un defensor oficial, como el grueso de las personas que son
sometidas a un proceso penal y no pueden pagar a un abogado particular,
sino que fueron defendidos por abogados de la División
de Asuntos Penales del ministerio de Seguridad. Esta situación
no es excepcional. Se da hoy en el caso de Gonzalo Crespo, el
pibe asesinado por un policía federal en Saavedra el 1º
de marzo, como en centenares anteriores, desde el comisario Miguel
Ángel Espósito, asesino de Walter Bulacio, hasta
los policías imputados en el asesinato de Mariano Ferreyra.
Claro que, en esos casos, como en el de los torturadores de tribunales,
cuando la causa tomó visibilidad pública se ordenó
a los funcionarios ministeriales apartarse, por una simple cuestión
de imagen.
La intervención de los abogados de planta del ministerio
tiene un paso previo, donde se analiza si el caso amerita la defensa
desde la División de Asuntos Penales. Para el caso de los
policías, el decreto 1866/83, reglamentario de la ley 21.965
para el Personal de la PFA, establece que la asistencia letrada
a policías en actividad o retirados se brinda “cuando
se trate de causas exclusivamente iniciadas a consecuencia del
ejercicio de la labor policial”. Está clarísimo
que en este “ejercicio de la labor policial”, se encuentran
implícitas todas estas acciones hacia los presos, así
funciona el sistema, no es un hecho aislado, no es un policía,
es una institución y su conducta es avalada por el estado,
sea el gobierno que sea.
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Las
empresas despiden, el estado reprime
Desde
la profundización del ajuste hace varios meses, las grandes
empresas vienen suspendiendo o directamente despidiendo trabajadores
con la excusa de la baja en las ventas. Y no conformes con los
despidos, recurren a su fuerza de choque, las patotas de los sindicatos
o directamente a la policía para militarizar la fabrica
y así amedrentar a los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores
no agachan la cabeza y salen a luchar para hacer oír su
reclamo y solidarizarse con los despedidos.
Las patronales, con el apoyo del gobierno y la burocracia sindical,
viene dejando a miles de trabajadores sin su fuente de ingreso.
Valen como ejemplo el caso de los 60 despidos en Calsa, los 9
despidos en Shell y más de 90 despidos y suspensiones en
las autopartistas Gestamp y Kromberg y Schubert. Como siempre,
la variable de ajuste para las empresas siguen siendo los trabajadores.
Con el “verso” de la baja en las ventas, estas multinacionales
saben que cuentan con el visto bueno del gobierno, ya que ante
cualquier reclamo que hacen los trabajadores, el estado está
siempre listo para reprimirlos. Es el caso de la autopartista
Gestamp, con 63 despidos en Escobar, donde los trabajadores no
sólo tienen que enfrentarse a la patota de Smata, sino
que desde que desde hace una semana, tienen, en sus puestos de
trabajo y hasta en el comedor, a policías que los controlan
para que no se atrevan a alzar la voz dentro de la fábrica.
En Calsa, los trabajadores vienen realizando un acampe hace un
mes en la puerta de la fábrica por la reincorporación
de los 70 compañeros despedidos. El jueves pasado realizaron
un corte en Puente Pueyrredón para visibilizar su reclamo.
La respuesta fue la misma de siempre: prefectura por doquier,
dispuestos a reprimir y llevar adelante el acuerdo de convivencia
que pactó la burguesía para “despejar”
las calles y así invisibilizar los conflictos. La exhortación
de la presidenta en el Congreso el 1º de marzo se traduce
en hechos llevados a cabo por el secretario de Seguridad Sergio
Berni, siempre presente en los cortes de ruta para “liberar”
las calles.
Los trabajadores de la multinacional Shell (enemiga del gobierno
en afiches pero amiga en los acuerdos y ganancias), también
sufren la persecución de la empresa, con cámaras
de seguridad y aprietes de la burocracia.
Esta persecución laboral es práctica habitual cuando
se inician conflictos en las fábricas. Vale recordar hace
dos meses, cuando se bloqueó el parque industrial de Pilar
por las trabajadoras despedidas en Kromberg y Schubert, y la infantería
no tardó en llegar en micros de la línea 291-520
de la central de Escobar, dispuestos a reprimir el piquete y llevándose
detenidos a varios compañeros.
Sea del color que sea, la función de las fuerzas represivas
es la misma, asesinar a los pibes en los barrios, con el gatillo
fácil y las torturas en cárceles y comisarías,
o como se ve con estos hechos, reprimir a quienes pierden el trabajo
y salen a luchar para recuperarlo.
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Berni
es kirchnerista
Sergio
Berni nos tiene acostumbrados a las declaraciones rimbombantes.
Esta semana no fue la excepción, y nuevamente se mostró
como un funcionario que desempeña orgullosamente su cargo
en la función represiva.
El miércoles 21, trabajadores de Emfer y Tatsa cortaron
la Av. Gral. Paz denunciando la política de vaciamiento
de la patronal. El jueves 22, un grupo de trabajadores de las
empresas CALSA y Shell realizaron un corte total en Puente Pueyrredón
exigiendo la reincorporación de más de 70 compañeros
despedidos.
Frente a estas situaciones, las declaraciones radiales de Berni
no se hicieron esperar y apuntaron en contra de la protesta y
los métodos de lucha de los trabajadores. “El que
corta una calle comete un delito y el que comete un delito es
un delincuente. No se puede negociar con un delincuente. Me parece
que negociar con un delincuente es faltar el respeto al Código
Penal”, sentenció el secretario de Seguridad.
También mantuvo una encendida discusión por Radio
10 con la fiscal contravencional de la ciudad Verónica
Andrade, en la que exigió mayor celeridad por parte de
la justicia de la ciudad a la hora de autorizar la dispersión
de piquetes y la detención de manifestantes. En el audio
se deja en claro que tanto Berni como Andrade forman parte de
un mismo diseño institucional encargado de garantizar la
precarización laboral en un contexto de crisis y ajuste.
Entendemos que la discusión entre representantes del poder
estatal capitalista nunca puede ser en función de garantizar
los justos reclamos de los trabajadores, sino en términos
de forma y en búsqueda de mayor eficiencia para evitar
cualquier intento de organización popular en contra del
sistema. En este sentido, Berni se reunió con el jefe de
fiscales, Martín Ocampo, y se mostró alegre por
la construcción que estarían logrando de una justicia
contravencional, en sus palabras, “a la altura de la situación”.
La estrategia de los autodenominados sectores “progresistas”
del kirchnerismo consiste en intentar despegar a la presidenta
y al proyecto “nac y pop” de las personalidades descarrilladas
como la de Berni. Sin embargo, este artilugio retórico,
como hemos venido sosteniendo, carece de todo fundamento. Berni
no es una manzana podrida en un árbol florido, sino una
expresión más del plan que el kirchnerismo viene
sosteniendo en materia represiva desde sus inicios y que se expresó
abiertamente en el discurso de CFK del 1º de marzo en la
apertura de sesiones del congreso. En aquella oportunidad, el
kirchnerismo recibió el aplauso cerrado del macrismo tras
su posicionamiento respecto de la criminalización de la
protesta, la huelga docente y la condena a los petroleros de Las
Heras.
La consecuencia del discurso de CFK fue la presentación
del proyecto de ley antipiquetes que diputados del “núcleo
duro” kirchnerista, como Kunkel y Conti, redactaron alegremente.
Si sumamos este hecho a la designación de Granados en provincia,
la defensa de gobernadores asesinos como Insfran o Capitanich,
el Proyecto X, las leyes antiterroristas, los miles de luchadores
presos, la militarización de fabricas como Gestamp o Kromberg,
entre otras cosas, rápidamente nos podemos dar cuenta que
Berni forma parte de un plan represivo mayor, y que cuenta con
el aval de toda la partidocracia burguesa.
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“No
robarás”… crucificarás
Reproducimos
y hacemos propio el comunicado de la Coordinadora Antirrepresiva
por los Derechos Humanos en el Encuentro Nacional Antirrepresivo
(ENA). Doce policías santafesinos fueron ya detenidos por
este hecho:
(Córdoba, 23 de marzo de 2014). No robarás. Esta
leyenda estaba inscripta en el pecho de Víctor Robledo
que, inconsciente y crucificado sobre dos trozos de madera, fue
encontrado en la madrugada de hoy por la policía de Córdoba
en la localidad de San Francisco, al límite con la provincia
de Santa Fe.
Historias como ésta se repiten una y otra vez, sin embargo,
no debemos dejar de denunciar estos hechos de morbosidad y hostigamiento
que no son aislados sino parte de una política sistemática.
Tampoco podemos permitir que Víctor Robledo, como tantos
jóvenes, sea ajusticiado por el mismo sistema que nos condena
a vivir en la miseria y nos deja al margen de las posibilidades
de subsistencia. Es difícil pensar en una sociedad sin
delitos cuando gran parte de ella se encuentra sin empleo o con
salarios que no permiten llegar a fin de mes. Sin embargo, los
medios masivos se ocupan de vender noticias perversas y fomentar
la discriminación y la lucha del pobre contra el pobre,
sin analizar las verdaderas razones del empobrecimiento y la estigmatización.
Hoy a la madrugada encontraron a Víctor Robledo inconsciente,
con principio de hipotermia, y atado a una cruz de madera. Los
medios masivos de comunicación y los portales digitales
muestran la terrible imagen y por si fuera poco la leyenda: “no
robarás”, mensaje moral y cristiano, propio de los
períodos más oscuros de la historia. Lo último
que Víctor recuerda es que la policía de Santa Fe
le efectuó una fuerte golpiza hasta que quedó inconsciente.
Una vez más, las narcopolicías de las provincias
se ven envueltas en un caso de tortura, golpiza e impunidad.
¿Quién se atreve a afirmar que policía equivale
a seguridad? La policía santafesina, como la cordobesa
y como las del resto del país, es la que ejecuta las órdenes
de los Estados represores, en complicidad con la Justicia y los
medios de comunicación. Ésta es la fuerza entrenada
para reprimir al pueblo; para mantener, en base a mano dura, el
orden social que refleja inequidad: hambre para muchos y lujos
para pocos. Esta tarde, ante la trascendencia de los hechos y
el escándalo público, las autoridades políticas
removieron la cúpula policial de la zona. Pero lo cierto
es que mientras el Estado burgués siga vigente, las fuerzas
de seguridad en complicidad con el aparato político y judicial,
continuarán con su tarea: reprimir, perseguir y criminalizar
los sectores marginalizados de la sociedad.
Desde la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba repudiamos
y denunciamos, una vez más, el accionar de la maldita policía,
funcional a los gobiernos y amiga del aparato judicial.
¡Exigimos Justicia por Víctor Robledo! ¡Basta
de represión y Gatillo Fácil! ¡Abajo el Código
de Faltas! Frente a la represión: ¡ORGANIZACIÓN
Y LUCHA!
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Criminalidad
policial: cuando digo delito te nombro
Hace
unos días, en el barrio Marqués de Sobremonte de
Córdoba, un grupo de jóvenes fue asaltado y robado
por un oficial y dos suboficiales de la división de Seguridad
Capital. Los chicos esperaban el colectivo cuando fueron interceptados
desde un auto particular por los policías, que vestían
de civil. Los pibes atinaron a anotar la patente del auto de los
asaltantes e hicieron la denuncia. Ubicados e identificados como
policías, el parte oficial intentó desdibujar el
vínculo permanente de la policía con el delito:
“El Jefe de Policía quiere ratificar que, así
como se defiende y protege a los buenos funcionarios cuando la
situación lo amerita; por el contrario, funcionalmente
se es inflexible con el personal que participa de ilícito
alguno o compromete el decoro institucional”. Habría
que traducir para mejor entendimiento: cuando salta el botón,
vuela la gorra; mientras nadie sospeche que siempre está
flojo, se lo sigue sosteniendo con abrojo.
Así como son buenos para los asaltos a mano armada, los
azules son buenos para los negocios, en especial para el tráfico
de drogas. Cuando se decomisaron 1.200 kg. de cocaína líquida
en un operativo llevado adelante por Gendarmería Nacional
y la Policía Federal, se evidenció que a la bandita
transnacional del narcotráfico también la integraban
tres agentes de ésta última fuerza. Junto a los
estupefacientes había un arsenal armamentístico.
Según explicó el secretario de Seguridad Sergio
Berni, el traslado se hacía mediante un sofisticado método:
diluida en 2.360 litros de aceite dieléctrico, un componente
que suele ser utilizado en los transformadores de luz del alumbrado
público. Así llegaría a México sin
inconvenientes: ni la aduana argentina ni la del país de
destino la detectaban con los escáners.
La carga, con un valor de 40 millones de dólares, había
sido transportada en un barco de bandera israelí que zarpó
del puerto de Buenos Aires 20 días antes. Parece que los
del Cartel de Sinaloa andan detrás del meganegocio, y si
dejamos las ilusiones para las películas que no nos cuentan,
habría que preguntarse qué se necesita además
de poder y terror para evitar que las operaciones fracasen, que
el Estado otorgue y que pocas veces se la cuente como es: quiénes
“combaten” el crimen, son sus protagonistas.
En la causa que instruye la jueza federal de San Isidro Sandra
Arroyo Salgado, se comprobó que alguien apodado “El
Ninja” proveía “seguridad” a los integrantes
de la banda. Escuchas telefónicas y un robo en la casa
de un jefe policial, el comisario Julio Navarro, destaparon la
olla: “El Ninja” resultó ser el segundo de
Navarro, el comisario Roberto Mora, que como buen narcopolicía
prestó servicios en la División Prevención
Social de las Toxicomanías,
aunque cuando fue detenido estaba “trabajando” en
la Dirección General de Asuntos Jurídicos del ministerio
de Seguridad…
El comisario, y los cabos Andrés Martínez Natalia
Cainzos fueron detenidos y procesados el robo a la casa de su
jefe Navarro, por el arsenal de más de medio centenar de
armas encontradas en sus casas; la venta de 30 tambores robados
con éter (precursor para la elaboración de cocaína)
y el robo de 200 kilos de marihuana a una banda rival narcos bonaerenses,
para lo que simularon un allanamiento.
Además, se secuestraron 180.000 dólares y 130.000
pesos, autos de alta gama y otros elementos de lujo, como una
pistola de oro puro, y se encontraron títulos de propiedad
de carísimos inmuebles.
Como para cerrar el panorama de narcopolicías y polichorros,
también hay policontrabandistas. Hace unas semanas, el
personal de la aduana de Tierra del Fuego recibió el dato
de que una mujer intentaría contrabandear mercadería
por un paso fronterizo no habilitado a Chile. Al llegar al lugar,
encontraron una camioneta de la policía de Río Grande
y al jefe de la comisaría de esa localidad fueguina, Gustavo
Franzen, con la carga de contrabando, que incluía ropa,
calzados y electrodomésticos.
Como vemos, no hay rubro delincuencial al que los uniformados
no se dediquen.
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FUENTE:
CORREPI
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Martes, 1 Noviembre, 2016 17:43
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