NOTA
RECOMENDADA
Neuquén:
condenaron al asesino de Matías Casas
El
22 de julio de 2012, el policía Héctor David Méndez,
de la provincia de Neuquén, regresó impune a su
casa después de haber fusilado al pibe Matías
Casa.
|
|
NOTA
ESPECIAL
Alejandro
Chazarreta: Así se “resocializa” a los presos
El
29 de abril, Alejandro Chazarreta fue detenido por personal del
destacamento bonaerense de Pompeya, en el partido de Merlo. Su
mamá, María Carabajal, se enteró al ir a
visitarlo que lo habían golpeado y pateado, al punto de
sacarle la corona de una muela, y que lo habían amenazado
con matarlo. El 20 de mayo, lo trasladaron a la comisaría
1ª de Merlo, donde volvió a ser torturado.
|
|
CORREPI
en el aire:
El tercer sábado de mes, cada dos meses, a las
16:00, escuchá el espacio de CORREPI en el programa Rebeldes
Stereotipos, por FM La Tribu , FM 88.7, o en www.fmlatribu.com.
Jueves por medio, entre 10:00 y 11:00, escuchá el espacio
de CORREPI en el programa En Otras Palabras, por FM En Tránsito,
FM 93.9, o en
www.fmentransito.org.ar.
Los jueves, alrededor de las 19:00, escuchá
la columna de María del Carmen Verdú en el programa
Aguantando de Pie que conduce, de 18:00 a 20:00, el periodista
Herman Schiller en Radio La Caterva. Seguilo en vivo en fmlacaterva.blogspot.com
o escuchá los programas anteriores enwww.ivoox.com. Teléfono
para mensajes: 4302-1203. Mail: fmlacaterva@gmail.com. |
|
|
2014
(En
el ENA - Encuentro Nacional Antirrepresivo)
BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 717
|
BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 717
Del
8 de junio del 2014
Por
CORREPI especial para Villa Crespo Digital
26
de junio del 2014
Sumario:
1.
Balas, palos y gases: sinónimos de ajuste.
2.
La represión tiene cara de mundial.
3.
Neuquén: condenaron al asesino de Matías Casas.
4.
Alejandro Chazarreta: Así se “resocializa” a los
presos en Argentina.
5.
Penitenciarios en acción por TV.
Balas,
palos y gases: sinónimos de ajuste
La
Multisectorial contra el Ajuste, la Entrega y la Represión
que conglomera a distintas organizaciones, sindicatos y pueblos
originarios de Chaco fue brutalmente reprimida por el gobierno
de Bacileff Ivanoff cuando se manifestaban en la Plaza 25 de Mayo
de Resistencia este 4 de junio, frente a la Casa de Gobierno Provincial.
La
multitudinaria marcha que aglutinó a aproximadamente 8.000
manifestantes de distintos lugares de Chaco fue la mayor desde
que se inició un plan de lucha exigiendo el pago y aumento
a cooperativistas, agua potable a las comunidades originarias
y de protesta ante el avance represivo como única respuesta
al ajuste que lleva adelante el gobernador Ivanoff, quien reemplaza
en su licencia al actual jefe de gabinete Jorge Capitanich.
Sin
instancias de diálogo, el gobierno chaqueño dispuso
centenares de policías, un camión hidrante, 50 motos
y 40 efectivos de la caballería, que arremetieron contra
las columnas de la Multisectorial, persiguiéndolas en un
radio de 20 cuadras, hasta el parque 2 de Febrero. El saldo fue
de 12 personas detenidas, tres de ellas hospitalizadas con heridas
de gravedad. El arsenal del aparato represivo utilizado no discriminó
entre balas de plomo, balas de goma y gases lacrimógenos.
Éste
es uno de los capítulos más cruentos de la represión
en suelo chaqueño en lo que va del año, pero no
el único: ya han sido por lo menos más de cinco
las manifestaciones similares que sufrieron represiones de estas
características en 2014. Y no cabe duda de que habrá
más mientras el ajuste siga avanzando, y con ello la represión.
Mientras
tanto, en Buenos Aires, en la noche del jueves 5 de junio y la
mañana del viernes 6, varias familias de la Villa 31, en
el marco de una protesta y piquete en la Autopista Illia por falta
de suministro eléctrico, fueron reprimidas con camiones
hidrantes y balas de goma por parte de la policía Metropolitana
a cargo de la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Ante
los reclamos de los vecinos de la 31, las respuestas del estado
son siempre las mismas: la represión y la indiferencia
por parte de los organismos oficiales ante la situación
de emergencia en las villas.
Tanto
en el interior del país como en la Ciudad de Buenos Aires,
la política ante los reclamos es la misma. Acá o
allá, reprimir sin mediar palabra es la manera estatal
de responder. |
La
represión tiene cara de mundial
A
pocos días de una nueva edición de la copa mundial
de fútbol, Brasil es una caldera y no precisamente por
la pasión futbolera. Movilizaciones multitudinarias en
contra del mundial se vienen realizando desde hace meses en todas
las grandes ciudades. La exigencia es muy clara: frente a los
exorbitantes gastos que implicó, y continua implicando,
el evento deportivo, salta a la vista la profunda desigualdad
social que una década de gobierno del PT no ha resuelto.
Con
30 puntos de pobreza, acuciantes problemas de vivienda y una inflación
que ha crecido en los últimos años muy por encima
de los salarios, los 11 mil millones de dólares gastados
hasta el momento parecen una burla de mal gusto. Esto ha generado
que, en uno de los países más apasionados por el
fútbol, el 60% de la población esté en contra
de la realización del mundial (fuente consultora Pew Research).
La
presidenta Dilma Rousseff, ante las protestas, expresó
que teme un “baño de sangre”. Para “evitarlo”
dio piedra libre a la policía y a la gendarmería
para reprimir ferozmente. Como no podía ser de otra manera,
el baño de sangre fue provocado por los uniformados, quienes
ya se han cobrado, según datos oficiales, la vida de once
personas. A este número, cabe sumarle los siete obreros
muertos en la refacción de estadios, sometidos a ritmos
de trabajo inhumanos para llegar a la inauguración.
Un
hecho que muestra los contrastes actuales en Brasil, lo representa
la movilización de 4.000 personas organizada por el Movimiento
de Trabajadores Sin Techo (MTST), quienes tomaron un terreno ubicado
4 kilómetros del estadio donde tendrá lugar el partido
inaugural y que implicó una inversión de 340 millones
de dólares. En medio de este clima, los trabajadores del
subte de San Pablo realizaron una huelga por mejoras salariales,
que fue reprimida a palazos y gases por la policía local.
Los
defensores de la realización del mundial en Brasil sostienen
que los ingresos que generará el evento superan ampliamente
los gastos que actualmente se realizan. Sobre este punto, no hay
cifras claras y ningún funcionario salió a dar explicaciones
sobre cómo se redistribuiría. Puede esperarse que
la mayor parte del dinero generado por la fiebre mundialista termine
en los bolsillos de las grandes empresas brasileñas, como
ha ocurrido en anteriores mundiales auspiciados por el establishment.
Lo
que es seguro, es que quienes pagan con su hambre y con su trabajo
las lucecitas de colores de la copa del mundo son los trabajadores
ocupados y desocupados, reprimidos constantemente por las fuerzas
del estado. Para ello no solamente se han militarizado favelas
y barrios populares, sino también presentado un proyecto
para ampliar los delitos tipificados en la vigente ley antiterrorista.
Como
vemos, la represión dentro del capitalismo toma rasgos
similares en todos los países, también en Brasil. |
Neuquén:
condenaron al asesino de Matías Casas
El
22 de julio de 2012, el policía Héctor David Méndez,
de la provincia de Neuquén, regresó impune a su
casa después de haber fusilado al pibe Matías Casa.
Un
incidente menor entre Matías y el hijo del policía
asesino motivó que Méndez lo fuera a buscar portando
su reglamentaria y que le disparara cuatro tiros delante de varios
testigos.
La
típica reacción de cofradía, la protección
que siempre se les brinda desde las estructuras de gobierno, le
permitió aquel regreso a su casa después de compartir
con sus cómplices institucionales los modos del encubrimiento
del crimen.
Pero
la familia del pibe no se guardó.
Entendió
que la pelea estaba en las calles, organizados y movilizados,
con el invalorable aporte de abogados militantes como es el caso
de la compañera Ivana Dal Bianco, del CeproDH, quien estuvo
al frente de esa querella.
Son
numerosos los casos que se reiteran a lo largo y ancho del país,
pero muchos en la Patagonia y más en Neuquén. Lo
notable y determinante es que, a partir de la movilización
popular, las sentencias condenatorias no resultan despreciables.
Desde
los emblemáticos casos de Teresa Rodríguez y Carlos
Fuentealba, asesinados por el estado en casos de represión
de la protesta social, hasta los últimos de gatillo fácil
como Brian Hernández y este mismo caso, ha sido la organización
en las calles, la expresión de solidaridad de clase trabajadora
que se teje en esas luchas, la que pone contra la pared a una
justicia de élite, normalmente selectiva y criminalizadora
de la pobreza, una justicia que prontamente encarcela a los pobres
y suele resistirse a hacerlo con los perros guardianes de su sucia
existencia.
Méndez
fue condenado a prisión perpetua por la alevosía
de su accionar, pero también por su condición de
policía, ese agravante que siempre niegan los jueces y
que, ha quedado demostrado, hay que procurar y militarlo en cada
barrio.
Los
familiares de CORREPI acuñaron al respecto la mejor definición:
“Nuestra pelea no es sólo por la sentencia, es sobre
todo por la conciencia”. |
Alejandro
Chazarreta: Así se “resocializa” a los presos
El
29 de abril, Alejandro Chazarreta fue detenido por personal del
destacamento bonaerense de Pompeya, en el partido de Merlo. Su
mamá, María Carabajal, se enteró al ir a
visitarlo que lo habían golpeado y pateado, al punto de
sacarle la corona de una muela, y que lo habían amenazado
con matarlo. El 20 de mayo, lo trasladaron a la comisaría
1ª de Merlo, donde volvió a ser torturado.
Unos
días después, cuando fue a visitarlo, simplemente
le dijeron que ya no estaba en esa dependencia, sin la menor indicación
de dónde estaba. María se encontró entonces
ante la incertidumbre y el terror de una desaparición forzada.
Luego
de acercarse a la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste y a los
militantes de CORREPI en Moreno, el miércoles 28 de mayo
interpuso un recurso de habeas corpus en Morón, y comenzó
a denunciar públicamente que su hijo estaba desaparecido.
Más
de una semana tuvo que pasar hasta que pudo encontrar a Alejandro,
en la comisaría 3ª de Merlo, en Barrio Parque San
Martín, dolorido y con las marcas evidentes del apaleamiento
reiterado, pero dispuesto a denunciarlo al juez de su causa.
Cuando
se trata de presos pobres, es frecuente que los circulen de una
comisaría a otra, de un penal a otro, en cada uno de los
cuales padecen la clásica “bienvenida” de los
uniformados para enseñarles de entrada quién y cómo
manda, sin que juzgados, fiscalías, policías ni
penitenciarios den información a sus familiares, que enfrentan
el terror de la desaparición, como se ha concretado en
más de 200 casos desde 1983 a hoy.
El
habitual mecanismo de los traslados sumidos en una clandestinidad
burocrática que no es casual, sin dejar de ser de enorme
perversidad, es parte de un conjunto de prácticas dirigidas
a disciplinar hasta el total sometimiento a los presos, y muestra
qué quieren decir, para el sistema, palabritas tan repetidas
como “reinserción” y “resocialización”. |
Penitenciarios
en acción por TV
Un
preso que quiere denunciar que los guardiacárceles lo quisieron
reclutar para salir a robar para ellos y le dieron un arma mientras
cumple su pena es un tema que promete buen rating, así
que el periodista Rolando Graña no dudó en entrevistar,
en su programa 3P, a Gabriel Sarandón.
Así,
Sarandón se comunicó al aire, celular mediante,
con el periodista, desde la celda de aislamiento de la UP nº
41 d Campana, en la que debió refugiarse después
que se negó a robar para los carceleros de la Unidad 24
de Florencio Varela. Contó que tenía mucho miedo,
pero quería cumplir su condena y salir a la calle limpio,
por lo que se animó a denunciar la situación ante
una fiscalía de Morón, que hasta el momento no se
preocupó demasiado por investigar, ni menos aún
por resguardar su integridad física y su vida.
Cuando
la conversación llevaba algunos minutos, se escucharon
voces y gritos de penitenciarios que ingresaron a la celda, insultos
y el grito desesperado del preso: “¡Sueltenmé!”.
El video se cortó abruptamente en ese instante. El programa
de TV continuó, poco después, con una entrevista
a la directora del SPB, que tuvo todo el tiempo que quiso para
tratar de explicar que una “celda de aislamiento”
no es una “celda de castigo” (¿?), y para asegurar
que el servicio penitenciario dispuso “todos los mecanismos
del protocolo para este tipo de situaciones”.
Todos
recordamos cómo funcionaron esos “protocolos”
en el caso del servicio penitenciario federal después que
el caso del restaurant “Dolly” expuso que organizaban
robos con los presos bajo su custodia. El juez de instrucción
Baños, con los videos de seguridad, descubrió que
uno de los asaltantes estaba preso en Caseros. Poco después,
recibió en su casa un pequeño ataúd con una
foto suya y una bala, y estalló un artefacto explosivo
en la puerta de su despacho del quinto piso del Palacio de Tribunales.
Peor la pasaron los presos que se animaron a declarar ante el
juez la forma en que eran obligados a salir a robar para sus guardianes.
Media docena de ellos murieron entre 1998 y 2001, como Miguel
Ángel Arribas, fusilado por la espalda por agente del SPF
Giménez, después que le facilitaran una fuga en
un traslado, o Maximiliano Noguera, “suicidado” en
su celda cuando estaba por recuperar la libertad. |
FUENTE:
CORREPI
Caracteres:
11.990
Página
principal / / Mapa del sitio
|
Martes, 1 Noviembre, 2016 17:42
contador
Usuarios Online
|