DEMOCRACIA
Y PIQUETES
Elena
Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital
17 de
diciembre del 2014 *
Este
trabajo fue entregado en los meses previos a los sucesos del 2001. La
desocupación y el hambre sacudían todos los cimientos.
De un lado los que se resistían a la caída libre, del
otro los que han ganado siempre. Hoy el 30 por ciento está por
debajo de la línea de pobreza, la desocupación ha trepado
y la inflación es de más del 40 por ciento anual.
La dirigencia política está más impune que nunca…
Dos
planteos de ¿hierro? Democracia representativa, resistencia piquetera
La defensa
del sistema político a ultranza es el objetivo de políticos,
comunicadores y poder económico, el cual mueve los hilos de una
crisis que no le toca, muy por el contrario se beneficia y, muy ampliamente,
con la misma.
Por otro lado, aquellos que protestan, que luchan, que resisten el modelo
y las injusticias de este sistema son encarcelados, perseguidos, son
considerados sediciosos y deben soportar largas causas penales, como
Emilio Alí, los trabajadores desocupados de Mosconi o los cientos
de desocupados que se les ha iniciado un prontuario por cortar rutas.
En contraposición, los que no pagan sus impuestos, los que emigran
sus ganancias hacia los paraísos fiscales son perdonados y, más
aún, tienen todas las prebendas para no tener causas penales
por hambrear al pueblo.
Son los que provocan la desocupación, los responsables de la
muerte de miles de niños por año y, sin embargo, este
gobierno, el anterior y sus representantes políticos evaden discusiones
y sanciones.
Como un momento de pensar y analizar nuestra propia realidad nos encontramos
con esta democracia representativa, que no representa a nadie, y los
piquetes de los MTD -Movimiento de Trabajadores Desocupados- que quieren
y exigen una vida digna bajo este sol.
El milenio comenzó con fuertes oposiciones en un espacio nacional
que es más amplio que nuestro territorio.
Esas confrontaciones se muestran en proyectos antagónicos, en
planes de lucha que tienen la virtud de comenzar a transitar, lentamente,
el camino de unificar fuerzas, medidas y tácticas.
El proyecto democrático representativo, con un planteo de patronazgo
y clientelismo se va agotando, las formas políticas rentadas
tuvieron un auge importante sobre las décadas del ´80 y
´90, pero la experiencia menemista, la corrupción, la venta
de las empresas públicas y el aumento de la deuda externa, dejaron
paso a una desesperanza que sumó a importantes masas de la población.
En este proceso de búsqueda, para entronizarse por tiempos prolongados,
aportaron su cuota fundamental: la concentración de los medios
de comunicación. Estos fueron formadores de opinión, de
nuevas figuras y a la hora de caídas, propusieron los nuevos
personajes del recambio.
Los grandes medios concentrados y férreos en sus objetivos expulsaron
como tantos otros a los mejores trabajadores del medio y, por medio
de los métodos de corrupción, de cooptación y de
montaje de figuras y ¨figurones¨, utilizó a las mismas
para un servicio esencial: crear la esencia de una democracia representativa
que delega y que gobierna como quiere; que no permite ni permitirá
la remoción de funcionarios, y menos aún patrocinará
la participación popular.
Todos quedaron atrapados en las redes de una democracia que había
que defender a rajatabla y, que hoy, con todos los fracasos a la vista
trata nuevamente de recrear personeros y de merecer confianzas.
Al igual que los presupuestos de una clase política para ser
la cara visible y golpeada del modelo entronizado en otro poder más
fuerte y sostenedora de esta clase, los medios, parte de ese mismo poder,
construyeron sus propias emblemas y símbolos que terminaron asociándose
con estos objetivos y fueron la parte en ascenso de popularidad en los
´80 y hoy devenidos estrellas de un triste espectáculo
concentrado. Donde existen comunicadores de primera y kelpers...
LA
DEMOCRACIA
La democracia
como sistema político, tiene siglos, allá por la Grecia
ateniense, donde la elección era entre aquellos ciudadanos con
amplias garantías y soberana entre sus pares y dominantes sobre
los no libres.
Si bien siempre tuvo la esencia de ser el sistema donde, el pueblo ejerce
su soberanía por sí mismo, sin mediación de órganos
representativos, esto sería la democracia directa, lo cierto
es que tanto esta forma directa como la representativa, donde el pueblo
¨elige, consiente¨, delega sus derechos en los gobernantes,
agotando en su dominancia las esperanzas de millones de ciudadanos.
Estas formas de gobierno que han sobrevivido a autoritarismos medievales,
monarquías absolutas, republicanas, o simplemente ¨decorativas¨
tienen en el país más poderoso del orbe a la ¨gran
democracia¨ que esgrime sus formas constitucionales y el respeto
a cada uno de sus preceptos que marca sus leyes y la carta magna norteamericana.
Pionera en mostrar la defensa a ultranza de su forma de gobierno y de
su alternancia casi perfecta, en su haber también se encuentran
asesinatos de presidentes, informes secretos, agencias de información
y watergates liberadores de los mecanismos corruptos.
El poder que ha ejercido y ejerce este coloso al norte del Río
Bravo, nos muestra y demuestra a una Europa con serias dificultades,
que la democracia liberal que domina hace más de dos siglos en
esta primera potencia, es la ganadora de la guerra y gran parte de las
batallas entre el viejo mundo y, desde la aparición refulgente,
de la novel sociedad norteamericana.
LA
DEMOCRACIA EN AMERICA
Esta democracia impuesta durante siglos y además vista como el
único y posible sistema político, hoy no puede en nuestra
América dar salida a la profunda crisis económica, social,
cultural y política.
Este sistema hace aguas, y más aún, todos aquellos que
durante décadas fueron y son parte del engranaje democrático,
carecen no sólo de representatividad, de legitimidad, sino es
más grave aún, sostiene con el andamiaje de una elección
tras otra, a los que se perpetúan y no responden a los reclamos
populares.
Este sistema político logró en estas décadas confeccionar
una madeja, una telaraña que parece imposible destrozar. Nuevos
gurúes se reciclan, defienden el sistema capitalista y nos tratan
de convencer que hay un capitalismo salvaje y otro humanista.
EL SISTEMA CAPITALISTA
No está
de más volver a decir que el sistema social, la forma productiva
imperante es el capitalismo, que su forma se caracteriza por el dominio
de los medios de producción por parte de una clase social: la
capitalista, o burguesa; que debe además su esencia por la presencia
de otra clase social: la trabajadora u obrera que vende su fuerza de
trabajo para esa clase burguesa.
Que este sistema se basa en la extracción de la plusvalía,
que la base esencial de este sistema es la ganancia. Esto a grandes
rasgos es un análisis mucho más profundo de uno de los
grandes que desnudó al capitalismo en su esencia, pero por cierto
no ha podido en la práctica ser refutado por la variedad incalculable
de economistas liberales, conservadores o más aún aquellos
que se autodenominan progresistas. Lo que no se dice es que somos un
país dependiente, que no tenemos independencia para decidir el
futuro y el rumbo económico de Argentina. Lo colonial aún
pesa en el inventario...
Si esta
es la esencia fundamental del sistema, si estos son los objetivos buscados,
si esta es la práctica viva que desnuda la desigualdad en nuestra
Argentina, en el contexto Latinoamericano, en la realidad mundial, vale
entender que pregonar formas humanizadas de este sistema es como pedir
que algunos muertos históricos queridos o no vuelvan a nuestro
seno.
Unos más extremos hablan del agotamiento del sistema, otros nos
plantean la crisis, otros buscan una salida dentro de este sistema y
las mayorías buscan su propio horizonte, aquel que le robaron
en los cierres de fábricas, en la venta de las empresas nacionales,
en la desesperación de pérdidas permanentes de fuentes
de trabajo, en la sumisión por pobreza, por falta de trabajo,
por hambre...
Los sueños, las esperanzas, la solidaridad de otros momentos,
de otras situaciones quedaron en algunos recuerdos que se tratan de
rescatar a fuerza de más esperanza, de una fuerza única
que dan las utopías, la necesidad de pensar que es posible un
mundo mejor.
Pensar en el futuro de nuestros hijos confrontado con este presente
sin educación, sin alimentos, sin una vida digna, es por lo menos
indigno.
Lo contrario parece ser el motor que mueven aquellos que siguen resistiendo,
que resisten en el silencio y en movimiento, en aquellos que fueron
siempre los más golpeados y hoy son los nuevos ¨luciferes¨
que esta democracia encuentra en rutas y calles, en caras curtidas,
en voces cansadas...
Los ahora denominados ¨piqueteros¨.
Piquete: que en su acepción semántica dice: Grupo reducido
de activistas dedicados a la agitación política y social,
y especialmente el que intenta imponer o mantener una huelga. Obviamente
los piqueteros serían aquellos grupos reducidos que intentan
imponer o mantener una huelga, en este caso un corte de ruta.
A la luz de esta realidad nuestra, con cortes casi permanentes en distintos
puntos de nuestra amplia geografía, los ¨piqueteros¨
según esta acepción y las claras declaraciones políticas
de gobiernos y poderes económicos, son aquellos que intentan
imponer la huelga, el corte de ruta y conseguir sus objetivos.
Esta nueva realidad política encuentra a aquellos que durante
esta última década, pero fundamentalmente desde la llegada
de la última dictadura militar, fueron expulsados como trabajadores
y pasaron a revistar en calidad de desocupados, desamparados de todas
las estructuras sociales y, arrojados al mar de pedidos y desesperación.
En este problema real, en este contexto deshumanizado de quienes conducen
hace décadas los destinos de nuestros gobiernos, estos hombres
y mujeres quedaron en la marginalidad y por fuera del sistema.
Aparecieron... se levantaron... y hoy encabezan la lucha social contra
un modelo de exclusión, de corrupción, de concentración.
Estos movimientos de trabajadores desocupados se conformaron en estos
años, se organizaron y buscaron las formas de realizar sus reclamos,
hoy con los cortes de ruta vuelven a la huelga, a la lucha que no abandonaron.
Esa lucha se puede recrear, puede buscar salidas, encuentra soluciones
transitorias y sigue...
Hoy al calor de una persecución sin cuartel por parte de las
fuerzas de seguridad que responden al gobierno aliancista y sus socios
provinciales, los luchadores son encarcelados, perseguidos, golpeados
y les arman prontuarios fenomenales para hacerlos pudrir en la cárcel.
No son justamente cárceles de lujo... como en Don Torcuato.
No están sus mujeres o maridos, y menos hacen giras proselitistas...
La confrontación es clara y la debacle económica dejan
todos los días 576 trabajadores fuera del sistema, buscando lo
imposible... trabajo.
RESISTIR
EL MODELO
Cada 42
minutos muere un niño, cada dos minutos y medio una familia transita
la desazón.
Todos los días los hospitales ven morir a sus pacientes por falta
de alimentos y medicación.
Todos los días la injusticia camina nuestras calles y la city
hace sus grandes ganancias.
Los cortes son una salida para aquellos que han decidido resistir el
modelo...
Y les endilgan motes, los hacen responsables de pérdidas fabulosas,
sin contar todas las privaciones a que se han visto expuestos desde
que fueron expulsados del aparato productivo.
¨Tratan
de ensuciarnos cuando dicen que hacemos política, porque quisieran
que la sociedad nos vea como a ellos, corruptos, sucios, desprestigiados.
Pero nosotros le contestamos que sí, que hacemos política,
al organizarnos en los barrios, al confrontar contra las Instituciones
del Estado que sostienen este sistema de muerte, al organizar nuestro
futuro al margen de los aparatos burocráticos del estado, los
partidos políticos y los sindicatos tradicionales, al defender
exclusivamente los intereses de los trabajadores y el pueblo. Y seguiremos
haciendo "esta" política hasta conquistar el CAMBIO
SOCIAL que garantice una vida digna y un futuro con justicia y libertad
para todos... ¨
Y sin
medias tintas afirman: ¨...nunca dejamos de concebirnos como TRABAJADORES
desocupados...¨
Nuevamente
fue el trabajo de base, el trabajo hormiga, el de la solidaridad, la
búsqueda de los compañeros para compartir penas, pero
también ilusiones y luchas y necesarias victorias. Por eso estos
movimientos de trabajadores que quedaron desocupados fueron encontrando
nuevamente un camino para resistir.
¨...Así fuimos recreando la organización de base que
sustenta a todo el Movimiento. Y nos fuimos dando cuenta que el desafío
era aún más grande: en los proyectos de empleo conquistados
por el MTD, no hay "patrón" ni "jefe de cuadrilla",
que "ordene" las tareas a realizar: al ser responsabilidad
de cada grupo de trabajo que el proyecto salga adelante, son los mismos
compañeros los que discuten las tareas y las necesidades para
realizarlas, y la organización juega un rol preponderante, ya
que a diferencia de una fábrica, ya no se trata solamente de
organizarse para defender nuestros intereses gremiales, sino que recae
sobre nuestra propia responsabilidad como trabajadores que el trabajo
salga adelante¨.
Y algo
que debemos pensar quienes aún conservan un mínimo espacio
dentro de un sistema que nos posibilita comer a diario, que pensar en
el cambio, que la necesidad de asumir que la desocupación no
es un problema que este sistema necesite o desee resolver, sobre este
tema los Trabajadores Desocupados de Lanús, que conforman la
Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón,
nos dicen lo siguiente: ¨Trabajo, Dignidad y cambio Social es la
consigna que, desde un principio, asumimos desde el MTD. Sabemos que
la desocupación no es un mal "no deseado" del capitalismo,
sino que, por el contrario, es un fenómeno estructural de la
actual etapa neoliberal. Y que si no logramos transformar este sistema
que se basa en la explotación del hombre por el hombre, y forjar
una sociedad justa y solidaria, pocas expectativas podremos hacernos
respecto al futuro de nuestros emprendimientos productivos, o lo que
es peor, sabemos que si no revertimos esta situación tampoco
habrá futuro para nuestros hijos...¨
Y los que cortan rutas, volverán a salir, estarán en las
calles, pedirán trabajo, soportarán ser considerados sediciosos,
y se plantarán sobre sus necesidades y los reclamos de los demás
sectores para decir a todos los que quieran oír, que sin trabajo,
sin dignidad y sin cambio social no hay futuro posible...
Nº
115 septiembre del 2001
Caracteres:
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