El
22 de abril fue el día de la Tierra…
EN
TU DÍA, PLANETA TIERRA,
LOS FERROVIARIOS TE SALUDAN.
PARTE
II
Por
Juan Carlos Cena * especial para el MONAREFA
14
de mayo del 2016
CONCIBAMOS
ALGUNAS COMPARACIONES
Quizás
muchos no conozcan las relaciones comparativas de costo
entre el transporte automotor y el tren. Según un
estudio, aunque los valores puedan estar desactualizados,
vale la comparación realizada por terceros hace algunos
años, cuyos antecedentes se han perdido junto a muchas
otras cosas en la pasada inundación que asolara a
la ciudad de Santa Fe donde se demostraba lo siguiente:
•
Los accidentes son altamente superiores en rutas, en las
cuales la irrupción del camión y el colectivo
las han transformado en verdaderos corredores de la muerte,
pero ya es sabido que en este sistema el hombre no cuenta,
como tampoco los gastos sanitarios que ello provoca y que
deben ser asumidos en definitiva por toda la comunidad.
• En Argentina desaparece casi una ciudad chica (8.000
personas) por año, como consecuencia de estos eventos
luctuosos.
• El ferrocarril es el transporte más seguro,
si nos atenemos a una estadística europea que utiliza
datos del 2001, donde el número de muertos por cada
1.000 millones de viajeros-Km. en la Unión Europea,
es de 0,2 en ferrocarril, 0,4 en avión y 8,7 en carretera,
nos verifica una realidad incontrastable en estos años.
En otras palabras, la carretera resulta 43 veces más
peligrosa que el modo ferroviario.
• Un camión produce un deterioro vial 5.700
veces mayor que un auto. El camión no se hace cargo
de esos costos ocasionados por ese deterioro, a pesar de
ellos produce un mayor costo de traslado, lo que incide
en el costo final de los productos.
La patente y el peaje no reflejan esta relación,
por lo que es toda la comunidad a través del Estado
(Vialidad Nacional) subsidia, en definitiva, a dicho transporte.
• En cambio, el ferrocarril asume los costos de conservación
y reparación de su propia infraestructura (vías,
señalización, prevención y preservación
de todo el sistema, como así sus vehículos
remolcados y de tracción, entre otros.
ALGUNAS
OPINIONES:
Lewis Mumford en su libro "La Carretera y la Ciudad",
dice: "...el transporte es un asunto demasiado importante
para ser dejado en manos de especialistas", y seguidamente
expresa: "Cuando Norteamérica votó un
programa de 26 billones de dólares para carreteras,
lo más caritativo que puede pensarse es que no tienen
la menor idea de lo que están haciendo. Dentro de
los próximos años, será demasiado tarde
para corregir todo el daño causado a nuestras ciudades
y campiñas, no menos que a la eficiente organización
de la industria del transporte, por este programa mal concebido
y tan absurdo por lo desequilibrado". Luego sostiene:
"Mientras los fondos y los subsidios se vierten sin
restricción en mejoras para carreteras, el ferrocarril
para largas distancias está languideciendo y hasta
se permite que desaparezca".
Ya
en 1993, el Presidente del Colegio de Arquitectos de Rosario,
señor Peccia, decía: "mientras los planificadores
en los países avanzados ponen énfasis en el
logro de una mejor utilización de la red ferroviaria
existente, la preservación del entorno, el uso más
racional de los recursos energéticos, desalentando
el transporte individual como solución básica
para el complejo problema urbano, propiciando deliberadamente
el transporte público, en la Argentina se extiende
el certificado de defunción al ferrocarril".
Más adelante afirma: "Desde el punto de vista
de la técnica urbana, el ferrocarril ha demostrado
idoneidad para la distribución territorial, baste
saber que para desplazarse una persona en automóvil
necesita 42 m2. y 1 m2 en tren". Sobre el impacto que
ha producido la reducción del sistema ferroviario
interurbano sentencia: "La pérdida de trenes
de pasajeros constituye un impacto en la ecología
y una perdida de seguridad si lo comparamos con la alternativa
del transporte automotor".
Los
problemas detectados son particularmente graves y se manifiestan
también, con especial fuerza, en varias urbes latinoamericanas.
En México y en Santiago de Chile, muy especialmente,
el avance de la polución ha alcanzado niveles que
generan preocupaciones exponencialmente más serias.
POLUCION
El problema de la polución, sobre todo la que tiene
como causa los gases contaminantes que quedan en la atmósfera,
es una realidad que existe en cualquier gran ciudad. En
Buenos Aires, una urbe de llanura sometida a vientos que
los barrena periódicamente, el efecto es menor, pero
no nulo, y puede llegar a incrementarse severamente en zonas
determinadas (el microcentro, por caso) generando todas
las dificultades que se observan en los ámbitos físicos
propensos a la acumulación de gases como el monóxido
de carbono, que permanece indefinidamente en la atmósfera
a menos que sea tratado químicamente o eliminado
por la acción de los vientos.
La repuesta a la saturación y el colapso del transporte,
en la ciudad de Buenos Aires y otras como Córdoba
o Rosario, es la implementación de un proyecto serio
que tenga que ver con el medio ambiente, los accidentes,
saturación, estrés, etc., y la descongestión
del transporte. Es de observar que las grandes urbes lo
han remediado, algunas, mientras otras van en camino de
solución; todo esto a través de los trenes
suburbanos, subterráneos, tranvías modernos
y trolebuses, todos modos no contaminantes, con bajísimos
índices en la accidentologia.
Pero
para eso los trenes, subtes y el control del transporte
automotor deben volver al Estado, en este caso, el de la
ciudad de Buenos Aires. Única manera de tener una
sola política de transporte para que estos modos
sean un servicio público, con una eficiente prestación
para la comunidad, y no privados o concesionados y anárquicos
con fines de lucro.
Hoy
el sistema de transporte urbano de la Ciudad de Buenos Aires
está colapsado y las medidas tomadas por el gobierno
de la ciudad son de una improvisación total y absoluta.
Viajar en ómnibus o en subterráneos en la
ciudad y hacer el trasbordo a un tren suburbano es una flagelación
que ningún credo religioso o secta fanática
lo ejerce. Es un padecimiento perverso y continuo, que se
ha dado en todos estos años, un maltrato generado
por la inutilidad mediocre de planes que se llevan adelante
por parte de los funcionarios.
Se
puede considerar que las políticas de control ambiental
se han convertido en una necesidad de Estado. Que los Estados
no siempre las tienen en cuenta para sus planes políticos.
No tomarlas en cuenta hará que tarde o temprano los
males arrecien y se transformen en más males y graves
para los ciudadanos.
Se
hace necesario políticas de Estado que tomen en cuenta
el medio ambiente, el presidente Macri se ha encargado en
estos cinco meses de afirmar la importancia sobre el tema,
el cuidado del planeta. La ciudad durante su gobierno desde
el Ministerio de Educación se implementó el
programa ESCUELAS VERDES, son más de 50 en la actualidad…
Nuestro país requiere políticas urgentes…
el ferrocarril, el subte, que hoy los tenemos, hay que recuperarlos
integralmente, más el trolebús, el tranvía
son esenciales para pensar en evitar la polución…
El debate se hace necesario y URGENTE.
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