A
35 AÑOS DEL ÚLTIMO GOLPE MILITAR
ADHESIÓN AL EVENTO A DESARROLLARSE EN LA PROVINCIA DE
CÓRDOBA
|
MOVIMIENTO
NACIONAL POR LA RECUPERACION
DE LOS FERROCARRILES ARGENTINOS – Mo.Na.Re.FA
Por Juan
Carlos Cena y Elena Luz González Bazán
Miembros fundadores del Mo.Na.Re.FA especial para Villa Crespo Digital
5 de abril
del 2011
Nos dirigimos a los organizadores para enviarles nuestra adhesión
a este evento A 35 años del golpe de Estado de 1976 – PASADO
Y PRESENTE DEL MOVIMIENTO OBRERO
Queremos manifestar que los trabajadores ferroviarios tuvimos 90 compañeros
detenidos - desaparecidos. Tres de ellos corresponden a la provincia
de Córdoba.
Graciela Haydeé Torres Bonaldi del F.C. Mitre.
Rafael Grimald Heredia, el Negro del F.C. Belgrano. Encontraron sus
restos en el Cementerio de San Vicente.
Pacciaroni Pacer, Víctor Hugo del F.C. Mitre.
También
queremos referirnos a que la primera resistencia obrera contra el golpe
de Estado, en el orden nacional, se dio en el Depósito de Alta
Córdoba – hecho poco mencionado por los historiadores y
académicos. Esta resistencia fue encabezada por el compañero
Negrini y el compañero Bazán (a) el Negro Bazán
actual secretario general de SIPOS
De mi último libro Ferroviarios, sinfonía de acero y lucha,
también reproducido por el primer libro llamado El Guardapalabras,
les envío el párrafo que se refiere a ese hecho (que el
Negro Bazán disponga de el como quiera)
EL PRIMER
ACTO RESISTENTE
Los ferroviarios de nuevo. En el depósito de locomotoras del
F.C. Belgrano situado en Alta Córdoba, los trabajadores declararon
un paro en repudio al golpe, a las 9,30 de la mañana de ese día
fatídico. El compañero Negrini (libertario él),
vio con sabiduría que lo que se asomaba era terrible, empezó
a organizar la resistencia junto con otros compañeros, como Luís
Bazán (l). Hoy Luís F. Bazán es secretario general
del Sindicato Provincial de Obras Sanitarias de Córdoba.
El Negro, por ese entonces, era peón ferroviario en el depósito,
amigo y admirador de Negrini, como tantos que mamamos las charlas de
este anarquista, toda una fuente de ejemplo, ética y lucha, el
hombre más escuchado. Su prestigio era mucho y de valentía
ni hablar. Propuso en una asamblea, muy temprano, la paralización
del depósito. Todos aprobaron su moción, es así
que se detuvo la salida de locomotoras y coches motores. Fue el único
acto resistente obrero en ese momento. A las pocas horas el depósito
fue rodeado por tropas, tanques y morteros enviados por el general Menéndez.
Los intimaron y Negrini propuso a los compañeros evitar un baño
de sangre. En una gran asamblea resolvieron desistir de la medida tomada
porque todo estaba para perder. Negrini asumió la responsabilidad
y salió a parlamentar con las fuerzas represivas de Menéndez.
Les propuso que dejaran salir a todos y que lo detuvieran a él,
que era el máximo dirigente del depósito y por lo tanto
el responsable. Los militares aceptaron. Negrini regresó a informar
a los compañeros. Se discutió de nuevo, aceptaron. Como
estaban vestidos van saliendo. Negrini fue el último. Lo detuvieron.
Al tiempo lo dejaron en libertad. Lo vuelven a detener y lo envían
a la base de la Fuerza Aérea El Chamical, en La Rioja.
Negrini, con su valor y responsabilidad frente a los compañeros
y frente a la ¨milicada¨ se opuso siempre a cualquier acción
aventurera; todo debía ser discutido entre todos. Ni en los peores
momentos bisagras dejó de incitar a sus compañeros a hacer
funcionar la democracia sindical. Momentos imborrables, como si fueran
los últimos estertores de la democracia sindical, se dieron en
Alta Córdoba.
Esta es
la entrevista al Negro Bazán, en aquellos tiempos de ferroviario
Fueron saliendo los trabajadores ferroviarios por los fondos del depósito.
Ahí estaban apostadas las fuerzas represivas, cruzando las vías
había una villa miseria que llamaban La Tribu y atravesando ésta,
la cervecería Río Segundo.
Le tocaba el turno para salir al Negro Bazán, era de los últimos,
después saldría Negrini asumiendo todo, mientras el ejército
ingresaba al depósito, en ese mismo momento sintió que
Negrini le grita, por temor a que lo apresaran:
-¡Corré Negro!
-Yo clavé las uñas de los píes y piqué con
el otro compañero. Creía que nos iban a tirar -cuenta
el Negro Bazán. El julepe es el julepe y uno pierde la noción
de todo. De pronto en medio de la carrera sentimos que caemos en la
oscuridad. ¡Nos mataron! ¡Cagamos! ¡Milicos de mierda
dijeron que no iban a tirar! Decía mientras seguíamos
cayendo. Pero me dije: ¿cómo mierda me van a matar si
estoy pensando? O es un bruto cañonazo y todavía no me
mató el cerebro. Pero no, mientras caíamos en la oscuridad
sentíamos un tremendo olor a podrido pero no sé de qué,
nos raspaban una ramas como si fueran unas enredaderas, al llegar al
fondo nos recibió algo fangoso que despedía más
hediondez, nos comenzaron a picar unos bichos.
-¿Así será la muerte hedionda y con picaduras?,
nos dijimos.
El aire era pesado e inaguantable. No era ni la muerte ni un cañonazo.
Habíamos caído dentro de un pozo negro abandonado, lleno
de mierda, estaba tapada su entrada por los yuyos, y no era sendero
de la gente.
-¡Mierda! -dijimos, reconociendo el terreno. Nos quedamos quietos
por un largo rato. Comenzamos a trepar trabando la espalda en una pared
y con las piernas la de enfrente. Despacio, muy despacio. Mientras los
bichos no se cansaban de picarnos. Salí primero -cuenta el Negro
Bazán- El aire puro, fue lo más hermoso que recuerdo y
que además estaba con vida. Ya no estaban los milicos. No se
dieron cuenta de nuestra desaparición. Afuera los dos, nos arrimamos
a la orilla de la villa, pedimos agua. Al vernos todos dijeron ¡mierda!
Nos tiraron baldazos de agua desde lejos, y uno con creolina, hasta
que se nos fue desprendiendo ese excremento viejo. Más o menos
limpios, nos metimos en el depósito suponiendo que no había
nadie y nos bañamos. Fue un error ingresar. No pasó nada
de casualidad. Había milicos de consigna. Nos miraron con indiferencia
creyendo que éramos personal de los turnos. Luego nos dejaron
cesantes a todos los que organizamos el paro en repudio al golpe. Fue
el primer acto resistente al golpe militar. Fueron los ferroviarios
otra vez.
Negrini, es dejado en libertad. Pero en estado casi vegetativo, producto
de las torturas que le propinaron en Chamical. El Negro Bazán
y otros compañeros siempre estuvieron atentos a las necesidades
de Negrini hasta su último suspiro. Quiero rendirle homenaje
a Negrini por todo los que no dejó, y al Negro Bazán por
su honestidad y coherencia, cuestión nada fácil de cumplir
en el devenir de las dificultades.
Creemos que este recuerdo es la mejor adhesión que podemos hacer
al evento que se realizará en la provincia mediterránea,
donde los tiempos de la lucha, del valor, la ética y la coherencia
están manifiestas en valerosos hombres y mujeres que hoy ya no
están y otros que mantienen una conducta inquebrantable a pesar
de la mediocridad reinante.
Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, 5 de abril del 2011
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