LA
COMUNICACIÓN / CENSURA / OPINIÓN
Por
Diego Martín Lanis especial para Villa Crespo Digital
10
de noviembre del 2013
La
realidad supera a la ficción. Los límites están
borroneados. La información está en pocas manos. ¿El
control en menos? La manipulación de los gobiernos intenta
sojuzgar el inconsciente colectivo. La misma despierta. Está
viva. Sociedades en crisis. Estados mentales alterados. Anticuerpos
en desarrollo. Las sociedades parecen lentamente dejar de mascar
vidrio. Ahora, lo
tienen en la boca. Lo escupen. Es decir, se lastiman la cavidad
bucal pero no se cortan el estómago. Si los medios sólo
nos pueden decir sobre que pensar, prevalecería el no pensar.
Eso es avanzar en retroceso .Lo efímero de la imagen, volátil,
que se esfuma. ¿Cuál es el sentido de generar cerebros
light si después las rebeliones no tienen un aparente patrón
de conducta racional?
Cuantas
voces nuevas se necesitan para decir algo distinto. Muchas iguales
nos cuentan lo mismo. Quien osará nombrar lo que tantos callan
o una manera distinta de narrarlo. Dónde estará el
contrapoder. El voto fragmentado o espasmódico. Las movilizaciones
espontáneas que, todavía no encuentran un cauce posterior
al hecho mismo. Al poder que, cuestiona a las corporaciones habrá
alguien que lo audite. Ley de medios o de miedos. Qué diría
Mc Luhan. Los encargados de los cuestionamientos. Desde que lugar.
Para afectar o beneficiar que intereses. El rigor profesional y
ético tendrá lugar. Cuando ¿Hay pocas certezas
y muchas dudas? Qué hacer una vez que encontré algunas
respuestas y cambiaron las preguntas. Impunidad para decir y hacer.
O no cumplir. Se disputan la información tanto quienes quieren
que se publique como aquellos que quieren acallarla. Censura .Autocensura.
Control ideológico. Manejan todo para no controlar nada.
¿Cual es el limite.
Si
me callan no te sirvo. Por eso hablo. La peor opinión es
el silencio. Por eso hablo. En palabras de Atahualpa
Yupanqui no quedan dudas: “le tengo rabia al silencio por
lo mucho que perdí que, no se quede callado quien quiera
vivir feliz, a fuerza de ser callado
callado me consumí“.
CENSURA
Una
hoja en blanco no puede decirnos nada. Observa pero no ve. Y nosotros.
Miramos sin ver. Que miramos cuando no vemos. Probablemente, lo
que queremos pero no podemos. Saber ver es la clave. La censura
tiene mil rostros. Una sola cara. Manifestaciones culturales, sociales,
políticas, artísticas son cercenadas o mutiladas.
Algunas ninguneadas o anuladas. Los censores han actuado de la misma
forma a lo largo del tiempo. Vieron un intento de subvertir el orden
establecido en cada hecho que, no tuviera su impronta. Desde la
invención de la imprenta casi todos quisieron impedir que,
las ideas fluyeran libremente. La subestimación del público
y las audiencias es un elemento clave. Decidir sobre qué
y cómo pensar es lo que se quiere auditar. Entonces, cuando
el poder no poda pero sugiere, aprieta o disciplina, estamos en
presencia de una censura solapada o encubierta. Es el germen de
la autocensura. Muchos profesionales no descubren esa sensación
hasta que son compelidos a enfrentarse a ella. Se ven ante una compleja
trama de intereses. La libertad de prensa es el bien más
importante a tutelar amparada por la Constitución. Mientras
que, la libertad de empresa comparte una delgada línea con
aquella. Ambas pueden ejercerse sin limitaciones previas ya que,
si eso ocurriese todo lo que la audiencia recibe estaría
teñida de una mirada única .La imposibilidad de escuchar
otras voces transformaría las solitarias en propaganda. La
necesidad de resistir cualquier intento de suprimir derechos sigue
vigente. Aún en democracia hay que ofrecer el corazón
y que el callo formado actúe como un dique.. Joan Manuel
Serrat con sus canciones puso las cosas en su justo lugar. “Para
la libertad, sangro, lucho y pervivo. Retoñaran haladas de
savia sin otoño, reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada
herida “. Sigamos. Siempre.
Caracteres: 3963