BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 742
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BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 742
Del
10 de diciembre del 2014
Por
CORREPI especial para Villa Crespo Digital
31
de diciembre del 2014
Sumario:
1. Los pibes muertos, y la rabia .
2. Cana malo, cana torpe...
3. Ese discurso represivo de cada día.
4. Pena de muerte, de hecho y sin condena todos los días.
5. Trigger-happy to you!
6. Próximas actividades
Los pibes muertos, y la rabia.
El 2 de
diciembre, Diego Borja, de 17 años, murió después
de agonizar una semana, con el 80% de su cuerpo quemado. Estaba preso
en un "buzón" del subsuelo del instituto Agote. Un
tribunal oral de menores que había pedido que se lo resguardara,
porque presentaba un cuadro psiquiátrico con riesgo de autolesionarse.
Germán
Humberto Medina (16); Rodolfo Arancibia (18); Maximiliano Ezequiel Rodríguez
(17); Marcos Dunda (17); Cristian Candela (16), Damián Caballero
(17) y muchos más murieron en los últimos años
en el Agote, el Rocca y otros "institutos" (cárceles)
para niños de menos de 18 años.
Germán
Medina era adicto y tenía una patología psiquiátrica.
Sus padres se cansaron de pedir al juez Castelli, de Morón, que
los ayudara para darle la atención médica y psicológica
que ellos no podían pagar. La respuesta del juez fue alojarlo
en el instituto Rocca y pedir a la SENNAF una plaza en un lugar "adecuado".
La SENNAF nunca contestó. Como Diego, Germán fue encerrado
en un buzón, que una asistente social describió así:
"celda de aislamiento de 3 por 2 m., oscura, sin luz natural ni
aberturas, sin luz artificial durante el día, con una puerta
de metal ciega, sin más mobiliario que un camastro sin almohada,
con aire enrarecido y olor fuerte y desagradable". El Defensor
Oficial opinó que esas condiciones de alojamiento "ni siquiera
serian adecuadas para lugar de castigo". La directora del instituto
Rocca explicó que no tenía fondos para comprar almohadas.
Todos firmaron sus informes, y se fueron de vacaciones. El 11 de enero
de 2007, Germán se ahorcó.
Tres veces
logramos torcer la decisión del juez Eliseo Otero, en el fuero
nacional, y de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría,
de cerrar la causa, pero en diciembre de 2012, el último de nuestros
recursos de apelación fue rechazado, porque "sus condiciones
de alojamiento y la atención que recibió son iguales a
las del resto de la población". Mal de muchos, impunidad
garantizada.
Rodolfo
Arancibia tenía una causa por lesiones y lo declararon rebelde
porque no se presentó al juzgado. El 6 de mayo de 2009 lo encerraron
en el instituto Agote, como a Diego. A la mañana siguiente, lo
encontraron colgando del único ventiluz del calabozo, con raspones
en la cara, marcas de esposas en las muñecas y dos medias metidas
a presión en la boca, cubierta por una mordaza de tela. Sostenemos
abierta la causa penal, con una tibia imputación por incumplimiento
de los deberes de funcionario público contra un celador, y por
omisión de deberes contra el médico del instituto.
Maximiliano
Rodríguez y Marcos Dunda murieron en el "Centro de Recepción
de Menores" de Lomas de Zamora, lindero al edificio de los tribunales
de Camino Negro y Larroque, uno ahorcado, el otro después de
quejarse por días de un fuerte dolor abdominal. Cristian Candela
y Diego Caballero murieron ahorcados en un mismo instituto de régimen
cerrado para menores de La Matanza con 24 horas de diferencia.
Mientras
tanto, en el ámbito nacional, la SENNAF, que depende del ministerio
de Desarrollo Social, promociona en su web, por radio y TV, la campaña
conjunta con UNICEF por el "BUENTRATO" (así, todo junto),
iniciativa que "... tiene como eje promover el buentrato desde
el lenguaje e incorporarla en el diccionario, dada la importancia de
las palabras en la construcción de nuestra realidad".
La SENNAF
es el organismo nacional que planifica las políticas públicas
para niños, niñas y adolescentes, y administra los siete
centros nacionales de detención de chicos de menos de 18 años.
Su titular, Gabriel Lerner, ex militante del PI, de Patria Libre y de
CORREPI, fue un precoz converso al kirchnerismo, que cruzó la
charca en 2004. Desde entonces es el responsable político por
cada pibe muerto tras los muros que regentea, y que impide, avalado
por la Cámara Nacional de Casación Penal, que la Procuración
Penitenciaria Nacional, otro organismo oficial, siquiera los visite
para auditar la situación de los chicos.
El Archivo
de casos de CORREPI demuestra que el 51% de los asesinados por el aparato
estatal no habían cumplido 25 años. El 39% estaba "bajo
custodia", lindo eufemismo para decir preso. Esa es "la protección
integral", la política de reinserción y cuidado que
promueve el "gobierno de los derechos humanos" para los hijos
de los pobres. Son los hechos, no las palabras, los que construyen nuestra
realidad.
Ellos
seguramente piensan que, muerto el perro, se acabó la rabia.
A nosotros, con cada muerto nos crece la rabia, y el compromiso es organizarla.
Cana malo, cana torpe...
Un efectivo
de la policía federal, hoy prófugo, dirigía un
taller clandestino de armas tumberas en Monte Chingolo, Lanús,
junto a dos mellizos de 18 años. El tema salió a la luz
cuando un carnicero de la misma localidad fue asesinado por los integrantes
del grupo, porque no quiso entregarles $50.000 que tenía para
pagar a sus proveedores. En el allanamiento al taller se secuestraron
12 escopetas caseras, 60 cartuchos calibre 12/70 de guerra, 4 cartuchos
de Fusil FAL, elementos para la fabricación de armas, chalecos
con la inscripción "PFA" y munición variada.
En Rosario, constantemente sacudida por la narcocriminalidad policial,
32 presos se escaparon de una comisaría. La historia oficial
cuenta que, mientras almorzaban, los detenidos de la seccional 15ª
redujeron y golpearon a un cabo 1º, a quien obligaron a abrir la
puerta principal para luego fugarse, en un escena de dudosa "negligencia"
policial. Varios funcionarios fueron imputados penalmente, en un hecho
que recuerda la memorable fuga de "Tractorcito" Cabrera del
Departamento Central de la PFA, que resultó una simple negociación
por un precio con sus guardianes.
Recordemos,
de paso, que la seccional 15ª fue la comisaría que encubrió
el triple crimen de Rosario, en 2012, por lo que tres de sus policías
serán juzgados el año que viene, después que los
autores materiales fueran condenados a penas de entre 24 y 33 años
de prisión la semana pasada.
Dos nuevos
ejemplos de cómo la policía, lejos de "prevenir la
violencia" o "combatir el delito", es su agente activo
y necesario, y cómo los hechos que se suelen tildar de "aislados"
o que algunos atribuyen a "manzanas podridas", se repiten
y prueban que son sistémicos.
Ese discurso represivo de cada día.
Nunca
deja de ser un buen ejercicio cuestionar el monopolio de la verdad,
las historias completas que nos presentan el poder y sus autoridades.
Socavar la credibilidad de los que buscan una sociedad bajo su control,
es una tarea central.
Para ayudarnos a graficar lo que decimos, esta semana el secretario
de Seguridad de Santa Fe, Gerardo Chaumont, se despachó con un
conjunto de mentiras atroces disfrazadas de verdad de perogrullo y sentido
común. Empezaba así:
"Nadie
puede decir hoy honestamente que la policía de Santa Fe sea una
policía de gatillo fácil, o una policía torturadora,
pienso que eso es algo objetivo, si uno lee la crónica policial
no encuentra hechos de este tipo, y esto es muy valioso, es lo que hay
que seguir edificando".
Con los
datos de nuestro último Archivo de personas asesinadas por el
aparato represivo del estado a mano, le podemos contestar al señor
Chaumont que, en su distrito, las fuerzas represivas ya se cobraron
más de 500 vidas de un total nacional de 4.300 muertos, lo que
lo ubica en el dudoso honor de ser la segunda provincia con más
muertes, sólo detrás de Buenos Aires en números
totales, y segunda, también, si calculamos el índice en
proporción a la cantidad de habitantes.
Claro
que pocos de estos asesinatos trascendieron en la prensa, y los que
llegaron a hacerlo, aparecieron disfrazados de "duros enfrentamientos",
en que se "ultimó a peligrosos malvivientes". Sabemos
que el primer cerco que tienen que cruzar las historias de las víctimas
para darse a conocer, es el mediático. Las crónicas policiales
que menciona Chaumont, son precisamente eso, crónicas de los
policías, "noticias" que reproducen al pie de la letra
la versión del uniformado de turno. Esa relación tan funcional
será la que quiere seguir edificando el entrevistado.
En relación
al caso de Franco Casco, el pibe de Florencio Varela que desapareció
en Rosario después de pasar por una comisaría para que
después apareciera su cuerpo sin vida flotando en el río
Paraná, las palabras fueron "la policía respeta los
derechos humanos, eso no quiere decir que no pueda haber algún
hecho aislado". Cuando vemos que cientos de muertos se suman cada
año, que la mayoría son pibes pobres, que los modos de
asesinar y encubrir son los mismos, y que los desaparecidos como Franco
son 218 en todo el país, ¿cómo podemos hablar de
hechos aislados, relegando la responsabilidad a uno o dos desquiciados?
Tenemos que llamar a estas hechos por lo que son, prácticas sistemáticas,
que conforman una política de estado.
Paso seguido,
el ministro citó el clásico "este tema está
en la Justicia". Por justicia quiso referir, como todo partidario
de este sistema opresor, el conjunto de jueces y fiscales que hacen
a otra de las patas necesarias del aparato represivo, con herramientas
como el sobreseimiento fácil y la excarcelación segura
para represores.
Después
de señalar el trabajo que le lleva a la policía cada detenido
("el infractor no entra solo a la comisaría, hay que llevarlos,
esto implica que ha habido un accionar policial" –imaginemos
los medios para "llevarlos" y los malos tratos posteriores,
esos son los que ocupan al personal policial y pueden llevar a la muerte
de chicos como Franco-) nuestro personaje señaló que "a
mi entender en este último mes -por diciembre- la policía
está dando sobradas muestras de su accionar, ha habido 1.050
detenidos". Más de mil personas que sufrieron la potestad
irrevocable que tienen las fuerzas represivas de levantar en cualquier
momento y en cualquier lugar, a quien se les antoje. Si eso puede ser
motivo de mérito, de demostración de valía, sabemos
que el elogio se va a hacer desde el lugar de los más privilegiados,
los que duermen tranquilos sabiendo que esta policía, la del
gatillo fácil, las torturas, las detenciones arbitrarias, les
cuida la billetera.
Pena de muerte, de hecho y sin condena todos los días.
El 28
de noviembre, CORREPI presentó el Archivo de Casos en Plaza de
Mayo. Contábamos en ese momento un total de 4.278 personas asesinadas
por el aparato represivo del Estado de 1983 a noviembre de 2014. Pasó
apenas una semana y la cifra sigue engrosándose, con casos que
salen a la luz, o con los nuevos que, lamentablemente, sabemos que encontraremos
a diario.
El 26 de septiembre, en Morón, fue asesinado Nicolás Andrés
Escala, de 17 años. Lo que salió una vez más en
los medios como un enfrentamiento, fue en realidad la misma historia
de siempre: policías que matan por la espalda a pibes indefensos
que huyen.
En el
partido de Quilmes, el 12 de noviembre se produjo una gran balacera
al mejor estilo bonaerense, donde en escasos minutos un presunto robo
sin denuncia ni proceso legal ni condena se transforma en pena de muerte
para quienes cuadran en el perfil delictivo de hoy: jóvenes,
pobres y de los barrios marginales. Las víctimas fueron dos jóvenes,
una chica de 15 años y un chico de 18 señalados como ladrones
junto a otros dos pibes. Y una vez más, haciendo de la muerte
un espectáculo propagandístico de las políticas
de seguridad de los barones del conurbano, la redundancia que implica
el término criminalidad policial se muestra con su obsceno orgullo
fascista.
El 30
de noviembre, en Pueblo Doyle, localidad cercana a San Pedro, los policías
que interceptaron a dos chicos en moto "para identificarlos"
balearon por la espalda a Jonathan Bianchi, de 19 años, e hirieron
a otro pibe. Lo que los medios calificaron, como siempre, de "confuso
episodio", aceptando sin más la versión policial
con forcejeos que hacen que accidentalmente las armas se disparen solas,
fue lisa y llanamente otro caso de gatillo fácil.
En una
nota periodística de 1968, luego de analizar típicos casos
de gatillo fácil, decía Rodolfo Walsh que "La vocación
de violencia de los policías bonaerenses no se agota en estos
episodios. Sus conflictos personales y aún sus pequeños
incidentes cotidianos suelen resolverse por la vía del 'arma
reglamentaria'." No mucho ha cambiado: el 4 de diciembre, en Ituzaingó,
el policía de la bonaerense Ángel Rafael Borile y su ex
pareja embarazada se encontraron en una escribanía para realizar
trámites de división de bienes. Por una discusión,
el policía asesinó a balazos a la mujer embarazada, Ivana
Valeria Gómez, y al escribano Néstor Darío Rómbola,
que intentó defenderla.
A diferencia
de lo que ocurrió en 2006, cuando el mismo policía Borile
fusiló por la espalda a Juan Sebastián Fleitas, de 15
años, también en Ituzaingó, esta vez el fusilamiento
no pudo disfrazarse de tiroteo o enfrentamiento a los ojos de la opinión
impresa, ni se podrán aplicar las prácticas de impunidad
habituales, ya que las víctimas no eran pibes de barrio, sino
su ex pareja encinta y un profesional del derecho. Por eso, al cometer
el crimen, huyó y aún sigue prófugo.
Trigger-happy
to you!
Así
le dicen los yanquis a lo que nosotros nombramos como gatillo fácil.
Y eso es lo que le da la policía a su población, siempre
que sea pobre y además lleve consigo todos los rastros necesarios
sobre los que durante siglos desató el mayor de los exterminios:
el color, la raza, el origen.
Hoy, después
de añares de aquellas matanzas abiertas y declaradas sobre la
población negra y esclava, el gobierno de EEUU, con Obama a la
cabeza -ese negro "galletita oreo", con cáscara negra
y relleno blanco-, despliega junto a todas las instituciones del estado
una muerte más lenta y menos evidente sobre la clase que explota
y somete. "Habla como si fuera representante de los afroamericanos,
pero cuando ocurre una masacre como ésta o encarcelamiento de
manifestantes, los acusa de violentos, en vez de investigar la violencia
de la policía, que ha tirado balas de goma, gas lacrimógeno,
pegado a la gente con bastones. Él castiga a los manifestantes.
En vez de cuestionar el procesamiento político, lo defiende.
Es un representante tanto interno como externo del gran capital blanco",
dijo James Petras hace unos días a os compañeros de la
RNMA, en el programa Enredando las Mañanas.
"Cada
veinticuatro horas un policía mata a un ciudadano. En la gran
mayoría de los casos, las víctimas están desarmadas.
Hay un problema nacional y que ha afectado grandes sectores, principalmente
a afroamericanos y latinos. Lo que pasa es que el caso en Ferguson es
el detonante por la protesta, pero hemos visto en Nueva York casos muy
similares. Hace unos días una pareja de novios estaba en un departamento,
la policía bajando, ellos subiendo, y de repente la policía
saca la pistola y los mata. Dijo que tenía miedo, que, en la
oscuridad, escondía un arma. Pero el tipo estaba abrazando a
su novia. Eso se repite en Los Ángeles, Chicago, en cualquier
lado. Hay una guerra contra la población aquí concentrada
en los negros y latinos", siguió diciendo James Petras,
luchador e investigador social.
Así,
los fusilamientos y las torturas que ocasionaron la muerte de Michael
Brown y Eric Garner no son otra cosa, en aquel país lejano e
imperial, que una política de estado como las que se ejecutan
en nuestras calles y barrios, desde Argentina al resto del mundo. Es
la política que sostiene un modelo económico de fondo,
donde la riqueza se concentra y la miseria se expande. Lujos para pocos
y grandes desigualdades para muchos. El sistema de poder teme la organización
y la desobediencia de los actores populares a quienes oprime, entonces
siembran divisiones al interior de la clase para conquistar, o son los
negros contra los blancos o los latinos contra los no latinos, sigue
explicando Petras.
Por eso
desde CORREPI creemos que es necesario que la lucha se extienda, que
se discuta e intercambie entre los diferentes grupos e individuos que
conformamos esta inmensa mayoría que padece el yugo de nuestro
tirano: ¡CONTRA SUS ARMAS NUESTRAS IDEAS, CONTRA SU REPRESIÓN
NUESTRAS ACCIONES en pos de una mayor y mejor organización, para
liberarnos de su explotación!
FUENTE:
CORREPI
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