Por
haber insultado al presidente de Irán, una bloguera recibió
la cuestionadísima cifra de 50 latigazos.
Se trata de Somayeh Tohidloo, quien es contraria al gobierno desde las
pasadas elecciones presidenciales, y que fue detenida más de
dos meses y liberada bajo fianza.
"Sean felices, ya que si lo que buscaban era humillarme, confieso
que todo mi cuerpo está sufriendo por la degradación",
escribió la mujer en su visitado blog.
Cabe resaltar que el bloguero Hossein Derakhshan fue condenado a muerte
por oponerse al régimen.
Lo leemos cada día
en los periódicos: el hombre “mató a su cónyuge,
con certeros tiros; pero, llegado el momento de hacerse justicia, le
falló el pulso (...): se entrega a los guardias; le juzgan; el
defensor le pinta como un Otelo forrado en Werther; el tribunal le aplica
cuatro o seis años, si no le absuelve... y aquí no ha
pasado nada, señores”. El texto podría haber sido
escrito ayer, pero es de Emilia Pardo Bazán. De 1901. Hace más
de cien años, la escritora gallega ya luchaba por escribir en
los periódicos sobre la violencia contra las mujeres, una lacra
que sigue cobrándose númerosas víctimas hoy en
día, siglo XXI. El año pasado fueron 70 y este vamos a
una media –qué frías son las cifras– de una
cada cinco días.
El pasado viernes,
la Asociación de la Prensa de A Coruña organizó
una jornada sobre este tema, Violencia de género y medios de
comunicación. El cartel, de primera: Bibiana Aído, Miguel
Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género, representantes
de la Administración y directores y directoras de varios medios,
entre los que estaba incluido Xornal de Galicia.
En una mañana,
apenas da tiempo para nada, pero sí para llamar la atención
de quienes llenamos a diario páginas como ésta. Allí
se dijo que no tenemos tiempo, que la crisis nos ha hecho trabajar más
por menos, que primamos el morbo, que carecemos de medios... y todo
es verdad. Pero no hay excusa.
El 90% de los que
se enteran de un episodio de violencia de género lo hacen por
los medios de comunicación, casi siempre la tele, donde todo
es espectáculo. La alerta aparece si detectamos estas características:
la víctima es responsable de la agresión, se pregunta
qué ha hecho para recibirla, se excusa al agresor por celoso,
drogadicto o se le identifica como un psicópata o un monstruo
y hay una falta de equilibrio en el tratamiento que se da a ambos. Si
la noticia incurre en alguno de estos errores, está mal hecha.
Sinceramente, se salvan pocas.
No se trata de señalar
con el dedo o entonar el mea culpa, que aquí hay para todos,
sino de tomar conciencia y ayudar a que la sociedad, que se retroalimenta
en los medios, sea valiente con el problema y consiga que las palabras
de doña Emilia queden, al fin, en 1901: “Sale bastante
barato dar muerte a una mujer. Sería conveniente que costase
algo más: tal vez así lo pensarían mejor los celosos
y los apasionados”.
Producción
periodística: Haydeé Dessal especial para Villa Crespo
Digital
“No
hay excusas”:
Campaña
mundial contra la violencia doméstica
Una nueva
campaña ha sido lanzada a nivel mundial contra la violencia doméstica.
Se titula “No hay excusas” e incluye 11 spots de radio y
televisión dirigidos directamente al abusador. Incluye, entre
otros temas, la violencia contra la mujer, el abuso verbal y el físico.
Su creador, el canadiense Firdaus Kharas, afirmó que los materiales
contarán con versiones en 73 idiomas, lo que hará su mensaje
más accesible, sin distinción de contextos culturales,
raciales, religiosas, o de otro tipo.
“La violencia doméstica y el abuso es algo que ocurre
en todas partes, en todos los países”, dijo Kharas.
Añadió
que las emisoras de radio y televisión interesadas en utilizar
los materiales de la campaña pueden visitar el sitio web